Muros De Agua

La narrativa inicia explicando que José Revueltas formaba parte del grupo de comunistas detenidos por mantener ideas diferentes a las del gobierno. La forma, en que son trasladados de una prisión a otra en las peores condiciones.

La historia data del año 1932-1934, el sufrimiento inicia desde que los trasladan a Las Islas Marías sin que ellos los sepan, pensaban que los ejecutarían pero su destino, el cual no sabían, era aun peor.

Trataban de identificar a dónde los llevaban con sólo el ruido del motor, de las llantas, de la lluvia que en ese momento se presentaba; los “políticos”, como eran llamados, se mantenían en cuclillas y con la cabeza agachada, no podían realizar algún movimiento, gesto o sonido, ya que era probable que recibieran un golpe.

Llegaron a otro lugar que también pretendían identificar, sin embargo, los gritos de los custodios, de los reos, la lluvia intensa, no se los permitió. Al menos entre ellos lograron verse al menos unos momentos, saber que todos iban juntos era un alivio, sin embargo, la duda, la curiosidad los mantenía alerta y con temor.

Los gritos de los custodios mencionaban nombres que agrupaban a los reos por Apellido e incluso por delitos, ya que en un solo vagón, de aquellos en donde meten a los animales de carga en los trenes, se encontraban los “políticos”, ya que mencionan que eran un encargo especial.

Los vagones iban saturados de personas, no existía un lugar en donde se pudiera dormir o incluso descansar, no obstante, no se hubiera logrado. Ahora la vigilancia había incrementando, las personas que vigilaban a todos los reos parecían monstruos que ante cualquier sonido reaccionaban y callaban de forma inmediata con golpes, no tenían piedad.

Ernesto, Santos, Prudencio y Rosario llevaban la misma ropa desde hace días, no se habían aseado y sus condiciones físicas eran pésimas, el trato que recibían era indigno pero si acaso respondían, les iba peor.

En el mismo vagón se les unió un asesino al que llamaban Gallegos, en un inicio temieron y cuestionaron en silencio la decisión del general, pero después supieron que no era lo peor que les iba a pasar. Gallegos fue el primero que intentó entablar conversación, pero al menor ruido, empezó a recibir gritos de “cállate”. Rosario se decidió a preguntar ¿a dónde iban? Y fue cuando se enteraron que serían Las Islas Marías, la prisión rodeada de agua, en donde era inútil escapar, a menos que nadaras gran parte del Pacífico.

Rosario también recibió insultos y gritos, a punto de perder los estribos el custodio casi suelta un balazo, cuando Ernesto salió a la defensa y a cambió recibió burlas. La forma en que eran humillados, la calidad en la que eran trasladados, el no poder manifestar alguna palabra, mantenía en ellos sólo los buenos recuerdos, si es que los tuvieron, de cuando eran infantes.

Gallegos murió a manos de un custodio que disparó, se dice que le aplicaron la “Ley Fuga”, siendo un ejemplo de lo que puede suceder si no acatan la órdenes de los superiores o quizá porque no seas del agrado de aquellos que controlan o coordinan a los reos.

Ahora se encontraban a bordo de “El Progreso” rumbo a Las Islas, muchos de los que se encontraban ahí vomitaban o no aguantaban el mareo y la sensación del mar. La muerte de Gallegos, había sido un suceso que marcó todo el viaje y del cual todos querían saber, preguntándole a los políticos sobre los detalles.

Ya en el barco, las condiciones en las que se encontraban

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