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Personajes Ilustres De La Historia


Enviado por   •  17 de Mayo de 2013  •  12.449 Palabras (50 Páginas)  •  536 Visitas

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Protagonistas de la Historia y su aporte

Hammurabi

Hammurabi (en acadio, del amorrita Ammurāpi, fallecido en 1750 a. C.) fue el sexto rey de Babilonia durante el Primer imperio Babilónico, desde el año 1792 al año 1750 a. C. según la cronología del Antiguo Oriente Próximo. Se convirtió en el primer rey del Imperio Babilónico después de la abdicación de su padre, Sîn-Muballit, al extender el control de Babilonia sobre Mesopotamia tras vencer varias guerras contra los reinos vecinos. Aunque su imperio controlaba toda Mesopotamia en el momento de su muerte, sus sucesores fueron incapaces de mantenerlo.

Hammurabi es conocido por el conjunto de leyes llamadas Código de Hammurabi, uno de los primeros códigos de leyes escritas de la Historia. Estas leyes fueron inscritas en una estela de piedra de 2,4 m de altura, encontrada en Persia en 1901 pero de procedencia desconocida. Gracias a su reputación en tiempos modernos como antiguo legislador, el retrato de Hammurabi se encuentra en numerosos edificios de gobierno de todo el mundo.

Hammurabi fue rey durante el imperio paleobabilónico de la ciudad-estado de Babilonia y heredó el poder de su padre, Sîn-Muballit, hacia el año 1792 a. C.4 Babilonia era una de las muchas antiguas ciudades de la llanura mesopotámica y declaró la guerra a otras urbes por el control de las fértiles tierras agrícolas.5 Aunque en Mesopotamia convivieron muchas culturas, la de Babilonia se ganó un gran prestigio entre las clases alfabetizadas de todo Oriente Medio.6 Los reyes anteriores a Hammurabi habían empezado a consolidar el dominio de Babilonia sobre el centro de Mesopotamia y, en la época de su reinado, ya había logrado la hegemonía sobre las ciudades-estado de Borsippa, Kish y Sippar.6 Por lo tanto, Hammurabi ascendió al trono como el rey de un reino menor en medio de una compleja situación geopolítica, pues Eshnunna controlaba la parte alta del río Tigris y Larsa el delta del río. Al este Babilonia lindaba con el reino de Elam, mientras que al norte el rey asirio Shamshiadad I estaba llevando a cabo guerras expansionistas, aunque su prematura muerte provocaría la fragmentación de su recién conquistado imperio semítico.

Mapa del Imperio paleobabilónico tras las conquistas de Hammurabi, hacia 1750 a. C.

Las primeras décadas del reinado de Hammurabi fueron bastante pacíficas, y utilizó su poder para llevar a cabo una serie de obras públicas, incluida la mejora de las murallas de la ciudad para propósitos defensivos y la expansión de los templos. Hacia el 1801 a. C. el poderoso reino de Elam, que dominaba importantes rutas comerciales a lo largo de los montes Zagros, invadió la llanura de Mesopotamia y, con la ayuda de aliados de la planicie, destruyó el imperio de Eshnunna y arrasó varias ciudades para imponer su dominio por primera vez en varias zonas del llano. Para consolidarse, Elam intentó provocar una guerra entre el reino babilónico de Hammurabi y el reino de Larsa, pero los regentes de ambos reinos se percataron de ello y firmaron una alianza que consiguió aplastar a los elamitas. A pesar de ello, Larsa no hizo una gran contribución al esfuerzo de guerra, por lo que, enfurecido por la deserción de su aliado en la prestación de ayuda, Hammurabi extendió su poder al sur y se hizo con el control de toda la parte meridional de la llanura mesopotámica en torno al 1763 a. C.

Debido a que Hammurabi se había servido de soldados del norte en su campaña hacia el sur, la ausencia de fuerzas en sus dominios septentrionales llevó a la sublevación.13 Continuando con su expansión, Hammurabi volvió su atención hacia el norte, donde sofocó las revueltas y aplastó a Eshnunna. A continuación los ejércitos babilónicos conquistaron el resto de los estados norteños, incluida Mari, su antigua aliada, aunque es muy posible que esta «conquista» fuera más una simple rendición que un conflicto real. En tan sólo unos años, Hammurabi había unificado con éxito toda Mesopotamia bajo su dominio. De todas las grandes ciudades-estado de la región, sólo Alepo y Qatna en Siria, al oeste, mantenían su independencia. Sin embargo, una estela de Hammurabi fue encontrada al norte, en Diyarbakır, donde él reclama el título de «Rey de los Amorritas».

Se han hallado un gran número de tablillas de arcilla de contratos, datados en los años de reinado de Hammurabi y sus sucesores, así como cincuenta y cinco cartas suyas. Estas cartas dan una idea de las labores diarias para gobernar un imperio, desde hacer frente a inundaciones a ordenar cambios en un calendario erróneo o el cuidado de las enormes manadas de ganado de Babilonia.20 A la muerte de Hammurabi las riendas del imperio pasaron a su hijo Samsu-iluna hacia el 1750 a. C.

Confucio:

(Kung Fu-Tse) Pensador chino (Lu, actual Shantung, China, h. 551-479 a. C.). Procedente de una familia noble arruinada, a lo largo de su vida alternó periodos en los que ejerció como maestro con otros en los que sirvió como funcionario del pequeño estado de Lu, en el nordeste de China, durante la época de fragmentación del poder bajo la dinastía Chu. Fracasó en sus intentos por atraerse a los príncipes, limitándose su influjo en vida al que consiguió ejercer directamente sobre algunos discípulos.

La importancia del personaje procede de la difusión posterior de su pensamiento, conocido como confucianismo o confucionismo, contenido fundamentalmente en sus Entrevistas. Dicho pensamiento puede interpretarse como una respuesta al clima de desorden y de continuas luchas entre señores feudales que imperaba en la época histórica que le tocó vivir.

El confucianismo es fundamentalmente una ética y no una religión, pues apenas hay en él mención a la divinidad, ya que Confucio rehusó especular sobre el más allá. El centro de sus preocupaciones fue la moral personal, tanto por lo que respecta a la orientación de las conductas privadas como a las normas del buen gobierno.

Dicha moral, basada en el altruismo, la tolerancia, el respeto mutuo, la armonía social y el cumplimiento del deber, constituía en realidad una sistematización de ideas presentes en la cultura china, razón por la que se difundió con facilidad y contribuyó a modelar la sociedad y la política chinas sobre una base común. Se trata, en consecuencia, de un pensamiento conservador, y de hecho así lo presentó Confucio, situando en el pasado la «edad de oro» en la que habían imperado los buenos principios a los que los chinos debían regresar.

Confucio reforzó la importancia de la familia tradicional en la sociedad china, al insistir en el respeto de los hijos a los

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