Iglesia Catolica

LA IGLESIA DURANTE LA EDAD MEDIA

La Iglesia Católica fue la institución más sólida y mejor organiza durante esta edad. Tenía injerencia en todo tipo de actividades. Era Teocéntrica (el centro de la vida era Dios).

Jugó un gran papel al cristianizar y suavizar las costumbres de los bárbaros.

Las principales instituciones que creó la Iglesia, fueron las siguientes:

• La Tregua de Dios: limitaba los días en que se podía pelear. Paralizaba los enfrentamientos desde la tarde del miércoles hasta la mañana del lunes, y en fiestas religiosas.

• La Paz de Dios: protegía a los más débiles, desamparados y a los objetos sagrados.

Los cristianos que no cumplían las reglas eran castigados con:

Excomunión: muerte del fiel para la vida cristiana.

Interdicción: clausuraba los templos y prohibía la celebración de la misa en un territorio dado. Se le aplicaba a señores excomulgados que persistían en su rebelión.

Inquisición: fue creada tras el surgimiento de varias herejías (movimientos religiosos contrarios a los Dogmas eclesiásticos).

Era un tribunal eclesiástico que perseguía a los herejes. Usaba métodos secretos para descubrir al culpable, y empleaban la tortura como medio para que reconocieran su culpabilidad.

ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA

La Iglesia era un poderoso y rico estado, encabezado por el Papa.

Su lengua era el latín y Roma su sede.

Los clérigos se dividían en Secular y Regular.

CLERO SECULAR Compuesto por sacerdotes, arzobispos, obispos y párrocos que vivían en sociedad y no en un monasterio.

CLERO REGULAR Formado por monjes que llevaban una vida retraída, en soledad, siguiendo reglas.

No intervenían en actividades administrativas de la Iglesia. Su influencia fue demostrada cuando algunos de sus miembros llegaban a ser Papas, y desempeñaban un gran papel.

LOS CONVENTOS

Eran grandes conglomerados de edificios donde se desarrollaba la vida de los monjes

QUERELLA DE LAS INVESTIDURAS

Uno de los grandes problemas de la edad media fue la lucha de los monarcas por influir y mandar sobre la Iglesia y los Pontífices, o sea, para determinar quién debía investir a los sacerdotes con la calidad de tales.

Durante el gobierno de Otón I, Emperador del Sacro Imperio Romano Germano, los emperadores llegaron a establecer una gran tutela sobre la Iglesia.

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