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Escuelas Normales Rurales


Enviado por   •  19 de Octubre de 2013  •  2.227 Palabras (9 Páginas)  •  302 Visitas

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Escuelas para pobres. Las normales rurales en México

"Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al mundo y los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano".

Lucio Cabañas

Las Escuelas Normales Rurales originalmente planteadas como Escuelas Rurales Regionales o Centrales Agrícolas, forman parte del principal proyecto de reforma educativa propiciado por los gobiernos posrevolucionarios en México cuyo principio sigue siendo la socialización de la educación en el ámbito rural mexicano así como propiciar la concientización y participación social de quienes se forman en estos planteles que desde sus inicios adoptaron el esquema de la defensa de la educación pública como un derecho popular y sobre todo como un derecho de los más pobres, empleando la educación como una herramienta fundamental para el entendimiento de la realidad social y la posibilidad de su transformación.

Atendiendo las necesidades educativas de las comunidades más marginales del país (principalmente la necesidad de maestros para la enseñanza primaria en las regiones más pobres) se priorizó la formación de maestros campesinos que a su vez pudieran educar a los hijos de los campesinos.

Desde su primera instalación en 1922, las Escuelas Normales Rurales no fueron ajenas a las condiciones sociales y económicas particulares de cada lugar, y por ello los planes y programas de estudio fueron adecuados a la realidad asumiendo un papel de compromiso y solidaridad con los más necesitados. El principal requisito para ingresar a estudiar en una normal rural es no contar con los recursos suficientes como para aspirar a una educación en las universidades oficiales o estatales, en pocas palabras “ser pobre”. Así, estas escuelas también se caracterizan por formar maestros rurales con vocación de apoyo; un maestro rural es entre otras cosas, agricultor, médico y amigo del pueblo.

Las normales rurales fortalecieron su carácter politizador estimulando el proceso de transformación social a través de la enseñanza, adoptando el modelo de educación socialista propuesto por el gobierno de Cárdenas con la reforma al artículo 3 constitucional en el año de 1934. Dicha reforma trajo consigo la inconformidad de los sectores conservadores mexicanos ya que replantea firmemente la exclusión de la religión en la educación, cuestión muy arraigada en algunas zonas rurales; generando desconfianza hacia el proyecto de educación campesina se les comenzó a tratar con severa hostilidad producto del fanatismo religioso que descalificó la enseñanza socialista y a las normales rurales llamándolas “escuelas del diablo” derivando incluso en ataques y atentados contra la vida de los maestros rurales. (Tanalís Padilla)

Es pertinente señalar que durante los inicios de las normales rurales (hablamos de las décadas de los 20’s y los 30’s), muchos aspectos de la realidad nacional aún se encontraban en reconstrucción tras la revolución mexicana, la intención de cada gobierno en turno era insertar a México en los proyectos “modernizadores” que le permitieran comenzar a desarrollarse y para esto el carácter de la educación que ofrecería el Estado era un aspecto crucial aun en definición.

La decisión oscilaba entre las políticas conservadoras que visualizaban a la educación como un medio disciplinario y de control social, o una postura intelectual que concebía a la escuela como un espacio propicio para el despertar de la conciencia popular. La SEP, en sus inicios en los años 20’s optó por la primera postura, y el reflejo de la defensa de las estructuras sociales porfiristas aún se podía encontrar en los planes de estudio de algunas escuelas rurales aisladas. (Susana Quintanilla)

El proceso educativo de cualquier país tiene una estrecha relación con las estructuras sociales imperantes. Este incluso puede darse desde dos perspectivas, la integradora que propone adentrar a la sociedad en el proceso social de consolidación capitalista y los preceptos educativos que le son funcionales “mediante la inculcación de la ideología dominante”; o la transformadora que propone una visión congruente de la realidad abandonando el papel del maestro como poseedor de la verdad absoluta para que brinde herramientas para la concientización y la transformación de la sociedad.(Eva Hicks Gómez) Retomando este planteamiento la estructura de la Escuela Rural en México evolucionó de manera diversa obedeciendo fundamentalmente a la perspectiva integradora.

La creación de las llamadas Casas del Pueblo permitió que se pudiera llevar el conocimiento a los indígenas propiciando la unidad, la convivencia y la enseñanza colectiva a través de misioneros más que maestros.

También se creó el proyecto de las Misiones Culturales emprendido por José Vasconcelos con el propósito de alfabetizar a los indígenas. Sin embargo, este fue uno de los proyectos con una visión mucho más integradora al proceso de estructuración capitalista en México. Conocida también como Cruzada contra la ignorancia, Vasconcelos buscaba “incorporar a los indígenas y a los campesinos al proyecto de una nación civilizada, terminar con el fanatismo religioso y los hábitos viciosos” (Jonatan Gamboa Herrera)

También estaban las Escuelas Artículo 123 obligatorias para los hijos de trabajadores de empresas agrícolas e industriales. Por la vía de los hechos estas escuelas fungieron como centros formadores de conciencias revolucionarias así como un aglutinador del descontento y contra los abusos de terratenientes y caciques.

Y por último están las aún sobrevivientes Escuelas Normales Rurales en las que además de aprender las labores del campo, los estudiantes asisten a la escuela para aprender a luchar por una sociedad diferente.

Este proyecto de educación campesina nació, creció y se ha desarrollado a contracorriente de todas las limitaciones económicas y sociales generadas por la incapacidad de los gobiernos posrevolucionarios para atender un proyecto de tal envergadura, aunada a la generación de la desconfianza social hacia el modelo de educación socialista. Por otro lado han tenido que enfrentarse a los obstáculos impuestos a partir de la derogación de la educación socialista en 1944 con el gobierno de Ávila Camacho, periodo tras el cual se dio la reducción del presupuesto y el cierre de por lo menos 30 de los 46 planteles que se instalaron por todo el país. El último de ellos, el Mexe en el Estado de Hidalgo, fue cerrado en el año 2008 durante la actual gestión de Felipe Calderón. Algunos de estos planteles fueron transformados en escuelas secundarias adoptando los planes de estudio contemporáneos.

Cohesionar las ideas

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