La Etnografia Y El Maestro

LA ETNOGRAFÍA Y EL MAESTRO

La enseñanza y la investigación educativa no han gozado de una feliz asociación. A muchos maestros, gran parte de la investigación educativa les parece que no tiene razón de ser. Apenas participan en la iniciación y conducción de la investigación. Los problemas seleccionados para el examen no son sus problemas. Se los define con muy escasa atención a las complicaciones cotidianas de la tarea del maestro y se los expone en una jerga incomprensible en medio del misterio metodológico. A continuación reproducimos un comentario típico de un maestro. «Algo en ello parece muy artificial. Parece un simple medio para un fin. Un trozo de papel que se entrega al final a la persona que ha realizado la investigación, para probar que ha dejado satisfechos a los examinadores.

La investigación real carece de significa- do en sí misma, y es ajena al trabajo concreto de cualquier maestro... No me parece que se tome siempre realmente en serio al maestro en la clase... y tanta teoría... no tiene mucho que ver con la realidad de lo que sucede en una aula o en una escuela.» (Citado en May y Rudduck, 1983) Una de las razones principales de este abismo entre maestros e investigadores reside, me temo, en el simple hecho de que gran parte de la investigación educativa no ha sido realizada por maestros. No se trata de que sea ajeno al interés de los maestros, sino de que, para que el objetivo principal de la investigación atañera a la práctica del maestro, tendría que ser orientada de otra manera, así como habría que aclarar también los nexos vinculantes. Los maestros podrían quejarse de exceso de filosofía y de teoría y de falta de atención suficiente al modo en que la investigación se relaciona con la práctica. La definición de etnografía que se menciona en la lectura “Descripción del modo de vida de una raza o grupo de individuos” y según el autor presenta condiciones particularmente favorables para contribuir a zanjar el hiato entre investigador y maestro, entre la investigación educativa y la práctica docente, entre la teoría y la práctica. La situación ideal es la de amalgamar la producción de conocimiento y la demostración de su aplicación a la práctica educativa. Son los maestros quienes deben especificar los problemas y sería necesaria una internalización del método de investigación por parte del maestro o de conocimiento pedagógico por parte del investigador. La aportación de conocimiento académico a la práctica docente es muy escasa y por eso se emplea mucho conocimiento anecdótico “de receta”.

Entre la etnografía y la enseñanza hay paralelismos que las convierten en co - empresas eminentemente adaptables entre sí. Además la etnografía y la enseñanza son una mezcla de arte y ciencia. La etnografía y la enseñanza tienen cierta afinidad, la observación, la sensibilidad emocional, la valoración

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