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HISTORIA DE MARACAY, EL LIMON Y MATA SECA


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2011  •  9.240 Palabras (37 Páginas)  •  1.031 Visitas

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HISTORIA DEL ESTADO ARAGUA

La exploración europea del territorio del actual Estado Aragua se inició con expediciones procedentes de la isla de Margarita y de El Tocuyo, pero su ocupación y poblamiento fue un proceso vinculado, sobre todo, al desarrollo de la producción agrícola de la ciudad de Caracas. Desde muy temprano, los valles de Aragua se convirtieron en un área de producción agrícola, primero para el consumo de la población caraqueña y luego para la exportación. De aquí que su territorio se llenara primero de huertas y granjas que de ciudades. Maracay fue fundada en 1701. Como la mayor parte de la zona del centro y de los Llanos, Aragua formó parte de la Provincia de Caracas desde 1555. En febrero de 1848, cuando la vieja Provincia de Caracas fue dividida en tres, Aragua adquirió el rango de provincia, quedando integrada por los cantones de La Victoria, Turmero, Maracay, Cura y San Sebastián; La Victoria fue su capital. En 1856, le fue anexado el Cantón Mariño, conformado por las parroquias de Cagua, Santa Cruz y Bolívar. Más tarde, en 1864, Aragua se convirtió en Estado Federal y, en 1866, se unió con el Estado Guárico para formar el Gran Estado Guzmán Blanco. En 1879 pasó a formar parte del llamado Estado del Centro y, en abril de 1899, recuperó su autonomía. Su capital fue trasladada, en 1917, desde La Victoria a Maracay, donde permanece actualmente. Finalmente, en 1933, se firmó un acuerdo con el Estado Guárico, mediante el cual se establecieron sus límites definitivos.

HISTORIA DE MARACAY

Los terrenos donde hoy se encuentra la ciudad de Maracay fueron otorgados originalmente al conquistador español Sebastián Díaz de Alfaro en el siglo XVI y a su muerte pasaron a su hijo Mateo.

Se le llamaba entonces Valle de Tucupío y Tepatopo y se utilizaba como terreno de pastoreo de ganado, hacia los rincones de Tucupío, Tapatapa, Güey y El Rincón, se sembraba caña de azúcar y cacao.

Unas 40 familias se encontraban en el valle hacia 1700; esos habitantes por intermedio del futuro escritor José de Oviedo y Baños se dirigen al Obispo Diego de Baños y Sotomayor, tío carnal del anterior, para que erigiera una feligresía, lo que equivalía a dar consistencia al centro poblado oficialmente.

El 5 de marzo de 1701, el obispo "... erigía y erigió, creaba y creó Vicefeligresía en el dicho partido de Maracay y Tapatapa..."; toma del río "Maracay" el nombre que la designa. La fecha expuesta por el obispo se ha tomado como la de su fundación.

Maracay fue bien vista por los viajeros que se refirieron excelentemente de ella. Humboldt, quien la visita en 1800, escribe: "En 1795, con una población de 6.000 almas, el pueblo tenía setenta comerciantes con tienda abierta. Todas las casas son de piedra; en cada hacienda crecen cocoteros, cuyas copas sobresalen de los edificios.

La general prosperidad se percibe en Maracay más aún que en Turmero..."

La agricultura fue el principal incentivo del florecimiento de la urbe, especialmente el cultivo del añil; de esa planta, usada para teñir telas, se exportaban en grandes cantidades a Europa y proporcionaban proventos a la Corona, a propietarios y jornaleros. Andrés Bello, en su Resumen de historia de Venezuela, expresa:

"Maracay, que apenas podía aspirar ahora 40 años a la calificación de aldea, goza hoy de todas las apariencias y todas las ventajas de un pueblo agricultor, y sus Inmediaciones anuncian desde muy lejos al viajero el genio activo de sus habitantes".

Maracay sufrió los avatares de la revolución emancipadora y apodó su cuota de sacrificios a la misma; se recuerdan los sucesos de 1812-13 que tuvieron como escenario la hacienda La Trinidad, durante la primera república; luego en 1816 y en1818 cuando el asalto de La Cabrera y el combate de Maracay, donde fueron derrotadas las tropas revolucionarias.

La guerra federal también dejó su secuela en la localidad; los campos aledaños resultaron asolados. A ello se sumaron las dos o tres invasiones de la peste, al parecer originada en la descomposición del añil fermentado y que arrojará miles de víctimas no sólo en Maracay sino en la Cuenca del Lago de Valencia donde se sembraba el índigo.

Maracay tuvo preponderancia política en dos oportunidades en el siglo XIX porque fue residencia del general José Antonio Páez primero y luego del general Joaquín Crespo. En enero de 1898 se le designó por primera vez capital de estado, con la denominación de Miranda, que abarcaba una jurisdicción extensa, incluyendo los actuales estados Aragua, Guárico, Miranda y la Isla de Margarita.

Los inicios de su transformación urbanística y económica comienzan durante la administración del general Juan Vicente Gómez, quien residía en la ciudad desde los inicios mismos de su gobierno. En 1917 la capital del estado Aragua se traslada a Maracay desde La Victoria y cuyo rango aún conserva. Entre las décadas del veinte al treinta se instalan numerosas industrias textiles, pedumería, charcutería y enlatados, lactuario. También se construyen centros asistenciales, plazas, hoteles lugares de recreación, etc., que cambian radicalmente la fisonomía de Maracay. Posteriormente, hacia la década del cincuenta comenzó con "bríos" la industrialización local y las antiguas tierras de agricultura y ganadería fueron cambiando de uso con la instalación de parques industriales de diversa naturaleza que tuvo preponderancia mayor en la década del sesenta. Paralelamente comienza la llegada de migraciones internas procedentes de los Andes y llanos especialmente, atraídos por los beneficios que les proporcionaba la instalación de industrias que requerían mano de obra; pero la industrialización y crecimiento excesivo de la población no corrió parejo con la oferta de viviendas, aunado a ello existía ausencia de terrenos para la construcción. Se inicia entonces la invasión de antiguas haciendas de cierta extensión y la instalación de rancherías sin las mínimas condiciones sanitarias y de otros servicios públicos que posteriormente eran dotados por las instituciones oficiales, legalizando su formación, sin llegarse en muchos casos a saldar la correspondiente indemnización a los legítimos propietarios de dichas tierras.

Maracay está situada privilegiadamente en el eje económico que va de Tejerías a Puerto Cabello y con una constante comunicación con los centros de decisión capitalinos. Maracay tiene la mayor concentración de personal

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