Poder Presidencial Y Recursos Nacionales

PODER PRESIDENCIAL Y RECURSOS NACIONALES

El deterioro de la economía mundial comenzó a hacer estragos durante los dos últimos años del sexenio de Díaz Ordaz; sin embargo, los efectos más graves se iban a dar durante el gobierno de Luis Echeverría. El nuevo presidente tomó posesión el 1° de diciembre de 1970. Desde un principio, en u afán por demostrar la capacidad de control del sistema político mexicano su gobierno manejó la idea de apertura democrática, con lo que buscaba incorporar a sectores que hasta ese momento se habían mantenido al margen. Durante el sexenio de Echeverría, el gobierno intentó fortalecer al Estado a través de movilizaciones populares que rompieron con algunos de los privilegios ya existentes. “Luis Echeverría trató de abrir el sistema, pero tuvo que afrontar graves problemas sociales”. Echeverría tomó medidas para frenar el deterioro de la vida de los campesinos y hacer frente a la grave crisis de producción agrícola en que vivía el país desde 1965. El gobierno canalizó recursos al campo y permitió que el ejido fuera sujeto de crédito. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la política agraria fracasó. Incluso fue necesario importar alimentos. Echeverría pretendía cambar el modelo económico de “desarrollo estabilizador” por el de “desarrollo compartido”. En éste periodo se creó gran cantidad de organismos y fideicomisos y se adquirió un considerable número de empresas. A pesar de ello no mejoró la eficiencia del Estado. Finalmente el objetivo de desarrollo compartido no se cumplió puesto que el reparto de las riquezas continuó siendo desigual. Al término del sexenio, ya en plena crisis, el gobierno firmó un pacto con el Fondo Monetario Internacional. En las relaciones exteriores, Echeverría intentó un acercamiento con otros países en vías de desarrollo. El presidente del país eligió para su sucesión en el mando a José López Portillo, secretario de Hacienda y Crédito Público. El nuevo mandatario asumió la presidencia el 1° de diciembre de 1976. Para salir de la crisis propuso abrir una Alianza para la Producción entre trabajadores, empresarios y gobierno, que en un principio sirvió para aligerar la tensión posterior al sexenio de Echeverría. En términos políticos destacó principalmente, “la reforma política, que abrió nuevos espacios para los partidos de oposición”. También intentó llevar a cabo una reforma administrativa, junto con una planificación que se encaminara a fijar los objetivos de país y a partir de ello, administrar eficientemente al país. Sin embargo, la gestión de López Portillo no tuvo éxito. El auge petrolero que provocó una enorme entrada de dinero, los ingresos provenientes de préstamos extranjeros y la indisciplina en el control de los organismos gubernamentales, dieron como resultado una enorme corrupción. La bonanza económica permitió que en 1978 se diera un pago

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