La Ilustración Francesa

La Ilustración fue un movimiento intelectual con precedentes en Inglaterra y Escocia que fue principalmente promovido por los franceses a finales del siglo XVII. Este siglo es conocido como "La Era de la Razón", ya que se trató de establecer una filosofía basada en el axioma y el absolutismo como bases para el conocimiento y la estabilidad.

Tomando en cuenta que la ética es un conjunto de valores que gobiernan la conducta individual y colectiva, durante la época de la Ilustración se considera que la ética tenía una visión panteísta del universo donde Dios y la Naturaleza eran uno. Este concepto fue moldeado por Baruch Spinoza (1632-1677), quien fue uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII y un iniciador del ateismo. Su pensamiento traslada la visión del mundo de Galileo, que dice que el mundo está sujeto a unas determinadas leyes, por lo que buscará cuales son las que regulan a la sociedad. En este punto coincide en parte con Descartes y Hobbes (quienes eran los filósofos más conocidos en esa época), pero con la singularidad de que Spinoza busca además las leyes que rigen la moral y la religión. Así Spinoza entra de lleno tanto en la moral como en la religión, intentando introducir la razón en ambas esferas, para lo que usa un método racional.

Pero el principal exponente de la ética de la Ilustración Francesa fue Immanuel Kant, cuyos trabajos se centran en una meta: la búsqueda de una ética o principios con el carácter de universalidad que posee la ciencia. Ya que esto varía más un concepto de deontología, se explicará más adelante desde un enfoque deontológico.

Siguiendo la línea de Spinoza, la moral, cuyo significado actual define "la manera como las personas ponen en práctica sus criterios éticos", el autor explicó que los valores (criterios éticos) son creaciones humanas arbitrarias. Esto quiere decir que las personas actúan de manera convencional, ya sea ésta una acción o decisión injusta o no. Ésta sin duda, ha sido una de las afirmaciones más importantes y más problemáticas que realizó.

En temas de deontología, el principal exponente fue Immanuel Kant (1724-1804), primer y más importante representante del criticismo y precursor del idealismo alemán. La ética kantiana está contenida en lo que se ha denominado como sus tres obras éticas: Fundamentación de la Metafísica de las costumbres, Crítica de la razón práctica y Metafísica de las costumbres. Como ya se mencionó antes, Kant se caracterizó por la búsqueda de una ética o principios con el carácter de universalidad que posee la ciencia. Para la consecución de dichos principios Kant separó las éticas en: éticas empíricas (todas las anteriores a él) y éticas formales (ética de Kant).

Este nuevo planteamiento acerca de la ética provoca importantes replanteamientos de la ética a partir de Kant.

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