ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Neoclasicismo


Enviado por   •  27 de Julio de 2013  •  2.033 Palabras (9 Páginas)  •  343 Visitas

Página 1 de 9

CLASICISMO

Origen

Período que se enmarca entre el Barroco y el Romanticismo. Suele fecharse convencionalmente entre 1750 (muerte de J.S.Bach) y 1827 (año en el que muere Beethoven). Es una etapa corta que marca la transición de la Edad Moderna a La Edad Contemporánea.

Se expresó en todos los dominios del arte, desde la arquitectura y la música hasta la pintura y la literatura. Aparece junto con el Manierismo, que a su vez dio paso al Barroco y éste al Rococó; siendo renovado a través del Neoclasicismo y atacado por el Romanticismo.

Criterios estéticos y estilísticos del clasicismo

En la música se suceden cambios en las grandes formas y, así, mientras desaparecen la suite coral, el preludio, el concierto grosso, la fantasía, la antigua cantata, la tocatta y la fuga, aparecen la sonata y la sinfonía, y se mantienen la variación y el oratorio. Se suprimen también el bajo continuo y la armonía compleja. Ahora el estilo es homófono o vertical (no contrapuntístico), la melodía es clara y sencilla y los ritmos no buscan el contraste sino que son regulares y unitarios. Hay un claro predominio de la música instrumental frente a la vocal. Sus máximos exponentes son Mozart (quien realizó "La flauta mágica"), Haydn ("La creación") y Beethoven (nueve sinfonías, conciertos para piano y orquesta).

La pintura neoclásica se centró en Roma. A diferencia de las típicas composiciones de frescos del barroco o del rococó, su composición es simple: sólo unas pocas figuras, en total calma, con poses semejantes a las de estatuas antiguas. Jacques-Louis David fue uno de los máximos exponentes de la pintura neoclásica y quien reflejaba la preocupación de la época por la composición lógica y clara. A comienzos de la década de 1790 los artistas empezaron a pintar imitando las siluetas representadas en la cerámica griega. El exponente más destacado de esta manifestación fue el inglés John Flaxman. Obra representativa: Juramento de los Horacios (1784-1785, Louvre, París), realizado por Jacques-Louis David.

Dado que la escultura en Europa ha estado muy influida por las formas clásicas desde el renacimiento, los principios neoclásicos han sufrido menor impacto que en otras manifestaciones artísticas. En general, los escultores neoclásicos tienden a plasmar poses contorsionadas en mármoles de colores característicos del último barroco o del rococó, preferentemente contornos limpios, una reposada actitud y formas idealizadas ejecutadas en mármol blanco. La figura dominante en la historia de la escultura neoclásica fue el italiano Antonio Canova quien buscó en el estilo neoclásico la severidad y la pureza del arte antiguo. El estilo fue llevado a Estados Unidos por Horatio Greenough. Obra representativa: Teseo y la muerte del minotauro (1781 – 1782), realizado por Antonio Canova.

El único punto de referencia conocido de la arquitectura romana antes de que se realizaran los descubrimientos de Herculano, Pompeya y Atenas era el proporcionado por los grabados de edificios de arquitectura clásica romana realizados por el artista italiano Giovanni Battista Piranesi. Los nuevos hallazgos arqueológicos encontrados proporcionaron el vocabulario de la arquitectura formal clásica y los arquitectos empezaron a inclinarse por un estilo basado en modelos grecorromanos. El arquitecto y diseñador escocés Robert Adam introdujo el estilo neoclásico en Gran Bretaña. La arquitectura neoclásica en Berlín está representada por el Teatro Real obra del alemán Karl Friedich Schinkel (1819-1821). El estilo federal (inspirado en la obra de Robert Adam) y el del resurgimiento griego (basado en los templos del siglo V), ayudaron a definir el estilo propio de la arquitectura estadounidense. Entre los edificios más representativos del neoclasicismo hispanoamericano destacan la Casa de la Moneda en Santiago de Chile.

ROCOCÓ:

Su precedente se sitúa en los inicios del siglo XVIII coincidiendo con la regencia de Felipe de Orleans, cuando empezaron los tímidos cambios que anunciaban el final del estilo tardobarroco y su evolución hacia la expresión de un gusto más contemporáneo, independiente y hedonista, contrapuesto al arte oficial, inflexible y ostentoso del reinado de Luis XIV. La transición del rococó, también conocido como el «estilo Luis XV», a nuevas formas y expresiones artísticas empezó hacia 1720.

Este estilo, llamado en su tiempo «del gusto moderno», fue despreciado por sus críticos y detractores neoclasicistas con la palabra rococó, que es una composición de «rocaille» (piedra) y «coquille» (concha marina), puesto que en los primeros diseños del nuevo estilo aparecían formas irregulares inspiradas en rocas marinas, algas y conchas. Otras versiones buscan el origen en rocaille, un tipo de ornamentación de los decoradores de grutas de los jardines barrocos y que se distinguía por su profuso ensortijamiento. Aunque el Rococó haya sido un arte convencionalista y cortesano, es un ejemplo de cómo el arte es expresión de la vida social y de cómo un estilo puede estar dirigido a individuos dentro de dicha sociedad y no a sus monarcas o dioses.

El estilo se expresa sobre todo en la pintura, la decoración, el mobiliario, la moda y en el diseño y producción de objetos. Su presencia en la arquitectura y la escultura es menor, puesto que su ámbito fundamental son los interiores y, en menor grado, las composiciones monumentales.

Las excavaciones entre 1738 y 1748 de Pompeya y Herculano y su divulgación despertaron una verdadera fascinación por el «gusto a la griega», embrión del que, una vez consolidado, conoceríamos como Neoclasicismo y que coincide con el reinado de Luis XVI. Durante este periodo el rococó mantuvo una gran hegemonía sobre los demás.

Durante el reinado de Luis XV, la vida de la corte se desarrolla en el palacio de Versalles, extendiendo el cambio artístico del palacio real y permite su difusión a toda la alta sociedad francesa. La delicadeza y la alegría de los motivos rococó han sido vistos a menudo como una reacción a los excesos del régimen de Luis XIV.

Si lo Barroco estaba al servicio del poder absolutista, el Rococó está al servicio de la aristocracia y la burguesía. El artista pasa a trabajar con más libertad y se expande el mercado del arte. El rococó se presenta como un arte al servicio de la comodidad, el lujo y la fiesta. Las escenas de su pintura recogen este nuevo estilo de vida.

Con respecto a la vertiente social, se inicia un cambio en el papel de la mujer, que se convierte en organizadora de reuniones para hablar de literatura, política, juegos de ingenio o para bailar. Este entorno de alta actividad social dentro

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.1 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com