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HISTORIA DEL MUNDO ACTUAL


Enviado por   •  19 de Febrero de 2014  •  4.446 Palabras (18 Páginas)  •  267 Visitas

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HISTORIA DEL MUNDO ACTUAL

TEMA 1. LOS ORÍGENES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

CRISIS ECONÓMICA Y POLARIZACIÓN SOCIAL A MEDIADOS DE LOS AÑOS 30.

La crisis de 1929

Durante los “felices años 20” la economía mundial vive en un ambiente de optimismo, apoyado, no obstante, sobre dos procesos que no podían mantenerse de manera indefinida: la superproducción y la especulación.

La superproducción se considera unánimemente como la causante de la depresión que se inicia en el año 29. Durante la guerra mundial los países de ultramar habían desarrollado ciertos sectores industriales con el fin de suplir las importaciones europeas. Terminada la contienda, la producción industrial europea y la extraeuropea se suman, sin que paralelamente aumente el consumo; este estado de sobreproducción general provoca un aumento continuo de los stocks. En 1925 algunos productos básicos no son obtenidos en cantidad muy superior a la de preguerra, p. e, el hierro y el carbón; en cambio otros, el petróleo, los instrumentos eléctricos, la seda artificial, señalan unos índices mucho más elevados. De las estadísticas se deduce que el aumento de la producción europea hasta 1925 mantiene un ritmo regular, pero no aumento en relación con sus niveles de preguerra, son otros los continentes que se señalan por la incorporación creciente de sus materias primas o de sus productos; desde 1925 Europa, ya recuperada, incrementa su producción en una situación mundial de crecimiento continuo.

Al lado de la superproducción industrial debe tenerse en cuenta la agrícola, que viene provocada por una serie de años de cosechas excepcionales, a partir de 1925. Según Nogaro, los precios pudieron sostenerse por medio de acuerdos internacionales, pero al producirse la crisis financiera se rompieron estos convenios y afluyeron súbitamente a los mercados los remanentes acumulados, con lo que se produjo un hundimiento ruinoso de los precios. Jacques Neré no comparte esta tesis; documenta que algunos stocks siguieron aumentando, como es el caso del algodón, y que la crisis es más bien de subconsumo relativo que de superproducción, la origina la mala distribución de la renta; sus orígenes serían sociales más que económicos. En cualquier caso, sea que la producción agrícola mundial es excesiva, como sostiene Nogaro, sea que la capacidad adquisitiva es débil y el consumo bajo, como explica Neré, los remanentes agrícolas vienen a sumarse a los excedentes de productos industriales.

A pesar de este desfase entre producción y ventas las cotizaciones de los valores en bolsa no dejan de subir. ¿Cómo puede explicarse esta anomalía? ¿Cómo ascienden las cotizaciones de empresas que acumulan, sin vender una parte de su producción? Sólo existe una explicación: la inflación del crédito. Se reparten altos beneficios porque los costos de la producción se afrontan a base de préstamos bancarios; pero era una situación artificial que no podía mantenerse largo tiempo. La ola de especulación se inició con terrenos que permitían plusvalías en zonas de disfrute de vacaciones y sol; en Florida, el incremento de compra-venta de solares y edificios es notable en los años 1925-1926. Los inversores, obsesionados por ganancias a corto plazo, colocan su dinero en sectores antes deprimidos -ferrocarriles, servicios públicos-, de los que esperan en un periodo de expansión beneficios elevados. Buena parte de las compras se efectúa a plazos, es decir, con el equivalente de dinero prestado. Capitales flotantes, en busca de mayor lucro, pasan de Londres a Nueva York. El interés, según Robbins, subió de 3,32 a 8,62 en el periodo 1925-1929. Esto hizo difícil otros préstamos productivos; es un drenaje de capitales, no hacia inversiones sino hacia préstamos especulativos. El dinero de los Bancos respalda preferentemente a los brokers, los corredores de Bolsa. No es extraño que se culpe de la depresión a un sistema bancario que orientaba sus fondos para respaldar a los especuladores en vez de invertir en sectores realmente productivos.

Desde 1928 la industria de la construcción, en la que confluyeron diversas industrias auxiliares, experimenta una cierta contracción, no alarmante, pero que supone ya el primer signo de recesión. No obstante, la euforia alcista en la Bolsa continúa de manera general. En setiembre de 1929 la tendencia general de la Bolsa de Nueva York, orientada hasta entonces al alza, se estabiliza e incluso parece amagar a la baja. No era otra cosa que el reflejo del descenso de algunos precios, como los del acero y cobre, y la reducción de los beneficios en algunas empresas. Se procura vender pero los especuladores todavía compran. En la última semana de octubre, inesperadamente, estalla una verdadera explosión. Desde el día 21 la acumulación de órdenes de venta había hecho bajar los valores, pero esta tendencia había sido detenida por las órdenes de compra de la Banca Morgan; nada hacía sospechar que la Bolsa se iba a hundir. El 24 de octubre, “jueves negro”, 13 millones de títulos son arrojados al mercado a bajo precio y no encuentran comprador; el 29 son 16 millones de valores los que afluyen al mercado; el pánico ha provocado una fiebre de ventas; en pocos días, según el índice de valores industriales del New York Times, las cotizaciones pierden 43 puntos, anulando las ganancias de los dos meses precedentes. Pero no se trataba sólo de una semana crítica, las cotizaciones continuaron bajando en los años siguientes. En principio no se pensó en una crisis duradera, incluso en el invierno se percibe una pequeña mejora de la situación de la Bolsa, pero en la primavera de 1930 la Banca Morgan decide vender las acciones que ha acumulado y se produce, ante el exceso de oferta, un nuevo pánico. El hundimiento de la Bolsa provoca la ruina de millares de accionistas modestos. Las grandes empresas contemplan impotentes como desciende de manera continua la cotización de sus valores, hasta 1932 la United States Steel vio como sus índices descendían de 250 a 22, la Chrysler de 135 a 5.

Para comprender lo sucedido es necesario analizar el sistema crediticio. Durante varios años las empresas se habían expansionado, o simplemente sostenido, a base de fáciles créditos bancarios. Al iniciarse el pánico, o el deseo de venta porque las acciones no producen beneficios, los Bancos tienen que aumentar su liquidez, para lo cual han de vender sus títulos. La gente retira su dinero, los Bancos precisan convertir sus acciones en líquido, y contribuyen con la venta de sus títulos a acelerar el descenso; es una especie de círculo infernal cerrado. No sólo los Bancos son culpables del

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