LA EXPERIENCIA ESCOLAR INCLUSIVA COMO RESPUESTA A LA EXCLUSION RESUMEN

LA EXPERIENCIA ESCOLAR INCLUSIVA COMO RESPUESTA A LA EXCLUSION

RESUMEN

Hablar de la problemática que trae aparejada la inclusión en las escuelas, no solo remite a analizar la mirada y el abordaje que se hace del fracaso escolar, de las dificultades en el aprendizaje de los niños y las niñas, y las particularidades que asume la diversidad sociocultural en las escuelas.

La comprensión genética de los alumnos, la comprensión del otro en su identidad sociocultural, requiere de un proceso de aprendizaje permanente por parte de los actores de la cotidianeidad escolar. Conocer las formas del capital cultural de origen de los alumnos, llegar a comprenderlas, es una tarea reflexiva y sostenida en el tiempo.

Comprender a los estudiantes significa ampliar el conocimiento que se tiene de ellos, abordarlos en su complejidad desde los contextos socioculturales singulares que viven sus vidas, muchas veces atravesadas por las constricciones de la pobreza, pero sin establecer juicios condenatorios en virtud de estos condicionamientos de entrada. Diagnosticar no es condenar.

INTRODUCCION

En este sentido, si hablamos de inclusión, hay algunas cuestiones que conviene volver a pensar. En principio, la instalación masiva del concepto lo ha hecho “políticamente correcto”: Todos coincidimos en las condiciones materiales que deben estar dadas para que los niños completen su escolaridad. Sin embargo, debemos reconocer que a veces la exclusión educativa también se relaciona con prácticas escolares francamente excluyentes. Hay niños que se mantienen escolarizados, pero están afectados por un alto grado de riesgo de deserción.

Comprender las identidades culturales de los estudiantes, es decir, sus modos de ver, pensar y hablar el mundo, implica un saber ponerse en el lugar del otro. No hay modo de llegar subjetivamente al otro con el rechazo, con la negación de su singularidad.

HIPOTESIS

En los tiempos actuales ¿es la escuela realmente una institución donde niños y jóvenes encuentran un espacio de inclusión en respuesta a sus contextos socioculturales, o solo es una estrategia aparente para obtener alumnos que “están” pero “no existen”?

DESARROLLO

El desafío de la escuela por conocer las condiciones socioculturales de los estudiantes no debe conducir a realizar un diagnóstico sociocultural condenatorio de los mismos, que lleve a reproducir sus desventajas iniciales. Repensar discursos, que se asientan en frases como “no vale la pena enseñarles mucho porque no terminarán la escuela o terminarán siendo peones como sus padres”, es unos de los principales retos de los docentes que enseñan y de los equipos directivos que conducen instituciones escolares en contextos difíciles. Lo difícil no es imposible.

Pensar a la escuela como constructora de subjetividades, y el lugar potencial de los docentes en ello, implica identificar cierta posibilidad de mejorar las condiciones en las cuales los alumnos van trazando sus trayectorias. El intento apunta a

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