Museo De Las Intervenciones

El Museo Nacional de las Intervenciones se ubica en un antiguo convento que los franciscanos cedieron a la orden de los dieguinos en 1580, los cuales establecieron allí su noviciado y el colegio de formación de misioneros que evangelizaron Filipinas, China y Japón.

Se reconstruyen las formas de resistencia mexicana contra las intervenciones extranjeras y se explican en orden cronológico los orígenes del expansionismo estadounidense.

El Museo Nacional de la Intervenciones se ubica en el Ex convento de Churubusco, en Coyoacán, en la Ciudad de México.

El museo se crea por la carencia de un museo que explicara las distintas intervenciones armadas en México.

En este hay muchas salas, la que llamó más la atención, es la Sala de Intervención Francesa (de 1838-1839). Con las piezas que se encuentran en exhibición se explican los móviles de Francia que, a través de su “diplomacia” trataron de imponer tratados comerciales desventajoso para México, entonces utilizaron como último recurso la presencia de su armada que se encontraba en ese momento en las aguas veracruzanas.Se destaca la capacidad de negociación de los representantes mexicanos para buscar soluciones al conflicto, que era el “Derecho internacional”. .

En esta exposición se destaca principalmente la figura del presidente Benito Juárez como símbolo de la defensa de la soberanía nacional ante intereses “extranjeros”.

También explica las resistencias presentadas por los republicanos en sus diferentes fases, las condiciones que impen la supervivencia del 2° imperio y que fueron determinantes en el triunfo de la República.

Se concluye con la presentación de los principios que se generaron en este proceso (que ahora se considera de “formación naciona”), en el que muestra determinantemente las agresiones extranjeras y que más tarde quedarían expresados en la Constitución de 1917 (La actual). Quedando como no intervención, autodeterminación de los pueblos y la solución pacífica en casos semejantes, que es base de la política exterior de México.

Este museo me gusto mucho porque convivi un buen rato con mis amigos mientras aprendíamos nuevas cosas, no fue algo aburrido, es una “actividad” académica, que queda más allá de un simple apunte en nuestro cuaderno o un resumen. Tuve la oportunidad de poder entender bien todas las salas, por el contrario a mí no me tocó que un guía me explicara en el Museo de las Intervenciones, por eso creo que estaría muchísimo mejor que se brindara un mejor servicio a las personas, en especial a estudiantes con una buena explicación, algo que te deje con ganas de volver a regresar, o en su defecto, ir a algún otro museo.

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