Nombres Que Cuentan Algunas Historias De Maracaibo
Enviado por monjeortiz • 7 de Octubre de 2011 • 1.026 Palabras (5 Páginas) • 1.141 Visitas
Nombres que cuentan algunas historias de Maracaibo
Argenis Ortiz Malavé
La semana pasada comenzamos a recordar algunos nombres de Maracaibo, hoy continuaremos haciendo memoria sobre algunos de aquellos espacios que fueron y son parte de la ciudad, de siempre de mi ciudad.
A simple vista, el mapa de la ciudad pareciera abrumar por la cantidad de próceres, sacerdotes, batallas, médicos, abogados, países extranjeros que pululan en cada esquina.
Una mirada más detallado descubrirá personajes olvidados, y en algunos casos señalara recientes reparaciones y rebautizo. En casi todos los casos nos sorprenderemos con simpáticas anécdotas.
De Calle del Diablo a calle Carabobo
Doña Inés del Basto, venida a Maracaibo durante el siglo XVI, era una piadosa dama, dueña de varios esclavos y propietaria de un hato en los sectores que hoy ocupa el Hospital Central.
Para mejor atender la salud de sus propiedades (léase esclavos), nuestra piadosa dama fundó una ermita y un hospital de piedad que con el tiempo terminaría siendo el actual Hospital Central.
La cuestión es que uno de los esclavos, un joven negrito, se negaba a participar en las muchas liturgias y devotos rezos organizados por su piadosa ama.
Siendo obligado cierto domingo en cuestión a rezar el Rosario, el sacerdote lo roció en acción de bendición con agua bendita, y cuentan que el negrito al contacto con el agua bendita, emprendió veloz carrera, dejando una estela de humo y olor azufre.
Los devotos desde entonces bautizaron el sitio de la carrera, como la Calle del Diablo. La misma luego sería bautizada como la actual calle Carabobo.
La calle Obispo Lasso
Una de las más añejas calles marabinas, en pleno centro de la hoy inexistente ciudad amurallada. Debe su nombre al personaje que habitó en una de sus casas, el obispo de Mérida y de Maracaibo, Rafael Lasso de la Vega, era oriundo de Panamá.
El célebre obispo y diputado por la provincia de Maracaibo, Lasso de la Vega. Curiosamente nuestro obispo, hasta los quince años de edad, permaneció completamente mudo, (característica de algunos autistas) y probablemente a causa de esta contingencia, le quedó por el resto de su vida una manifiesta dificultad para pronunciar con claridad las palabras que incluían la «r». Era un obispo «fañoso», según lo rezaría algún diccionario popular marabino.
En fin que de la vieja Obispo Lasso, que hoy termina en la avenida Padilla, también nace un ingreso a la relativamente joven avenida Bella Vista, entrando por detrás del viejo retén.
El callejón de los cachos
En primer lugar debemos decir que nos es un callejón de los cachos, sino varios las calles y callejones que han respondido a través de nuestra historia más anecdótica que civil, a tan alegórico nombre. Así que nos conformaremos nombrando algunos de ellos y las razones de su bautizo ¿taurino?
Al lado sur de la actual Parque Urdaneta, funcionó el antiguo matadero de la ciudad, y en el callejón aledaño se botaban las cornamentas de las reses sacrificadas. De allí el nombre oficial
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