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PENSADORES DE LA ILUSTRACION


Enviado por   •  2 de Diciembre de 2012  •  2.115 Palabras (9 Páginas)  •  1.329 Visitas

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MONTESQUIEU

publicó las «Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos». Pero su obra magistral fue «El espíritu de las leyes», que publicó en 1748, después de catorce años de trabajo. Esta obra sufrió duras críticas, sobre todo por los jansenistas. A estos ataques Montesquieu replicó, en 1750, con una defensa de esta obra, lo que no evitó que, más tarde, fuera censurada por Roma en 1751. Los últimos años de su vida, Montesquieu los dedicó a viajar de París a Burdeos y a terminar alguna de sus obras empezadas. Dio a conocer las bases de las ciencias sociales y económicas tal como son conocidas hoy día. Ciertas ideas suyas, como la necesidad de la división de poderes, han influido en casi todas las Constituciones. También ha sido fundamental su aportación sobre el concepto de libertades fundamentales que más tarde defendió el liberalismo del siglo XIX.

Algunos Fragmentos Importantes de su Libro: El Espíritu de la Leyes

Capítulo 1. De las leyes en general.

Las leyes en su más extenso significado, son las relaciones necesarias que se derivan de la naturaleza de las cosas; y, en este sentido, todos los seres tienen sus leyes: la divinidad, el mundo material, las inteligencias superiores al hombre, los brutos, los hombres. Estas reglas son un relación establecida constantemente (...) cada diversidad es uniformidad; cada cambio es constancia. (...)

El hombre como ser físico, lo mismo que los demás cuerpos, está gobernado por leyes invariables. Como ser inteligente, viola sin cesar las leyes que ha establecido Dios, y varía las que ha establecido él mismo; hace falta que se conduzca y, sin embargo, es un ser limitado; está sujeto a la ignorancia y al error, como todas las inteligencias finitas; incluso pierde los débiles conocimientos que posee. Como criatura sensible se encuentra sometido a mil pasiones; semejante ser podía olvidar a Dios en todo instante. Dios se lo recuerda por las leyes de la religión; semejante ser podía olvidarse en todo instante de sí mismo; los filósofos le han recordado por las leyes de la moral: hecho para vivir en sociedad podía olvidar a los demás; los legisladores le han hecho entrar en sus deberes por las leyes políticas y civiles.

ROUSSEAU

En el pensamiento de Rousseau hay dos elementos fundamentales: su profundo ascendente calvinista y su formación en la lectura del autor griego Plutarco. El calvinismo le conduce a considerar las ciencias y las artes de todos los tiempos y países como ejercicios de la misma curiosidad que llevó al hombre a salir del Paraíso. En este sentido son obra de la debilidad humana, del orgullo, de la voluntad de destacar, de hacerse igual a Dios. Así los vicios humanos son los verdaderos motores de las ciencias la ambición y la mentira generaron la elocuencia del orador la avaricia del comerciante produjo la aritmética; la superstición produjo la astronomía, etcétera.

Rousseau habla como un moralista, pero en el fondo su lenguaje es una reproducción del lenguaje religioso que en otro tiempo lanzó Lutero contra la ciencia y la razón.

LOCKE

Fue el teórico de la segunda «revolución inglesa» o del pacto entre la alta nobleza y el bloque burgués parlamentarista. Expuso sus ideas en Carta sobre la Tolerancia y Tratado del Gobierno Civil. Locke partió de los principios del derecho natural al igual que Hobbes, efectuó una abstracción considerando que el hombre vivía, en una época pretérita, en un estado de naturaleza en el que no existía ningún tipo de organización social ni política.

En esta situación o estado primitivo el hombre se regía por unas leyes naturales básicas, inspiradas en último término por Dios, que le venían dadas por su razón natural y que son evidentes por sí mismas. Estas leyes o derechos naturales son el derecho a la vida, a la libertad y la propiedad; pero en esta sociedad primitiva no existía nadie, ninguna persona, ningún organismo, ninguna institución que velase por su cumplimiento.

Sin embargo, la visión que tiene Locke de este estado de naturaleza y de la psicología de la especie humana es menos catastrófico, menos pesimista que en Hobbes. No es una guerra de todos contra todos ("el hombre es el lobo del hombre"). El hombre debe velar por estos derechos y defenderlos frente a quienes los incumplen; en consecuencia, y como corolario de los derechos naturales, existirá el derecho que tendrán todos los individuos de castigar a los transgresores.

DAVID HUMME

Humme se refugia en la idea más querida por la Ilustración: lo normativo es lo más común, lo que con máxima generalidad se considera saludable y sano. El Mundo Exterior y la Imaginación: Humme opina que la creencia en la existencia de los cuerpos supuesto con el que funcionamos. Las causas que icen esta creencia es lo que él desea investigar. Que causas no son las impresiones sensibles resulta obvio. Según Humme, en el hombre existen dos facultades básicas: la percepción inmediata y la reflexión. La primera nos da impresiones diferentes, mientras que la segunda está en condiciones de diferenciar lo distinto que se nos da en aquellas impresiones. Además, la reflexión nos permite distinguir entre la forma en que se nos dan las impresiones y la forma en que se nos dan las reflexiones.

Las percepciones inmediatas se dan con mucha fuerza y vivacidad, y pueden serias sensaciones (impresiones de los sentidos), las emociones y las pasiones. Las percepciones reflexionadas, por el contrario, se nos presentan con más suavidad. A las primeras Humme las llama impresiones, y a las segundas, ideas.

ACADEMIA DE SAN CARLOS

Esta institución fue fundada el 4 noviembre de 1781, en honor al rey Carlos III, en el día de su santo. Empezó a impartir clases bajo el nombre de Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos: arquitectura, pintura y escultura de la Nueva España. Posteriormente se expidió la Cédula Real el 18 de noviembre de 1784 para constituir la Real Academia de San Carlos de la Nueva España y se difundió la real orden por el virrey Matías de Gálvez el primero de julio de 1785.

El objetivo primordial al fundar la Academia de San Carlos era educar y capacitar a los llamados “naturales”, es decir, los indígenas de la Nueva España. Para ello se invitó a artistas españoles relevantes como Manuel Tolsá para que formaran parte del grupo de profesores que impartieron cátedra, tomando en cuenta los modelos franceses, ingleses y españoles como principal influencia.

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