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PARAGUAY Y SU EDUCACIÓN REGIMEN COLONIAL


Enviado por   •  2 de Julio de 2013  •  1.937 Palabras (8 Páginas)  •  3.469 Visitas

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EDUCACION EN EL REGIMEN COLONIAL

En la época colonial la educación sistematizada era prácticamente nula.

En los primero años de la conquista, eran en su mayor parte, marinos y soldados, los integrantes de las expediciones. Vinieron también algunos sacerdotes y unas pocas mujeres, esposas de capitanes o tripulantes, o sirvientes de aquellas. No existía pues población infantil que reclamara el establecimiento de institutos de enseñanza.

Pero, en tanto iban pasando los años y asentándose Asunción como único centro de vida urbana, punto de concentración de los españoles, crecía una población mestiza y criolla, necesitada de escuelas para evitar caer en la barbarie de los indígenas, para afirmarse como gente civilizada. Las propias madres cuando eran españolas, los clérigos y algunos vecinos ilustrados, se improvisarían para la enseñanza en el seno del hogar. Uno de esos clérigos fue el P. Juan Gabriel de Lezcano, recibía en su casa un reducido núcleo de alumnos, a los cuales, además de música y canto, les enseñaba las primeras letras.

La educación elemental o escuela de primeras letras iniciada durante el gobierno de Domingo Martínez de Irala y la enseñanza de algunos oficios de la misma época estuvieron a cargo de laicos.

La gestión al respecto del gobernador Irala se identifica con el signo característico de todas las colonias americanas, en que las escuelas de primeras letras eran propagadoras de la religión por ello el propósito era instruir a los niños españoles en la doctrina cristiana y, asimismo, en la lectura, escritura y operaciones fundamentales.

Hernando Arias de Saavedra quien pidió a los jesuitas se encargaran de la educación de la provincia, entregándoles a los mismos un local adecuado en 1595, pero el colegio no abrió sus aulas sino 15 años después.

Los Jesuitas con sus reducciones de indios organizaron las escuelas para un corto número de niños destinados al servicio del culto. Aprendían a leer y escribir en guaraní. Al aborigen se le instruía acerca de la salvación de las almas, provocando una actitud conformista en la raza que anteriormente practicaba una religión con sentido optimista y atrofiando la capacidad libre a tal extremo que la domesticación caerá en la explotación.

La total obediencia se conseguía con la espada y la cruz. Fueran cuales fueren los medios utilizados, el final eran el mismo: despiadada explotación para enviar riqueza a la metrópoli y mantener el imperio. La educación sistemática será el arma más positiva para reducir el ser humano a animales. 

LA ACCIÓN DEL CABILDO

El Cabildo en el Paraguay fue creado, el 16 de septiembre de 1541, por Domingo Martínez de Irala y otros oficiales reales. Fue un órgano de gobierno muy importante y cumplió un papel de relevancia en el gobierno de la ciudad, estaba constituido por 5 regidores. El Cabildo de Asunción se encargaba de percibir los impuestos, construcciones y reparaciones de puentes y caminos, cuidado de la salud del pueblo, además ejerció funciones de justicia y varia funciones políticas.

El gobernador Lázaro de Ribera fue el único gobernante que tuvo clara visión de la necesidad de mejorar el sistema educativo de la época e inclusive formulando un planeamiento, si se quiere revolucionario, a tenor de sus propias manifestaciones, el 6 de mayo de 1796 al Cabildo de Asunción y en estos términos:

“la buena educación es absolutamente necesaria. Todos los individuos que componen una sociedad deben saber leer, escribir y contar, por lo que esos conocimientos pueden influir en el acierto de los negocios públicos y privados”

Este era un planeamiento revolucionario para la época, por concebir la presencia del aborigen en la escuela compartiendo el banco con el español en igualdad de condiciones. Pero, el cabildo asunceno, rechazo la pretensión del gobernador Ribera por atentar contra la civilización. De ahí la escuela de primeras letras solamente estará al servicio de los hijos de los españoles. Para los dominios, aborígenes, la educación consistía en el traspasar esos temores y la esperanza de ser premiados alguna vez.

Era competencia del cabildo proveer lo necesario para la educación de la niñez. Precisamente el cabildo de asunción, en su acuerdo del 7 de octubre de 1596, resolvía que Lázaro López tomara a su cargo la enseñanza elemental, debiendo dictar sus clases en la casa próxima a la iglesia Mayor.

Hernando Arias de Saavedra, primer gobernador criollo de la Provincia del Paraguay, concreta sus preocupaciones educacionales con la instalación del “Colegio Jesuítico” en Asunción y queda pendiente la creación de una Universidad, sueño que pudo volverse realidad recién en el siglo XIX.

El Cabildo de Asunción, en carta del 17 de noviembre de 1625, pedía a la corona la creación de un colegio seminario, pues “los hijos de los nobles conquistadores corrían el riesgo de adquirir las costumbres de los indios”, y decía que por la gran pobreza de la tierra no había maestros dispuestos a ocuparse de la enseñanza de esa juventud. Indica ello que pese a la habilitación del Colegio de la Compañía de Jesús, que funcionó en su primera época de 1610 a 1629, la educación dejaba mucho que desear. Ciento sesenta años más habría que esperar el pueblo paraguayo para ver abrirse las puertas de un instituto de segunda enseñanza y seminario permanente. Cabe resaltar que, a pesar de un sometido esfuerzo, la Provincia del Paraguay nunca logro la autorización para instalar una universidad. 

LAS PRIMERAS ESCUELAS EN LA COLONIA

La educación quedo reducida al interés de las autoridades locales: Gobernadores y Cabildos y de las Órdenes Religiosas; estas, autenticas pioneras y calificadas realizadoras de todo quehacer cultural.

Sin embargo, debe señalarse que algunos monarcas como: Carlos V, Felipe II, Felipe IV, Carlos III, produjeron “Instrucciones” para la educación de los indígenas en las que se recomendaba especialmente la utilización del idioma castellano como instrumento educativo, particularmente para la enseñanza de la doctrina cristiana.

En la práctica aquellas instrucciones no tuvieron vigencia, pues los indígenas opusieron tenaz negativa al aprendizaje

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