Origenes De La Educacion Publica En Mexico

Los orígenes de la educación pública en México.

Cuando México alcanza su independencia en España encontró muchos obstáculos para consolidarse como estado-nación. Entonces fue cuando surgió una fuerte lucha en la sociedad civil por el control del estado.

Por lo cual surgieron dos propuestas de nación; la primera que contenía derivados de la época colonial y la segunda que la consideraba como una nación con identidad propia; pero en ambas propuestas se visualizo la necesidad de una clara intervención de todo el estado en la educación.

La educación es un hecho social cuya importancia resulta indiscutible; ya que todos en cierto momento de nuestra vida estamos expuesto a ella ya sea en el seno de la familia, en la comunidad o en las actividades sociales.

La educación también suele ser una súper estructura de la sociedad, íntimamente relacionada con las características y problemas de cada grupo y época.

El fenómeno educativo ha preocupado a todos los grupos humanos principalmente a los estados. Por lo cual a través de la educación pueden preparar a sus niños y a sus jóvenes para participar positivamente en el cambio que conduzca al progreso social.

La educación se debe preocupar por crear en los hombres la conciencia del mundo presente mediante la asimilación de la cultura que se les entrega y después deben luchar para que las generaciones jóvenes cambien su mentalidad que les permita comprender al mundo del futuro ya que ellos serán los autores principales, en el proceso educativo tiene una gran responsabilidad la sociedad entera.

Las grandes transformaciones que se dieron en el campo del pensamiento y en el de la política durante el siglo XVIII; entre esos cambios se advierte una seria preocupación por atender la educación, por fundamentarla en los conocimientos científicos de la época y por ofrecerla al mayor número de personas en cada país.

En el campo de la educación pública se considera como programa prioritario la enseñanza elemental que permita la búsqueda de los objetivos fundamentales en la formación de las nuevas generaciones, así como la formación de profesores pues son ellos quienes integran el ejército intelectual que hace realidad la política educativa de cada país.

En el marco de la educación pública es lógico que el Gobierno atienda con particular interés los dos aspectos mencionados, la educación elemental y formación de profesores.

Primeras inquietudes en materia educativa.

En México, la preocupación por la educación no es reciente, pues ya nuestras grandes civilizaciones indígenas, entre ellas la mexica, formaban, en instituciones educativas como los telpochcallis y el calmecac, a los hombres para que cumplieran satisfactoriamente las tareas que mejor convenían a la sociedad de la que formaban parte.

La conquista española destruyo nuestros estados indígenas y para lograrlo impuso una nueva educación, aunque esto no respondió cabalmente ala política del estado español, si no a los intereses de la iglesia católica, cuyos miembros, ya pertenecieran al clero secular o al clero regular, tomaron en sus manos la tarea de educar, primero a los naturales y más tarde a los mestizos, con el propósito fundamental de convertirlos a la religión cristiana.

Se establecieron algunas instituciones como el colegio de san José de belén de los naturales, el de nuestra señora de claridad, el de estudios mayores del pueblo de tiripitio, el de santa cruz de Tlatelolco y al mediar el siglo XVI, la real y pontifica universidad de la nueva España.

Aunque el estado español en ocasiones dispuso algunas medidas en materia educativa, estas no llegaron a ser determinantes en la organización y control de tan importante función, ni mucho menos logro que los peninsulares radicados en nuestro país las cumplieron, como sucedió con algunas disposiciones dictadas por Fernando el católico y Carlos I.

Durante la época que hemos reseñados, la educación, como muchas otras actividades nacionales, sufrió constantes desajustes; en ocasiones parecían avanzar y organizarse definitivamente, como sucedieron en 1833 bajo la sabia conducción de Valentín Gómez Farías.

Gran interés por la educación, la que a partir de ese momento habría de recibir la generosa atención de los triunfadores que buscaron establecer un control sobre ella y utilizarla para transmitir la filosofía del nuevo estado mexicano.

La educación pública en México.

El Presidente Juárez regreso a México y de inmediato dispuso algunas medidas para organizar la administración pública, lo que no era fácil, ya que los muchos años de lucha habían desquiciado todas las actividades, desde la economía hasta la educación.

Por esas razones el numero de las escuelas era limitado frente a las necesidades de la población escolar, sobre todo por largo tiempo había empleado la escuela lancasteriana; finalmente, las norma jurídicas que habían intentado organizar la educación no lo habían logrado y existían grandes confusiones, respecto a algunos principios como la el de la libertad de enseñanza, el de gratuidad, el de obligatoriedad y desde luego, el de laicismo educativo.

Los liberales consideraban a la libertad de enseñanza como una garantía para el progreso del país, los positivistas, con Gabino Barreda a la cabeza, consideraban que ese principio negaba la libertad y permitía que se fortaleciera las fuerzas que la destruirían.

La restauración de la republica, en los momentos en que se organizaban la educación nacional y se establecían sus características, se inició una franca pugna entre los bandos liberal y positivistas.

Por esta razón se afirma que la educación positivista propuesta originalmente por Gabino Barreda en las leyes orgánicas de instrucción pública de 1867 y 1869, planeaba la necesidad de formar la gerencia de mexicanos que se encargara de hacer realidad el progreso material del país.

La preocupación por la instrucción.

A principios del siglo XIX la necesidad de entender la educación era manifiesta no solamente en México sino en todos los territorios del estado Español.

Para dar solución al problema educativo, se establece en el artículo 366 la creación de escuelas de primera letra en donde se enseñe a los niños a leer, escribir y contar, y el catecismo.

El artículo 39 dice al texto: “la instrucción, como necesaria de

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