ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Población, tendencia general y configuración urbana, 1650-1810


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2011  •  838 Palabras (4 Páginas)  •  691 Visitas

Página 1 de 4

Población, tendencia general y configuración urbana, 1650-1810

Estimaciones basadas que no se puede conocer de manera cierta la población total ni establecer consistentemente los movimientos migratorios de la población indígena. El obispado de México, en la década de 1610 había una población de 57751 habitantes las postrimerías del mismo siglo hacia ascendido a 76626.

No es difícil desprender de estos datos la importancia social, económica y política de estos pueblos hispanoamericanos, aun cuando nos muestran la jerarquía y las particularidades de cada uno con base en la imagen tradicional de centro urbano predominantemente español. En la nueva España, el esquema básico urbano se configuro entre el siglo XVI y el XVII: después en el siglo XVIII. Se estima que la población urbana de las posesiones españolas creció, entre 1580 y 1630, de 29994 a 77398 vecinos; es decir, aun ritmo de crecimiento de 3.8 promedio. Con el tiempo, las ciudades centrales alcanzaron dimensiones que en varios casos llegaron a ser extraordinarios, lo que dio pie a la macrocefalia.

Por otra parte las acciones para ¨civilizar al indígena fueron segregacionistas, dando lugar a ¨dos republicas¨, de españoles y de indios, dualismo etnocultural que se expreso en la doble preocupación de los conquistadores de reunir para controlar y de separar para preservar. Otro modelo, el orbital o gravitacional, funcionaba con base en los pueblos indígenas subordinados de la periferia inmediata que habían sido reducidos o congregados sobre los cuales se ejercía un efectivo control tributario, de evangelización y de organización del trabajo compulsivo.

El modelo aureolar se basa en los diferentes usos del espacio rural, matizando por la heterogeneidad de los territorios y por los fenómenos de agregación y segregación de los actores sociales, cuya participación en las aureolas era jerarquizada. Este modelo no obstante, tendría que ser completado con dos tipos

de ciudad claves en el mundo hispanoamericano: la minera y la portuaria, o bien con ciudades producto del crecimiento demográfico y económico regional.

Los pueblos sirvieron como centros redistribuidores de bienes, en el siglo XVIII, la relación era predominante. El modelo centro-periferia no es aplicable a una realidad entretejida de funciones y compensaciones reciprocas entre pueblos y ciudades. El pueblo es un figura fundamental para entender las relaciones sociales de la propiedad agraria. Las ciudades y villas fueron concentraciones voluntarias, mientras que los pueblos, con sus rasgos originales, nacieron por una acción compulsiva del estado, bajo normas municipales castellanas.

Desde un principio, la ciudad de México adquirió preeminencia económica y política; como símbolo y muestra de control y subordinación, carlos V la erigió como centro imperial en 1548.

Desde el mismo siglo

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (5.5 Kb)  
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com