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Los Diferentes Espacios De La Clase: Su Significado Social


Enviado por   •  14 de Diciembre de 2012  •  5.115 Palabras (21 Páginas)  •  981 Visitas

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• CUENTO EN CADENA

INSTRUCCIONES: Se les solicita a los docentes realizar un cuento en cadena de manera verbal (puede darse un tema específico, o dejarlo abierto como decida empezar el primer participante) posteriormente cada integrante irá aumentándole a ese cuento dándole secuencia.

OBJETIVO: Desarrollar la creatividad en el docente.

• LA PUERTA CREATIVA

Se dibujará en el suelo una línea que simulará ser una puerta. De un lado, está el facilitador, del otro, el resto del grupo. Un participante del grupo tocará la puerta y se establecerá el siguiente diálogo:

Facilitador: está cerrada la puerta creativa, si quieres entrar tendrás que abrirla.

Participante: ¿Qué tengo que hacer para abrirla?

Facilitador: ¿qué harías si te regalo este pedazo de plastilina?

El participante deberá inventar que haría con la plastilina, de tal manera que si su invento es creativo puede pasar. Se le da el pedazo de plastilina para que comience a hacer su invento, si su invento no es creativo, esperará su turno al final de sus compañeros y volverá a intentarlo; una vez que pasaron todos los integrantes el facilitador los alentará y felicitará por haber abierto la puerta creativa.

Al final se establece un diálogo sobre la actividad realizada.

Objetivo: Desarrollar la fluidez de ideas, proporcionar la flexibilidad de pensamiento, contribuir al desarrollo de la redefinición o elaboración de ideas, estimular la originalidad de pensamiento, estimular el sentido del humor, favorecer una actitud de enfrentamiento de obstáculos, contribuir al incremento y conocimiento del proceso creativo.

Material: plastilina, local amplio,

• EL CABALLO

Objetivo: favorecer la creatividad para resolver problemas, el trabajo en equipo, mejorar comunicación, observar dinámica del grupo.

Procedimiento:

El asesor dirá al grupo que van a realizar un ejercicio y sin ninguna otra explicación comenzará a platicarles como si fuera algo que le sucedió a él mismo, lo siguiente:

“La semana pasada me invitaron a la exposición ganadera y fui con mi amigo Carlos. Estábamos entusiasmados con lo que veíamos, cuando llegó un señor con un caballo blanco precioso, me gustó muchísimo, le recordé a mi amigo lo que ya le había platicado anteriormente sobre cuánto me gustaría comprar un caballo. Le pregunté al dueño en cuanto lo vendía: en $14,000 me respondió. Traté de que me lo dejara más barato, mientras mi amigo me preguntaba para que quería un caballo y me hacía ver lo que implicaba tenerlo en la ciudad, en qué lugar iba yo a dejarlo, etc. Yo no lo escuchaba: acariciaba al caballo y casi sin darme cuenta saqué el dinero y lo pagué al dueño. Muy contento con mi compra intenté seguir adelante. Mi amigo estaba enojado y me repitió lo que me había dicho hacia un momento, yo no lo quise escuchar, pero en el fondo comencé a inquietarme; sabia que él podría tener razón… pero yo quería mi caballo.

Un rato después se apareció el antiguo dueño y cuando me vio dijo: - “señor, vengo a pedirle que me regrese mi caballo”-, yo quería y no quería deshacerme del caballo, le dije que no, que yo lo había comprado, que era mío. Entonces me ofreció pagarme $15,000 por él. Hice como que no quería, pero al fin se lo vendí, con la consecuente cara de satisfacción de mi amigo y mi sentimiento de haber condescendido a pesar de lo que yo quería.

Seguimos caminando y me di cuenta que aunque ya no hablábamos del asunto, yo buscaba con los ojos al caballo. En un momento volví a encontrarme con el dueño y le dije sin mucho pensarlo: “devuélvame mi caballo, le doy $16,000 por él”. Mi amigo estaba indignado con lo que él consideraba una tontería, pero el dueño, después de un momento de regateo, me vendió el caballo.

Carlos ya no me dirigía la palabra; en su mente la hora de la verdad iba a llegar cuando yo no tuviera forma de llevarme mi caballo en el coche; ni tampoco la posibilidad de irme montado en él. Yo mismo comencé a pensar en este problema; además, en muchos otros que me comenzaba a ocasionar el ser dueño de un caballo.

Ya casi obscurecía cuando mi problema me pareció cada vez más grande; entonces me volví a encontrar con el ex dueño del caballo quien me dijo: “¡qué bueno que lo encontré! Vengo a comprarle mi caballo”. Yo me quise resistir aparentemente, pero la verdad es que yo no sabía qué hacer con el caballo y, como si no me interesará le pedí por el $17, 000; el ex dueño no estaba muy contento pero me los pagó.

El asesor se detiene aquí y pregunta al grupo “¿Qué pasó?, ¿gané?, ¿perdí?, ¿Cuánto?, ¿me quedé igual?”.

Algunos miembros del grupo se van a apresurar diciendo: “¡ganaste! $1,000 otros dirán “¡ganaste $3,000!” otros : “¡ganaste $2,000!”, otros : “¡ganaste en dinero, pero perdiste lo que querías”. Algunos dirán: “quedaste igual”. Etc.

El asesor no debe decir nada solo anota en un pizarrón lo que le van diciendo, y les dirá: “Vamos analizar el problema desde el punto económico; así es que formen un solo grupo los que dicen que gané $1,000; otro los que dicen que gané $3,000; otro, los que dicen que quedé igual. Etc.”

El grupo comenzará a movilizarse; algunos se quedarán solos en su lugar haciendo cuentas, otros esperarán a que se les a cerquen los demás, y otros comenzarán a discutir. El asesor les aclarará que se trata de que cada subgrupo se ponga de acuerdo, fundamente su solución y se acerque a los otros subgrupos para tratar de convencerlos y a la vez escuchar sus argumentos, y si alguno se convence de que están equivocados, puede cambiar de subgrupo, o tratar de convencer a los otros de que ellos tienen la razón.

El asesor observará que ya casi ninguno lo escucha; todos quieren sacar la solución y demostrar a los demás que ya la encontraron; otros reconocerán que se equivocaron y se acercarán a los demás subgrupos. Pueden pasar muchas cosas, pero lo más importante es que el asesor observe todo lo que pasa pues de esta observación va a depender la riqueza de la reflexión posterior.

Después de este primer tiempo, el profesor le dirá al grupo: “los que dijeron que gané $1,000 ¿están convencidos? Demuéstrenlo al grupo”. Todos van a querer hablar, les pedirá que pase al pizarrón un miembro del subgrupo;

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