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Educación Y Revolución 1910-1920


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2013  •  2.229 Palabras (9 Páginas)  •  339 Visitas

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• LA ESCUELA EN 1870

La escuela popular en 1870 siempre estuvo en la preocupación de Ignacio M. Altamirano porque al compararla con la prosperidad de otras naciones el consideraba que nuestra escuela era miserable, había una parálisis intelectual y moral.

Al absorberle sus ocupaciones políticas, buscando el triunfo de los ideales reformistas y la defensa de la patria no pudo terminar su objetivo: la mejora en la educación del país. Con el término de las batallas contra el fanatismo iniciaba la reconstrucción y consolidación de la libertad y la civilización dándole pie a la escuela popular como una necesidad social que no solo esté al alcance de las clases sociales privilegiadas, sino de todo el pueblo para que al paso del tiempo se vean reflejados los frutos de la reforma. Para esto es necesario analizar las acciones de la escuela antigua para borrar las acciones perjudiciales.

• LA ESCUELA ANTIGUA

La escuela antigua descrita como un conjunto de horrores que ocurrían ahí, como el sepulcro del libre pensamiento, una cárcel que encaminaba a sus “esclavos” ponerse a merced de la monarquía. Era un lugar donde se perdía la dignidad con los tormentos físicos y morales que además de flagelar el cuerpo humano apagaban la chispa de la razón que hay en un ser humano, en esta escuela nadie se libraba de dichos castigos; ni los pobres ni los ricos.

Para el niño era una tortura presentarse a la escuela, amenazado por los padres iba sin motivación alguna, la escuela era un lugar terrorífico para él. Al llegar a la escuela estaba el maestro en el aula con un rostro colérico de aspecto clérigo por su vestimenta de color oscuro, al fondo del salón había una cruz o alguna imagen religiosa a la cual tenían que rendirle culto y para después besar la mano al maestro como muestra de que era el quien sabía todo.

Era el muchacho grande quien enseñaba al pequeño la lección correspondiente, habiéndolo hecho el niño solo se dedicaban a leer el abecedario en voz alta; si el alumno ya sabía escribir se le ponían ejercicios en el pizarrón si la letra mejoraba pasaba a otra regla, para legar a la última regla de escritura pasaban años, mientras sufrían de castigos como golpes en las manos con una regleta y educados bajo el temor a Dios. No solo eran castigados de esa manera existían torturas de diferentes niveles según fueran la norma quebrantada, donde no saberse la doctrina cristiana era una de ellas y el castigo era una tunda sin ropa frente a todos con un chicote de cáñamo o alambres

Tomaba seis meses para aprender a escribir y luego pasar solo a enseñarles a sumar, restar, multiplicar y dividir; además de memorizar el catecismo del padre Ripalda el cual era igual de importante en la enseñanza del niño; aquel que se lo supiera de cabo a rabo era una persona de mucha sabiduría, aunque solo se lo supieran de cantadito porque en realidad no comprendían nada y de igual manera para leer era cantadito. Además los sábados tenían que ir a la escuela para repasar el catecismo de Ripalda.

Todo esto sucedía en la ciudad y que decir de los pueblos donde dividían dentro de los mismos grupos por castas a los alumnos donde a los indios se les enseñaba solo la doctrina en malísimo castellano y no se les permitía leer. Solo si el niño era hijo del alcalde aunque fuera indo el maestro por adulación le permitía estar con los niños de razón dándole acceso al conocimiento.

¿Y qué hay de las mujeres?, ellas no tenían acceso de la educación eran designadas a otras mujeres que las preparaban para su papel en la sociedad que era estar en su hogar atendiendo a su hombre, si no querían una vida de esposa pasaban al convento donde completaban su educación.

Entonces, ¿cómo los niños no van a aborrecer la escuela? Si no es porque no les gustara aprender o les diera flojera, simplemente lo que ocurría ahí era aberrante bajo la frase: “la letra con sangre entra”.

• LA ESCUELA CONTEMPORANEA-LA ESCUELA LIBRE

Antes de la constitución de 1857 la educación no estaba Regida por nada ni nadie, así que cualquiera podía poner escuelas a su libre antojo, se intentó imponer reglas para estas instituciones pero fueron derogadas por las mismas autoridades y las escuelas siguieron son su rutina.

Después de la constitución de 1857 y de las Leyes de Reforma la enseñanza se declaró libre y se reglamentó la secundaria; pero en la primaria aun los estados y municipios la organizaban a su gusto protegiendo los fondos públicos vigilándolos la autoridad municipal. Varias sociedades privadas como: la Compañía Lancasteriana, la Sociedad de Beneficencia para la instrucción y amparo de la niñez desvalida y la Sociedad Católica tomaron a su cargo la enseñanza primaria, de la cual la compañía Lancasteriana y la sociedad de beneficencia para la instrucción recibían subsidio del gobierno y permitían cierta inspección, pero en cuanto a la sociedad católica que era independiente y tenía sus propios fondos permanecía libre de vigilancia.

Muchos de los establecimientos particulares por tolerancia patriótica permitían a la autoridad a que impusieran los exámenes y distribuyeran premios, pero hay quienes menospreciaban las leyes y cerraban sus puertas a las inspecciones y solo enseñaban las viejas doctrinas de la vieja escuela, además de inculcarles el desprecio a la Republica y el odio a la autoridad. Por eso era necesaria una vigilancia en las escuelas primarias para ni caer las viejas tradiciones de enseñanza y no educar a futuros conspiradores.

• LA ESCUELA DE CIUDAD

Aun existiendo una mejora entre la escuela antigua y la contemporánea no hay gran avance, ya sea por la falta de dinero que el gobierno no apoya o por el poco tiempo que se ha reformado la instrucción primaria.

En cuanto a la forma la escuela lancasteriana los directivos eran muy activos y profesaban ideas muy avanzadas haciendo concurso y entregando premios a centenares de niños, además protegían la escuela pobre. Los regidores encargados de la escuela popular eran Don José María Baranda, Don Felipe López López y el doctor don Gabino Bustamante procurando elevarla a un rango distinguido ensanchando los conocimientos primarios algo difícil de lograr tomando en cuenta que las ideas modernas sobre educación deberían estudiarse en Prusia y los Estados Unidos.

En cuanto a las escuelas de la sociedad de beneficencia, fundadas por Vidal Alcocer, se mantienen de una manera miserable porque el gobierno no está obligado a sostenerlo; y sobre la enseñanza ni que decir, es ineficaz debido a la falta de recursos se considera necesario cerrar algunas de estas escuelas si no están bien

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