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Período De Entre Guerras (1919_1939)


Enviado por   •  30 de Agosto de 2014  •  4.034 Palabras (17 Páginas)  •  192 Visitas

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El Período de Entreguerras (1919-1939)

Los tratados firmados al finalizar la Gran Guerra no sirvieron para crear un marco de estabilidad internacional. En un contexto de graves dificultades económicas, la situación política mundial se caracterizó por la existencia de múltiples conflictos pendientes, la dificultad en la aplicación de los tratados y la segura aparición de importantes tensiones internacionales.

El nacimiento de la Sociedad de Naciones

La Sociedad de Naciones, el sueño del presidente norteamericano, Woodrow Wilson, nació en la Conferencia de París. Por primera vez en la historia se concretaba algo que muchos pensadores anteriores habían anhelado: una suerte de gran instancia internacional en la que se discutieran los grandes problemas y se solucionaran pacíficamente los conflictos. Por fin, los principales países del planeta se habían puesto de acuerdo para crear una Sociedad que tuviera como fin resolver los enfrentamientos entre los estados.

El artículo 10 era la clave de todo el edificio:

"Los miembros de la Sociedad se comprometen a respetar y mantener contra toda agresión exterior la integridad territorial y la independencia política presente en todos los miembros de la Sociedad. En caso de agresión de amenaza o de peligro de agresión, el Consejo determinará los medios para asegurar el cumplimiento de esta obligación."

Muy pronto, sin embargo, se vino abajo el sueño. La Sociedad de Naciones tomó pronto el aspecto de una sociedad de vencedores: a la negativa a aceptar el ingreso de Alemania y la Rusia soviética, se le unió la renuncia norteamericana a participar en el gran proyecto que había diseñado su presidente. Sólo Gran Bretaña y Francia se mantuvieron en una asociación que se reveló como inoperante. La ausencia de potencias clave en el concierto mundial y la carencia de medios militares y económicos para hacer aplicar sus resoluciones nos explican la escasa incidencia de la labor de la Sociedad de Naciones en las relaciones internacionales. 

Principales tensiones: situación de los antiguos territorios del Imperio Austro-Húngaro

La ruptura y desintegración del más antiguo imperio europeo tenía que venir acompañada de fuertes tensiones entre los países que heredaron su territorio. Veamos, sin ánimo exhaustivo, algunos ejemplos:

1) La pugna ítalo-yugoslava por los territorios del norte del Adriático

Es un buen ejemplo para mostrar la enredada madeja de compromisos previos y principios políticos generales en la que se basó el debate en la Conferencia de París.

En el Tratado de Londres (1915) a Italia se le había prometido la anexión de la península de Istria, al norte del Adriático. Estas pretensiones, sin embargo, chocaban con el respeto al principio de las nacionalidades defendido por HYPERLINK "http://www.historiasiglo20.org/BIO/wilson.htm" Wilson. El presidente norteamericano, con el apoyo de las autoridades yugoslavas, propuso una línea fronteriza, la Línea Wilson, que dejaba todo el sureste de Istria en manos de Belgrado.

La indignación que despertó en Italia la nueva situación llevó a que la delegación de ese país abandonara la HYPERLINK "http://www.historiasiglo20.org/GLOS/conferenciaparis.htm" Conferencia de París durante dos semanas (del 24 de abril al 7 de mayo de 1919). El 12 de septiembre, complicando aún más la situación, el poeta nacionalista italiano Gabriele D’Annunzio ocupaba con un grupo de voluntarios el puerto de Fiume (actual ciudad de Rijeka en Croacia).

La complicada situación se resolvió finalmente con la firma del Tratado de Rapallo (1920). Ni los italianos, que renunciaban a la anhelada región de Dalmacia continental, ni los yugoslavos, que veían la nueva frontera entre ambos estados desplazada al este de la Línea Wilson, salieron contentos del arreglo. D’Annunzio fue finalmente desalojado del Fiume por tropas italianas que ocuparon la ciudad y Fiume fue declarada ciudad independiente.

Esta crisis mostró claramente el descontento nacionalista que se desarrolló en Italia tras el conflicto. Apoyándose en este sentimiento, Benito Mussolini lanzará su desafío al estado liberal italiano y alcanzará el poder en 1922. Bajo la presión del gobierno fascista, Yugoslavia cedió finalmente reconociendo la soberanía italiana en Fiume. Un nuevo tratado ítalo-yugoslavo se firmó en Roma en 1924.

2) La lucha entre Polonia y Checoslovaquia por el territorio de Teschen

Rica región industrial, Teschen enfrentó a los nuevos estados polaco y checoslovaco tras el final de la guerra. Los polacos reclamaron el territorio basándose en el principio de las nacionalidades (55% de polacos, 27% de checos y 18% de alemanes), mientras que el gobierno de Praga basó su reivindicación en la pertenencia histórica del territorio a la antigua Bohemia.

En noviembre de 1919, los ejércitos de ambos países entraron en el territorio, procediéndose a una división provisional que favoreció a Checoslovaquia y que terminó por hacerse definitiva.

3) La cuestión húngara

Hungría fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes perdedores de la Gran Guerra. Proclamada la República de Hungría, el 16 de noviembre de 1918, dos tercios del territorio húngaro fueron ocupados por tropas serbias, checas y rumanas. El caos de la derrota propició la efímera revolución comunista de Béla Kun (marzo 1918). El terror implantado por la república soviética provocó el antagonismo de gran parte de la población. Finalmente, el 4 de agosto, Béla Kun y sus seguidores abandonaron Budapest ante la llegada de un ejército rumano, que ocupó la ciudad dos días más tarde. Las presiones aliadas consiguieron que los rumanos abandonaran la capital y finalmente se instituyó un gobierno dirigido por el almirante Miklós Horthy, quién se vió forzado a firmar el durísimo Tratado de Trianon, en junio de 1920. Hungría quedó reducida a un pequeño estado de 92.000 km2 y millones de húngaros quedaron fuera de sus fronteras en Checoslovaquia, la Transilvania rumana o Yugoslavia.

Un experto en temas húngaros, el británico C.A. Macartney afirmaba en 1937:

"(...) la línea étnica no estaba claramente definida en ninguna parte (...) largos siglos de interrelación, asimilación, emigración y colonización interna habían dejado en muchas zonas un cinturón de población mezclada y, a menudo, indefinida, donde cada grupo nacional se mezclaba con el más próximo, mientras quedaban innumerables islas de una nacionalidad en medio de mares de otras, variando de tamaño desde

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