Portales: Distintas Miradas, Distintos Juicios

Don Diego Portales fue un personaje sumamente multifacético, ya que lo podemos observar desempeñándose como comerciante y político, pero también como padre, esposo, amigo…

Todas estas dimensiones de la vida de portales son aptas para estudiarlo desde una perspectiva histórica, por ende podemos encontrar variados escritos de diferentes autores abarcando distintos aspectos de la existencia del banquero, de lo cual surge la interrogante ¿Distintas facetas significan distintos portales? ¿Podría una mirada más amplia contradecirse con un análisis del mismo en un solo aspecto? Durante este ensayo se intentara responder a estas inquietudes mediante el análisis de cuatro textos que tratan de Diego Portales

El primer punto digno de análisis seria ¿Existen realmente posturas contradictorias, respecto a Portales?

Es un hecho indiscutible que el libro “Portales: una falsificación histórica” de Sergio Villalobos realiza un juicio mucho más duro de Diego Portales que el que realiza Alberto Edwards; quien señala que portales era uno de los pocos hombres por cuyo impulso marcha la sociedad esto demuestra la gran admiración y consideración que Edwards tiene por Portales, afirmación que se contradice bastante con el pensamiento de Villalobos quien dice que si un personaje fuese lo definitorio “En la historia. Todo quedaría librado al fin, a la presencia fortuita de personajes, […], que serian los verdaderos protagonistas de ella. La verdad es que son los grandes procesos que vive una sociedad los que orientan su trayectoria y que los personajes no son más que los interpretes sensibles de esa tendencia, que con voluntad y decisión despejan el camino y facilitan su desarrollo”

Si existen estas posturas contradictorias ¿a que se deben?, Villalobos nos da las primeras luces respecto de este tema pues critica a Edwards en el libro “la fronda aristocrática” diciendo “No le interesó [a Edwards] para nada la personalidad de portales, el predominio de los intereses aristocráticos ni la dureza del régimen. Tampoco se detuvo a considerar el aspecto institucional” Esta afirmación nos indica que al menos para Villalobos la amplitud de mira con que se analiza a portales influye directamente en las conclusiones que se sacaran respecto de él y a la vez se percibe que el análisis de Villalobos es mucho más amplio que el de Edwards.

Otro autor que limito su espectro fue Bernardino Bravo Lira en su texto “De portales a Pinochet” quien no se concentro en el “régimen portaliano”, porque según él ya había suficiente bibliografía al respecto, pero existía una inexcusable falta de material respecto a las “líneas maestras” de el actuar portaliano .

Bernardino Bravo, en su condición de abogado e historiador de derecho enfoca su análisis en la institucionalidad creada por portales, y en ese contexto reconoce el genio del banquero expresando “la lección permanente de portales no está, pues en un pretendido pensamiento portaliano: esta en su actuación. En su modo realista de abordar y resolver tanto los problemas políticos como los institucionales. Ahí está el sello de su genio: en haber sabido reconocer y renovar los elementos más valiosos del estado indiano para asentar sobre ellos el estado constitucional” , es claro aquí que la opinión que tiene de portales es la razón por la que Bravo se abstiene de realizar un juicio en lo personal y solo se concentra en “´Portales el político”

Muy cercano a esta forma de aproximación a la historia se encuentra Edwards quien toma un acercamiento muy practico de portales, pero mientras Bravo se concentra más en las instituciones e ideas más abstractas, Edwards realiza un juicio incluso más dedicado al actuar de portales; acerca de como “restauro un hecho y un sentimiento”, puesto en sus palabras, un hecho era la existencia de un poder fuerte y duradero, y el sentimiento era el respeto tradicional por la autoridad en abstracto . Edwards va incluso más allá que Bravo y llega a afirmar que el “espíritu de portales, [es] convertido como por milagro en el espíritu de la nación entera”.

Aquí se aprecia como dos autores que aparentemente tienen perspectivas similares realizan juicios disimiles, esto se explica en parte por las diferencias entre ambos en el plano personal, pues Edwards es también un político y de tendencia nacionalista, tendencia que tenia en común con Portales lo que le da una suerte de identificación con el personaje, que altera su perspectiva de los hechos y relativiza sus juicios.

La perspectiva de Gabriel Salazar es muy distinta a ambos autores anteriores debido a su calidad de historiador social, Salazar enfoca su análisis desde una mirada mucho más critica respecto a la legitimidad de el gobierno impulsado por Portales, este autor concentra su análisis desde el actuar e influir del “club secreto”, que era un “grupo constituido por hombres de ilustración variada, inteligentes y ambiciosos, pero sin medios solidos de fortuna, que prosperaron a la sombra del mercader más audaz de esa época: el jefe de los estanqueros” . De acuerdo al autor el “club secreto” no seria mas que la punta de la lanza

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