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Mexico De Lazaro Cardenas


Enviado por   •  14 de Abril de 2012  •  5.896 Palabras (24 Páginas)  •  791 Visitas

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EL MÉXICO DE LÁZARO CÁRDENAS

La figura de Lázaro Cárdenas: perfil ideológico.

Lázaro Cárdenas del Río nació el 21 de mayo de 1895 en el pueblo de Jiquilpan,

Estado de Michoacán. Fue el tercero de los ocho hijos que el matrimonio formado por Dámaso Cárdenas Pinedo y Felícitas del Río Amezcua procreó. Mientras que el padre sentía simpatías por el partido nacionalista, la madre se encontraba más próxima al partido clerical. Los orígenes familiares de Cárdenas fueron humildes pero no pobres. A la edad de 14 años comenzó a trabajar en una Oficina de Rentas de donde pasó a laborar en una imprenta. Fue aquí donde entró en contacto con el ambiente revolucionario. En 1913 se unió a la Revolución donde sus conocimientos como escribiente, su valentía y su juventud, le permitieron ganarse la simpatía y la confianza de sus superiores e ir ascendiendo en el ejército revolucionario. De este período provino su amistad con el “Jefe Supremo” de la Revolución, Plutarco Elías Calles, el cual le llamaba cariñosamente “el chamaco” (niño).

En 1925, ante la aprobación de la Ley del Petróleo y el previsible rechazo que ésta iba a generar en las compañías petroleras, el Presidente Plutarco Elías Calles decidió nombrar a Cárdenas Jefe de Operaciones Militares en las Huastecas y el Istmo (zona petrolera) por ser uno de sus hombres de confianza.

A los 33 años fue nombrado gobernador de su Estado, Michoacán. Durante su desempeño público dio muestras de lo que iba a ser su política como Presidente de la República. No sólo repartió más tierras en cuatro años que las que se habían repartido en los diez años precedentes sino que expidió varias leyes de política agraria para dotar a los campesinos indígenas de tierra. Su etapa como gobernador de Michoacán la alternó con la presidencia del PNR entre noviembre de 1930 y agosto de 1931.

El 1 de diciembre de 1934, a los 39 años, Lázaro Cárdenas asumió la Presidencia de la República Mexicana tras veintiún años de combate revolucionario a sus espaldas. A pesar de que sabía que iba a vencer en las elecciones, Lázaro Cárdenas realizó una gira por todo el país para darse a conocer y tener contacto, de primera mano, con los problemas que aquejaban a los mexicanos que se encontraba a su paso.

Lázaro Cárdenas gobernó en contacto con el pueblo, demostrando su sensibilidad social y defendiendo siempre los intereses de las clases más humildes que en México eran y siguen siendo, en su mayoría, los indígenas. Ese contacto con la a menudo miserable situación del pueblo, se expresará luego en una dinámica, sincera e insobornable lucha por su reivindicación”. Las primeras decisiones del General al llegar al poder fueron en este sentido, como explica

Sin pretender caer en una interpretación personalista de la Historia y mucho menos en la realización de un retrato hagiográfico de la figura de Lázaro Cárdenas, es pertinente constatar, no obstante, que el general Cárdenas llegó a la Presidencia de la República tras una trayectoria político-militar sin mácula en su desempeño público. En un país tan azotado por la corrupción y las corruptelas políticas, en el que los grandes propietarios de las compañías internacionales acostumbraban a comprar la voluntad de las autoridades a placer, Cárdenas simbolizó la excepción. Durante su labor como gobernador del Estado de Michoacán o como Jefe de la zona Militar de la Huasteca, Cárdenas se ganó el respeto por su insobornable honradez

Ello conduce a un punto sumamente importante para entender la política del General Lázaro Cárdenas: sus firmes convicciones políticas y su honda defensa de los más desfavorecidos, fueran estos individuos o naciones. Algunos han confundido esta profunda preocupación por los problemas de las clases bajas y los excluidos sociales con un talante “populista”, apelativo utilizado de manera reiterada y superficial por muchos analistas, principalmente europeos o anglosajones, cuando se trata de caracterizar una realidad política, la latinoamericana, que no acaban de comprender en su conjunto. Una categorización que es inexacta, a la par que injusta, al dotar de sentido peyorativo las políticas públicas diseñadas para beneficio de las mayorías sociales.

El revolucionario mexicano Francisco J. Múgica, compañero de Cárdenas y, para algunos, su maestro ideológico, trazó unas líneas que pueden ayudar a comprender el carácter personal, la imagen pública y el valor militar del General Cárdenas:

“Es sobrio y sencillo para comer como lo es para hablar; prudente como un viejo, cauto como un estadista, enérgico como un soldado, modesto como un hijo del pueblo y generoso y comprensivo con el dolor ajeno y las aspiraciones honradas del de abajo”

Resaltar estos aspectos de su personalidad no es baladí puesto que ellos influyeron profundamente en su perspectiva política. Los orígenes humildes de Lázaro Cárdenas, así como su experiencia revolucionaria, condicionaron su visión de la realidad social dotándole de una mayor sensibilidad y empatía hacia los problemas de los más desfavorecidos.

En el presente trabajo se destacan los aspectos de la ética personal de Lázaro Cárdenas, porque la conducción que éste hizo de su gobierno fue muy personalizada, tomando en ocasiones decisiones con las que parte de su gabinete no estaba de acuerdo. Un aspecto que, como se ha comprobado, se vio facilitado por el fuerte presidencialismo del sistema político mexicano.

Por supuesto, no todas las opiniones eran favorables al General Cárdenas. Algunos autores hablan de su “poder paternalista”, su “impermeabilidad a la crítica” o su “orgullo exacerbado”. Asimismo, sus rivales políticos destacaban la astucia del General y su gran habilidad política. En palabras del dirigente del PRI y gobernador de San Luis Potosí, Gonzalo Natividad Santos:

Ideológicamente, el General Cárdenas se inscribiría en lo que algunos han denominado “el socialismo nacionalista latinoamericano”, corriente de pensamiento que se dio en varios países latinoamericanos en la época y que tenía como postulados una simpatía hacia los principios socialistas pero sin asumir el marxismo como principio ideológico. La perspectiva de análisis era más bien nacionalista y desarrollista. A pesar de que Cárdenas pudo apoyarse en determinados momentos en las fuerzas que aglutinaba el Partido Comunista Mexicano (PCM), ganándose incluso el respeto de los comunistas mexicanos, Cárdenas no fue un comunista sino un revolucionario mexicano. Si bien cabe admitir que el marxismo tenía gran aceptación y simpatías entre

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