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LA TROPA VIEJA


Enviado por   •  13 de Enero de 2014  •  6.641 Palabras (27 Páginas)  •  737 Visitas

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El general Francisco Urquizo llamada el novelista de soldado, vio la primera luz en San Pedro de las colonias, Coahuila, en Junio de 1891, hijo de agricultores algodoneros.

Curso en Torreón, siguió un carrera comercial hasta 1910, se lanzó a la Revolución al frente de un grupo de peones de la hacienda.

Al triunfo de Madero ostentaba el grado de Capitán bajo las órdenes del general Emilio Madero. El presidente electo de Don Francisco Madero le llevo al ejército regular con el grado de subteniente de caballería, formando parte de la Guardia Presidencial.

Continúo con Madero hasta la muerte de este durante la Decena Trágica, incorporándose después a las fuerzas de Venustiano Carranza.

Durante este tiempo alcanzo el grado de general de la brigada participando en las campañas contra Victoriano Huerta y posteriormente con las fuerzas convencionalistas y felixistas en Veracruz.

Tuvo un mando de Batallón de Zapoteros y organizo una brigada “Supremos Poderes”

En su importante carrera militar desempeño muchos puestos importantes entre ellos comandante militar en la Plaza de México, Jefe de armas en Veracruz, jefe de departamento del Estado Mayor y Oficial Mayor, y el ultimo comisión de desempeño a lado de Carranza.

A raíz de la muerte de Carranza quedo postergado y estuvo fuera del ejército por largos años. Alternado sus deberes militares con el hábil manejo de la pluma trazo con vividos rasgos los episodios y sucesos revolucionarios, el general Urquizo tiene en su haber como novelista no meno de 20 obras.

Tropa Vieja menciona la vida cuartelera de principios de siglo, con las crueldades.

Va marcando la vida de Espiridion Sifuentes de humilde mozo de la hacienda que en un día como cualquiera amanece uniformado y sujeto a la disciplina militar del porfirismo, de los primeros combates revolucionarios y la el infierno de fuego y tremendas pasiones que se desatan en la toma de Torreón y la Decena Trágica.

En la hacienda de Lequeitio, el compadre Celedoni y EspIridion Sifuentes tuvieron una borrachera con mezcal, se pusieron ha hablar mal de los gachupines dueños de la hacienda, se pusieron a cantar tragedias, cuando un mayordomo fue a llamarles la atención, no le hicieron caso aunque lo haya mandado el amo, le mandaron decir groserías, a señor Amado, gritando Viva México, gachupines etc….

Llegaron con machetes y un juez con la bara de la justicia y su compadre muy sumiso de levanto para se, pero Espiridion agarro una piedra y le dio al juez, en el estomago. El compadre le comenta que se lo iban a perjudicar ya que le había dado una pedrada a la autoridad, lo cual huyeron a un rancho llamado la pinta.

Se quedaron dormidos y cuando despertaron ya tenían la acordada de Marcos Nájera, les echaron los animales y los agarraron a cintarazos, y los llevaron a la cárcel de la hacienda, lo cual pensó que le iba a ir mal ya que los españoles le tenían mala voluntad, querían hablar con don Julián para pedirle perdón, llego acompañado de Nájera y empezaron a explicarle de lo sucedido y al compadre lo perdonaron y a Epiridion por ser atrabancado decidió meterlo de soldado, y pensó que serian 5 años de soldado a fuerzas.

Se despidió de su madre y su compadre lo cual le encargo mucho a su mama que no se la fuera dejar desamparada, y por ultimo se despidió echándole la bendición.

Después partieron con Nájera, amarrados de las manos en la espalda, colgado sus pertenencias, camino a Santa Teresa.

Después de un buen rato de caminar cuando se caía lo agarraba a cintarazos, y seguía caminando adolorido, cuando salían de los linderos de la hacienda, se toparon a un gachupin y comento que iba a ser buen soldado de la federación, y echándole malas palabras y se dirigieron a San Pedro. Era la ley Fuga que manejaba a su antojo el juez de la Acordada.

Después llegaron a Santa Teresa ya los esperaban los españoles.

Durante todo el camino sufrieron maltratos y hambre, después entraron al barrio del Mezquite Charro, llegaron a San Pedro y los recibió el acalde, había un retrato de Morelos y Porfirio Díaz. Ahí los insultaron, después los llevaron a una estación, los llevaban a Torreón, el tren se detuvo en Hipólito, después partió a Monterrey y se dirigieron a los cuarteles ahí trataron de descansar p ero se escuchaban muchos ruidos y cada dos horas entraba un cabo, al amanecer escucharon la diana, y dieron pase de lista.

Comenzaron allegar los jefes: el mayor, el teniente, el coronel; dándole novedades, presentando a todos los soldados, preguntándoles su edad y nombre Sifuentes y 18 años, los dieron de alta en la segunda compañía, los raparon, uniformaron llevándolos con el capitán Sales.

Después les leyeron las leyes penales militares, después los llevaron al cuartel, mencionándole que solo tienen un metro de terreno, después pasaron al patio y estaba lleno de soldados, les dieron un baño con agua helada, ahí le robaron su cobija y se peleo con un cabo superior por lo cual tenía que tenia que obedecerlo.

Después tocaron las cornetas les mando hablar un cabo solo para molestarlos e insultarlos, e indicarles las posiciones de las filas y mandos, todos estaban azorados por la explicación, de nuevo les pasaron lista, en la noche pasaban las mujeres, ahí Vivian más de 850 hombres,36 oficiales y 3 jefes de batallón, sin contar las soldaderas, era una casa echa de piedra con bardas grandes para que nadie pudiera escapar, estaba muy bien dividido el cuartel cada día hacían las mismas rutinas, después los formaron a todos, y un soldado viejo les comenta que cuando juraban bandera y esta se defiende a tiros en los combates y por la que se mata mucha gente. En la entrada principal tenia un letrero noveno batallón de infantería.

En el interior de las cuadras había también letreros “Todo militar se manifestara siempre conforme con el sueldo que goce y con el empleo que ejerza” “Todo inferior que se exprese mal del superior, en cualquier forma será castigado severamente” “El que tuviere orden de conservar un puesto, a toda costa lo hará hasta perder la vida”

Así como estaba dividido el cuartel también era el batallón, tenían horario para todo y toques de la misma manera.

Los cabos los traían al remolque no descansaban, sino entendían por las buenas eran por las malas, parecían animales amaestrados a la voz de mando y siempre con un chicote en la mano.

Cuando cantaron el himno nacional y tocaron la marcha de honor, el teniente con la bandera en mano derecha llevaba

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