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Historia De La Literatura Del Siglo Xix


Enviado por   •  15 de Noviembre de 2012  •  2.951 Palabras (12 Páginas)  •  771 Visitas

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HISTORIA DE LA LITERATURA DEL SIGLO XIX

La literatura española es aquella desarrollada en España o en idioma español; también podría incluirse en esta categoría la literatura hispanolatina clásica y tardía, la literatura judeoespañolay la literatura arábigoespañola, escritas respectivamente en latín, hebreo y árabe. Abarca desde las primeras expresiones poéticas conservadas en lengua vernácula, las jarchas, hasta la actualidad, más de mil años de historia. Es una rama de la literatura románica y ha dado lugar a otra importante rama, la literatura hispanoamericana.

La Literatura española en el siglo XIX puede dividirse en varias etapas:

Hasta 1830. En este período las tendencias estilísticas del siglo XVIII aún prevalecen, aunque comienzan a surgir algunos escritores prerrománticos, como Rousseau o Goethe.

1830–1850. Apogeo de la literatura romántica.

1850–1870. Comienza el movimiento del Realismo.

1870–1898. Máximo esplendor del Realismo, llevado a su extremo por el Naturalismo.

En 1898, con el desastre del 98, comienza el siglo XX respecto al ámbito literario.

El Romanticismo

Artículo principal: Literatura española del Romanticismo.

Cansados del escrupuloso rigor de los escritores ilustrados, surge, en la década de 1830 y bajo la influencia de los escritores prerrománticos europeos, como Goethe o Rousseau, el Romanticismo en España. Los autores románticos se rebelan contra todo lo establecido por el Neoclasicismo, son atraídos por lo misterioso y tratan de evadirse del mundo que les rodea, disgustados por la sociedad burguesa y apática en la que les tocó vivir.

En esta época, los conservadores trataban de preservar sus privilegios, mientras los liberales luchaban por suprimirlos. En Europa se desarrolla fuertemente la industria y crece culturalmente, mientras España parecía aislarse cada vez más, dando la imagen de un país retrasado.

Las primeras manifestaciones del Romanticismo en España fueron en Andalucía, siendo uno de sus máximos exponentes la escritora Cecilia Böhl de Faber y Larrea, más conocida por su pseudónimo, Fernán Caballero. Fue precisamente su padre Juan Nicolás Böhl de Faber quien publicó en el Diario Mercantil de Cádiz una serie de artículos defendiendo el teatro del Siglo, y en Cataluña, a través del diario El Europeo, siguiendo el modelo de Böhl y defendiendo un Romanticismo moderado y tradicionalista. Uno de los principales introductores del prerromanticismo fue Manuel José Quintana.

Poesía

En la poesía, los poetas plasman con euforia y pasión todo cuanto sienten. Los principales temas son el amor pasional, las reivindicaciones sociales, el Yo del poeta y la naturaleza, ambientada en lugares oscuros y misteriosos.

El representante más destacado de la poesía del Romanticismo es José de Espronceda (1808-1842), aunque también cabe destacar a otros poetas como Carolina Coronado (1823-1911), Juan Arolas (1805-1873), el gallego Nicomedes Pastor Díaz (1811-1863), Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873) y Pablo Piferrer (1818-1848).

Teatro

El teatro neoclásico no logró calar en los gustos de los españoles. A comienzos del siglo XIX aún se aplaudían las obras del Siglo de Oro. Estas obras eran despreciadas por los neoclásicos por no sujetarse a la regla de las tres unidades (acción, lugar y tiempo) y mezclar lo cómico con lo dramático. Sin embargo aquellas obras atraían fuera de España, precisamente por no sujetarse al ideal que defendían los neoclásicos.

El Romanticismo triunfa en el teatro español con La conjuración de Venecia, de Francisco Martínez de la Rosa; El Trovador, de Antonio García Gutiérrez; Los amantes de Teruel, dejan; pero el año clave es 1835, cuando se estrena Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas (1791–1865). Cabe mencionar también la importante obra Don Juan Tenorio (1844) de José Zorrilla y Muérete y verás de Bretón de los Herreros. Lo más cultivado es el drama. Todas las obras contienen elementos líricos, dramáticos y novelescos. La libertad domina en el teatro en todos los aspectos.

Romanticismo tardío

Ya en la segunda mitad del siglo XIX, los gustos por lo histórico y lo legendario pasaron a un segundo plano, y la poesía se tornó sentimental e intimista. Los poetas están influenciados por la poesía alemana, en especial la de Heinrich Heine.

La poesía, al contrario de la novela y el teatro, continúa siendo romántica (la novela y el teatro seguirá la tendencia realista). Centra su atención a lo emotivo que puede poseer el poema. Se reduce la retórica y se aumenta el lirismo, con el amor y la pasión por el mundo por lo bello como temas principales. Se buscan nuevas formas métricas y nuevos ritmos. La homogeneidad de la que gozaba el Romanticismo se transforma en pluralidad en las ideas poéticas.

Los poetas más representativos de este período son Gustavo Adolfo Bécquer, Augusto Ferrán y Rosalía de Castro, aunque ya no triunfan en aquella sociedad de la Restauración, utilitaria y poco idealista. Se admiraron más a los escritores que trataban temas de la sociedad contemporánea, como Ramón de Campoamor y Gaspar Núñez de Arce, pese a que hoy en día no tengan demasiada relevancia crítica.

El Realismo

En España el Realismo caló con suma facilidad, ya que existía un precedente en las novelas picarescas y en El Quijote. Alcanzó su máximo esplendor en la segunda mitad del siglo XIX (Juan Valera, Pereda y Galdós), aunque sin llegar al punto de rigurosidad de los cánones establecidos por la escuela de Balzac.

En Galdós, y posteriormente en Clarín, Pardo Bazán y Blasco Ibáñez, existen claras influencias naturalistas, pero sin los fundamentos científicos y experimentales que Zola quiso imprimir en sus obras. Únicamente comparten el espíritu de lucha contra la ideología conservadora y, en muchas ocasiones, su comportamiento subversivo.

La novela realista refleja generalmente ambientes regionales, como Pereda en Cantabria, Juan Valera en Andalucía, Clarín en Asturias, etc. Benito Pérez Galdós es una excepción, pues prefiere ambientarse en el espacio urbano madrileño.

También hay que destacar el auge del folletín, con autores como Manuel Fernández y González.

El naturalismo en España, al igual

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