Linea Del Tiempo Sobre La Escritura

En este ensayo, Octavio Paz sostiene y defiende mediante la exposición de distintos argumentos, la postura de que el mexicano es un ser que se mantiene oculto detrás de distintas máscaras, máscaras que le sirven para mantenerse apartado de los demás, que le funcionan como una barrera con el resto de las personas y el mundo exterior, pero como consecuencia se mantiene alejado de sí mismo sin conocerse.

Dichas máscaras pueden manifestarse de distintas formas, ya sea a través de mentiras; a través de costumbres y tradiciones; a través de comportamientos marcados como correctos por la sociedad; a través de creencias erróneas o la preferencia de ciertas formas y modos; sea como sea la máscara y la manifestación de ésta, la razón por la que los mexicanos usan cualquiera es la misma: el temor a abrirse a los demás y que entonces se le haga daño en su intimidad y por ende se mantiene cerrado y hermético sin dar a conocer lo que en verdad es, manteniéndose en silencio y oculto.

Con ayuda del uso de unas cuantas licencias literarias y utilizando y jugando con el lenguaje de manera muy bonita, Octavio Paz trata de convencernos de que el mexicano no es nada, que debido a sus muchas máscaras y apariencias que guarda llega el momento en que deja de ser alguien y se convierte en nadie. Cuidando tanto las apariencias para mantenerse cerrado y en su intimidad, el mexicano se vuelve sólo Apariencia; y por tanto disimular, el mexicano se vuelve transparente y disimula a los demás, de modo que al final todos se vuelven ninguno. Esto es lo que defiende Octavio Paz.

Sin embargo, a pesar del uso de palabras bonitas, Paz defiende su tesis con el apoyo de costumbres, tradiciones y comportamientos observados en la generalidad de los mexicanos; pero no se ayuda en otras cosas, como por ejemplo investigaciones previas. Es por eso que al leer su ensayo uno llega a preguntarse: “¿Tiene razón y fundamento lo que me dice?, ¿En verdad es una constante del mexicano que se mantenga cerrado o es sólo un sector de la población?”

Puede que Octavio Paz tenga razón, que el mexicano es un ser oculto en su hermetismo y que no le gusta ser molestado en su intimidad; sin embargo, la falta de apoyo en autores y/o investigaciones, provoca que el lector dude de la veracidad de su tesis, ya que su perspectiva puede ser muy distinta a la de Octavio Paz, y pensar que este último sólo trata de lavarle el cerebro con argumentos muy bien estructurados para que suenen reales.

No se duda de la gran capacidad literaria de Octavio Paz, ni que sea una de las figuras mexicanas más marcadas y reconocidas de la historia de México, sin embargo hay que reconocer que en este ensayo particular (habría que analizar los demás), tiene algo de razón, pero le faltó apoyarse en algo más que mera observación, pues así como puede convencer a muchos, otros tantos dudan de su veracidad y entonces

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