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Obra Teatro


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2012  •  1.315 Palabras (6 Páginas)  •  2.310 Visitas

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INTRODUCCION A LA COMUNICACIÓN ESCENICA

Profesora: Ana Camerina Foraste Torres

Tema: Día de muertos (prehispánico).

Orígenes Prehispánicos

En la cultura Náhuatl (aproximadamente quedan 1 millón y medio de hablantes de esta lengua azteca que es la más hablada dentro de México) se consideraba que el destino de los seres humanos era perecer, pero este no era el final, porque pensaban que seguirían viviendo de otro modo. La vida se convertía en un viaje, mediante el cual deberían atravesar cada uno de los 7 inframundos, para así poder llegar a alguno de los 13 cielos existentes. Dependiendo de la muerte que hubieses tenido, te correspondería un cielo u otro. Debido al esperado viaje, los muertos eran enterrados con toda clase de objetos que pudieran serles de utilidad en su trayecto al Mictlán, que era el nivel inferior de la tierra de los muertos. Este nivel estaba situado muy al norte, y únicamente los guerreros muertos en batalla, quienes eran sacrificados y las mujeres que morían durante el parto estaban exentos de tener que pasar por él, dado que el viaje desde la Tierra hasta el Mictlán era el más duro.

Hay que tener en cuenta que los ganadores del juego de pelota también eran sacrificados, si, los ganadores. Porque ser sacrificado no era malo, para nada, ibas con los dioses, era casi lo mejor que te podía pasar junto con morir al dar a luz o morir en el combate.

El nivel más alto de estos 13 cielos era el de la guerra. Correspondía con el dios Huitzilopochtli, que significa “el colibrí izquierdo” o también “el que viene del sur” (Hay que tener en cuenta que en los mapas aztecas el sur estaba a la izquierda, que era donde se encontraba el paraíso, dirección contraria a la tierra de los muertos). Los aztecas se consideraban soldados del Sol, y tenían que realizar esos ritos para que Huitzilopochtli, el Sol, venciese en su combate diario con las estrellas, que representaban la oscuridad y el mal, y así poder salir cada nuevo día.

Dentro del calendario agrícola azteca existía una fiesta que se celebraba cuando se iniciaba la temporada de recolección o cosecha, venía a ser algo así como el primer banquete después de la temporada de escasez y era tan grande que se compartía hasta con los muertos. Así que se les colocaba comida y bebidas en abundancia. Esto último también tiene mucho que ver con la celebración actual del Día de Muertos.

Todo esto se combinó con la cultura católica cuando los españoles llegamos por estas tierras, pero eso ya vendrá en otra entrada…

Somos mortales,

todos habremos de irnos,

todos habremos de morir en la tierra…

Como una pintura,

todos nos iremos borrando.

Como una flor,

nos iremos secando

aquí sobre la tierra…

Meditadlo, señores águilas y tigres,

aunque fuerais de jade,

aunque fuerais de oro,

también allá iréis

al lugar de los descansos.

Tendremos que despertar,

nadie habrá de quedar.

Poema del rey y poeta Netzahualcóyotl (1391-1472)

De diosas y dioses

La diosa Mictecacíhuatl, o también llamada Dama de la Muerte, esposa de Mictlantecuhtli, era la deidad que precedía la celebración que se dedicaba principalmente a los niños y los parientes que habían fallecido. Esta conmemoración tenía su lugar en el noveno mes del calendario solar mexica, actualmente a inicios de agosto y la fiesta se extendía durante un mes completo. Mictecacíhuatl, actualmente es relacionada con La Catrina que inmortalizó el pintor y grabador mexicano José Guadalupe Posada.

Considerado como el arquetipo del artista popular, por Diego Rivera, y defensor acérrimo de este tipo de arte, José Guadalupe Posada, considerado por muchos como el precursor del nacionalismo, la caricatura política, algunas técnicas de grabado y sus aportes en la fundación de periódicos importantes en México. José Guadalupe

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