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Modelo Agroexportador De Venezuela


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2014  •  2.999 Palabras (12 Páginas)  •  730 Visitas

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La actividad agro-exportadora constituyó la base en torno a la cual se estructuró y consolidó la formación social venezolana, durante más de cuatro siglos, esta actividad representó la única fuente generadora de excedentes significativos, entre los cultivos exportados tenemos el cacao, el café, entre otros, aunque la vinculación de la economía venezolana con esas áreas capitalistas fue de naturaleza comercial. Los capitales foráneos operaron a través del financiamiento otorgado por comerciantes extranjeros a productores y comerciantes, mediante créditos adelantados por conceptos de cosechas, pero este capital extranjero sólo fue significativo por la vía de los empréstitos gubernamentales, alcanzando, la deuda externa, niveles exagerados.

A pesar de la falta de preocupación afectiva del gobierno por el mercado interno, los comerciantes continuaron su desarrollo mientras se mantenía un estado de relativa tranquilidad sociopolítica. En 1858, al renunciar José Tadeo Monagas a la presidencia de la republica, debido al levantamiento militar de Julián Castro, se produjo en el país una gran inestabilidad, que desemboco en la Guerra Federal, la cual se extenderá de 1859 a 1863. Los efectos de esta guerra sobre el mercado fueron semejantes a los de la guerra de Independencia, con un agravante adicional producido por el hecho de que distintas facciones ocupaban partes diferentes del territorio nacional e impedían el intercambio comercial. Ello llevo a una disminución general de la disponibilidad y de la producción de bienes, lo que redujo a sus habitantes a un consumo de subsistencia.

En el último tercio del siglo XIX comenzó una animación importante de las actividades económicas. Las medidas dictadas por el presidente Antonio Guzmán Blanco lograron ampliar el mercado interno. Tras el retiro de Guzmán Blanco, a partir de 1888, se cayó de nuevo en la anarquía, pero el mercado estaba más fortalecido que en las ocasiones anteriores, lo que le permitió resistir la situación sin llegar a paralizarse como en la situaciones pasadas, e incluso se lograron algunos progresos, que permitieron entrar en el siglo XX con cierto grado de organización y alguna infraestructura básica.

El aparato productivo nacional sufrió daños, de los cuales tardaría mas de tres décadas en recuperases. Parte numerosa de la de la fuerza de trabajo urbana y rural dejo de trabajar, llamada a el servicio de armas o en fugas para evadirlo se redujeron considerablemente lo aportes del agro a la economía, tanto de los frutos diarios destinado a el consumo de la población como de los que servían de contra parte a el comercio exterior. Lo primero significó desabastecimientos y especulación, lo segundo pérdida de mercados y ausencia de productos importados añadiendo nuevos factores de desajustes a la oferta y la demanda interna. Todo se resume en abandono de sembradíos y plantaciones, a causa de lo cual la tierra tendió a volver a su estado natural. En lo respectivo a la ganadería, basta indicar las cifras de antes y después de la guerra: en 1812 se estimaba 4.500.000 cabezas la suma de rebaños vacunos, caballar y mular, reducida a 256.000 cabezas en 1823. Para alimentar a sus soldados, transpórtalos y acarrear sus bagajes. La guerra consumió casi toda la ganadería nacional otro hecho de suma gravedad para el aparato productivo nacional fue la pérdida de vidas humanas. 1810 se estimaba que la capitanía general tenia no menos de 800.000 habitante, en 1825 fue calculada la población en 659.633 almas. Las pérdidas fueron casi íntegramente de fuerza de trabajo.

La sociedad desplegó una intensa actividad entre 1830 y 1834, en este breve periodo se produjeron en su seno provechosos debates de carácter económico; se divulgaron conocimientos destinados a servir de orientación a los productos agropecuarios; fueron presentados planes y propuestas con la intención de mejorar los manejos comerciales y financieros, incluida la creación de un banco mercantil; se hicieron interesantes recomendaciones a los poderes ejecutivo y legislativo, la mayoría de ellas desatendidas.

De particular importancia fue el debate acerca de la significación de la economía y sus bases teóricas en una sociedad concreta-la venezolana-, a Adam Smith (sobre la base del contexto traducido por José Alonso Ortiz) y adopto una posición liberal más cercana al modelo clásico que la observada por el gobierno.

En los últimos doce años del siglo XIX y en el primer decenio del siglo XX, el país sufrió una era de inestabilidad política unida a una caída de los mercados externos, sobre todo el café por la competencia brasileña, y otros rubros que, de nuevo, deprimieron el mercado interno. Sin embargo, la solidez de la organización e infraestructura ya creada permitió no solo resistir esa situación sino estar en condiciones de poder recuperarse con más facilidad que antes.

El cambio posible para ese momento era la adopción del liberalismo. Venezuela e acogió entonces a él sin experiencia en el manejo de sus mecanismos y con una economía desfalleciente, dejada al libre juego de las fuerza del mercado. Desde el año 1840 se constató que los resultados habían dejado de ser satisfactorio para una parte de los más connotados dirigentes nacionales de la economía y la política.

El pensamiento económico tuvo de esa manera la difusión Y ejercitación necesarias en el país aplicación del esquema liberal, los problemas persistirán por el resto del siglo XIX.

EL CAFE

Es un arbusto, de hojas muy lisas y relucientes, de color verde oscuro, del género coffea, que se cultiva en los trópicos. Sus flores son blancas y sus frutos son unas semillas rojas, similares a la cereza. Esta planta proviene de Africa y de Arabia. La variedad que se cultiva en Venezuela proviene de Etiopía. Los árabes fueron los primeros en cultivarlo y convertir sus semillas en una bebida maravillosa, de sabor agradable y grato aroma, que nos levanta el ánimo y revive el espíritu, cuando estamos cansados.

El café pasa a Europa gracias a los holandeses, quienes lo cultivaron primero en la isla de Java. Posteriormente llevaron unas plantas al Jardín Botánico de Amsterdam en 1690. En 1714 fue llevado a París y de allí a América en 1723, cuando el Alférez Gabriel Mathieu de Clieux, desembarca en La Martinica, en las Antillas. El café se sembraba debajo de las matas de plátano para darle sombra. Cuando el cafeto crecía, entonces los plátanos desaparecían, dejando a la planta expuesta al sol, lo cual ocasionaba su desaparición. Por otro lado, no se abonaban las tierras ni se rotaban los cultivos, lo cual producía un desgaste innecesario

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