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La religión del imperio romano fue el cristianismo


Enviado por   •  22 de Noviembre de 2011  •  1.626 Palabras (7 Páginas)  •  728 Visitas

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La religión del imperio romano fue el cristianismo, y tenía por cabeza o jefe al Romano Pontífice; su autoridad fue tal que podía sentenciar cualquier demanda. Su influencia creció tanto, que a la fecha continúa con gran vigor.

El origen del dictado de “Su Santidad”, proviene del título Pontifex Máximus, correspondiente al jefe supremo de la antigua religión pagana de Roma, el obispo de Roma vino a ser llamado Pontifice; mientras que la palabra Papa se deriva de “Padre” y aplicada en un principio a todos los obispos, fue reservada al Romano Pontífice por decreto de Gregorio VII que ocupó el pontificado de 1073 a 1085, con el epíteto de Sanctus (Santo), de donde proceden las modernas expresiones de “Su Santidad el Papa” y “Santo Padre”. La autoridad espiritual de los Papa aumento con el establecimiento de nuevas iglesias en Bretaña y Germania por misioneros enviados desde Roma, y la influencia espiritual y política de la Sede Pontificia creció más con el ascendiente personal de algunos Papas como León “El Grande” ,Gregorio Magno y León VIII.

Con la caída del Imperio Romano de Occidente, se coloco en posición virtualmente política al Papa, un decreto promulgado en el 445, del emperador Valentiniano III, reconoció al Sumo Pontífice como primado. Desde que la capital del Imperio de Oriente fue trasladada a Constantinopla y lo que quedaba del Imperio de Occidente fue llevado a Rávena, Roma perdió su poder quedando como única autoridad la del Papa que consolidó su poder con la ayuda de los lombardos y de Carlomagno.

Un hecho importante del reinado de Pipino fue su invasión a Italia y derrota de los lombardos. Cuando Pipino manifestó su intención de penetrar en Italia, el papa Esteban III, como reconocimiento de su evidente propósito de liberar al papado de la presión de los lombardos, legitimó sus pretensiones a la realeza coronándolo como rey de los francos o Rey de Francia. Pipino derrotó a los lombardos, le devolvió a Esteban su lugar en la ciudad de Roma, dio al papa las propiedades que reclamaba, y después le concedió todos los territorios que los lombardos le habían quitado al exarca de Ravena, que había estado gobernando a Italia como representante del emperador de Constantinopla. Esta Donación de Pipino -como se la llama- señala el comienzo de los Estados de la Iglesia en la Edad Media.

A la muerte de Carlomagno, hijo de Pipino, el poder del papado fue en crecimiento, a su vez, éstos ejercieron gran influencia en los asuntos políticos, valiéndose como arma espiritual el dominio sobre las conciencias, la cual consistía en la excomunión. En 865, el Papa Nicolás I exhibió el cumplimiento de un edicto, en materia de divorcio contra Lotario, rey de Lorena; en 875, el Papa Juan VIII, al conferir la corona imperial a Carlos “El Calvo” le hizo reconocer la independencia de la Santa Sede. Después, la violencia del feudalismo reflejada en sus señores, al nombrar Papas según su conveniencia, debilitó dicha anarquía. El emperador Otón I “El Grande” coloco durante un tiempo el poder imperial por encima del papal, al sustituir al Papa Juan XII por León VIII. En un periodo posterior, los papas se sostuvieron con éxito contra los emperadores, El desarrollo del poder papal fue el hecho más sobresaliente en los diez siglos de la Edad Media. El papa de Roma ya había reclamado ser "la cabeza de la Iglesia", y ahora reclamaba el gobierno sobre naciones, sobre reyes y emperadores, sin embargo, después sobrevino una crisis durante el pontificado de Gregorio VII, “El Hildebrando”.

El próximo gran papa, y uno de los más grandes de todos, fue Gregorio VII (1085). Proclamó que la iglesia romana nunca había errado y nunca podría errar, que el papa es juez supremo, que no puede ser juzgado por nadie, que no se puede apelar de sus decisiones, que sólo él tiene derecho al homenaje de todos los príncipes y que sólo él puede deponer a reyes y emperadores.. El verdadero poder papal se inició con Gregorio I "el Grande" y alcanzó su apogeo con Gregorio VII (Hildebrando). Gregorio el Grande fue el primer monje que llegó ser papa, y gobernó del año 590 al 604 D.C Su objetivo magno fue reformar al clero.

Procedía de una familia humilde de origen germánico, en el 1049 fue nombrado cardenal, arcediano y administrador de la iglesia romana por el Papa León IX. Implantó un nuevo procedimiento en el cual, los Papas solo podían ser nombrados por los cardenales, privando al clero y al pueblo para ello.

Los dos pecados prevalentes del clero eran la inmoralidad y la simonía. Para combatir su inmoralidad, Gregorio insistió denodadamente en el celibato. Para combatir la simonía (la compra de puestos eclesiásticos con dinero), combatió el derecho del emperador de nombrar a dignatarios eclesiásticos. Prácticamente todo obispo y sacerdote había comprado su puesto, pues la iglesia era dueña

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