Las Nuevas Instituciones Formadoras De Docentes

Las nuevas instituciones formadoras de docentes: Escuelas normales rurales y escuelas regionales campesinas. Las escuelas para maestros y para campesinos.

Para establecer un sistema nacional de escuelas rurales se necesitaban miles de maestros e instituciones equipadas para prepararlos, es decir, Escuelas Normales Rurales. Estas para enseñar a los niños de las comunidades rurales.

Su labor, fruto de la improvisación y de la experimentación no alcanzo sus objetivos. Los hombres que las proyectaron incluso Moisés Sáenz tenían tres objetivos básicos. Uno era preparar maestros para enseñar en los miles de salones de clase. Otro darles una preparación formal y finalmente incorporar en su programa a las pequeñas comunidades circundantes.las normales recibían 100 alumnos con 4 años seleccionados entre los hijos de los ejidatarios y de los pequeños agricultores de la región. Se limito a 2 años. Las normales se establecieron en haciendas o conventos abandonados.

Las primeras instituciones no tuvieron éxito completo. No tenían ni personal ni equipo para realizar el programa agrícola y otras no tenían tierra.

La política del programa requería de 4 a 6 años de estudio previos: la edad mínima era de 16 años para niños y 14 años para niñas aunque era difícil encontrar aspirantes para la zona rural en donde dejaban las escuelas antes de cumplir el mínimo de edad.

Los graduados de las normales del trabajo agrícola y no podían orientar y dirigir a las comunidades en que servían.

Al mismo tiempo se desarrollo el sistema de Escuelas Centrales Agrícolas. El uso eficiente de la tierra requería de hombres y mujeres que conocieran las técnicas modernas y para capacitarlos se estableció la primera en 1925 y 5 mas en los años siguientes. Se enseñarían a pequeños agricultores y ejidatarios. Al recibir sus diplomas recibirían tierras de las autoridades agrarias y fondos para comprar equipo y materiales de los bancos ejidales.

Cometieron errores por presiones políticas y por iniciar el programa establecieron sus institutos en el centro del país. También en la selección de alumnos hubo errores pues se suponía que asistirían los hijos de ejidatarios y de pequeños agricultores de la región y de los alumnos inscritos el mayor porcentaje era de la clase hacendada, empresarial, comerciante y profesional y que no pensaban dedicarse a trabajar las tierras de México.

Las centrales se convirtieron en escuelas profesionales a las que acudían todos los que deseaban obtener una educación técnica superior.

Otro error del programa era que el banco ejidal proporcionaría fondos y equipos para trabajar la tierra, se separo a los bancos de las escuelas y entonces los alumnos volvían a las ciudades.

Las centrales necesitaban agrónomos y pedagogos. Los agrónomos no tenían los conocimientos generales que eran necesarios para enseñar y los pedagogos sabían enseñar pero no tenían la práctica.

Bassols y sus colaboradores insistían en que la educación del campesino tendría que ver el aspecto económico o sea ayudar en las necesidades de la vida rural.

Los maestros rurales se preparaban en una escuela en donde se resolvían problemas prácticos.

Por medio de la Regional Campesina Bassols atacaron las viejas fallas

Como cerrar las puertas de los campesinos a quienes no fueran hijos de ejidatarios, de pequeños agricultores y de artesanos locales.

Para enraizar a los maestros en la comunidad solicito al Congreso les permitiera compartir las tierras del pueblo con los ejidatarios.

Obtendrían un ingreso extra y el educador recibiría un nombramiento para enseñar en una escuela rural y tierra en la comunidad.

La Regional Campesina era un internado para ambos sexos, recibían de 100 a 200 alumnos. Su programa de 2 años se centraba en la agricultura y la pequeña industria, a las mujeres se les ofrecía cursos de economía domestica que las prepara para los deberes del hogar. En los hombres, el que terminaba sus estudios era un agricultor práctico, un líder de la comunidad cuyas influencias abarcaban el campo y el hogar.

La campesina ofrecía cursos avanzados de agricultura que lo preparaban para ocupar puestos en los bancos agrícolas o en las misiones culturales.

Los políticos de 1940 a 1950 recurrieron al sistema tradicional de educación y se modifico el programa de estudios. En las normales se amplió a 6 años, 3 de estudios secundarios y 3 de especialización en pedagogía. Las normales rentaron sus tierras y los estudiantes observaban, pero no trabajaban la tierra ellos mismos.

Las normales no eran responsables de la falta de maestros calificados, se impuso la improvisación y la falta de fondos para pagar salarios adecuados reducía el número de personas dispuestas a enseñar.

La falta de líderes capaces en las escuelas del pueblo impedía el progreso cultural y el desarrollo de la democracia.

En 1946 Torres Bodet organizo el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio.

Sáenz escribía que enseñar a leer, escribir a sumar es juego de niños “comparado con lo que deber hacer el maestro rural. El maestro era trabajador social, medico, y enfermero

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