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Primera Generación De Dioses De La Antigua Grecia


Enviado por   •  21 de Abril de 2014  •  6.829 Palabras (28 Páginas)  •  516 Visitas

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MINISTERIO DE EDUCACIÒN

COORDINACIÒN DE ESCUELAS Y COLEGIOS PARTICULRES

COLEGIO SAN FRANCISCO DE ASÌS

I TRIMESTRE

TRABAJO DE HISTORIA

TEMA:

DIOSES DE LA ANTIGUA GRECIA

ELABORADO POR:

ORTEGA SAMANTHA

PROFESOR:

ANDRÈS CAMPOS

FECHA DE ENTREGA

25 DE ABRIL DEL 2014

INTRODUCCIÒN

La mitología griega está formada por un conjunto de relatos cuyo origen se remonta a una etapa anterior a la ocupación de la península griega, lo que se demuestra por el paralelismo con otras mitologías de origen indoeuropeo. Este conjunto de relatos no constituyen una religión en sí misma, pero sí constituyen un reflejo de ciertas creencias de los antiguos griegos respecto al universo y el hombre. Estos relatos de transmisión oral fueron de alguna manera "fijados" por escrito por poetas, dando lugar a veces a las distintas versiones que conservamos de ellos.

Los dioses del panteón griego adoptaban figuras humanas y personificaban las fuerzas del Universo; al igual que los hombres, los dioses helenos eran impredecibles, por eso unas veces tenían un estricto sentido de la justicia y otras eran crueles y vengativos; su favor se alcanzaba por medio de los sacrificios y de piedad, pero estos procedimientos no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles.

Heródoto afirma que Homero y Hesíodo fueron quienes dieron nombre a los dioses y asignaron a cada uno de ellos su quehacer o cometido, al mismo tiempo que les dieron su forma y atributos; aun reconociendo la importancia de la fuente no podemos olvidar que Homero recoge en sus escritos una tradición oral que se remonta a varias generaciones que estos autores se limitan a fijar entre los años 850 a 750 a.DC.

Los citados autores describieron a los dioses como arquetipos de la Humanidad; la escultura griega y, en general, su arte, se encargarían de retratar a los dioses olímpicos con una perfección y belleza que ha llegado a nuestros días como modelos artísticos; ahora bien, aquellos dioses también eran arquetipos de la realidad humana en todas sus acepciones y, por tanto, también la realidad religiosa del pueblo.

La mitología griega es absolutamente compleja, llena de dioses sabios y entrometidos, monstruos y guerras.

I Generación de dioses

Caos

En algunos relatos cosmogónicos griegos, el Caos es aquello que existe antes que el resto de los dioses y fuerzas elementales, es decir, el estado primigenio del cosmos infinito. El término procede del griego antiguo Χάος, ‘espacio que se abre’, o ‘hendidura’, y procede del verbo χἄω, que en formas derivadas significa ‘bostezar’, ‘abrirse una herida’ o ‘abrirse de una caverna’. En el siglo V a. C. se lo identificó con el aire, adquiriendo solo tardíamente el sentido de «confusión elemental», con Ovidio.

Según la Teogonía de Hesíodo, Caos fue lo primero que existió, y luego enumera otras figuras cosmogónicas elementales como Gea (la Tierra), Tártaro y Eros (v. 116ss). Pero Caos no engendró estas deidades elementales, sino que es cabeza de una genealogía de seres divinos que son una suerte de abstracciones simbólicas: Nix (la Noche) y Érebo son sus hijos (v. 124), Éter y Hemera (el Día) sus nietos (v. 125-6).

Una importante tradición filológica considera que Caos es la hendidura o resquicio situado entre el cielo y la tierra. Hesíodo relata en la Titanomaquia que Zeus, al lanzar el rayo a los Titanes, hace estremecer a Caos (v. 700), y compara este hecho con el acercamiento entre Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra). Este pasaje, sumado al valor semántico de la palabra Χάος, hace admisible la interpretación de Francis Macdonald Cornford, según la cual las palabras del verso 116 (Χάος γένετ᾽) deben traducirse como ‘surgió el resquicio entre la tierra y el cielo’. Geoffrey Stephen Kirk y John Earle Raven refuerzan esta interpretación, y si bien tienen en cuenta la dificultad de que en la fuente Urano derive de Gea en un estadio posterior de la cosmogonía, piensan que lo que Hesíodo quiso decir es que al principio había un todo informe, que el cielo y la tierra formaban una masa indiferenciada y en el principio relatado se separaron: lo primero es esta separación, que luego se reduplica figurativamente en el nacimiento de Urano a partir de Gea y mitopoyéticamente en el relato de la castración de Urano por parte de Crono (v.154ss).

Una variante de esta interpretación la da Olof Gigon. Indica que Hesíodo parte de la imagen del cosmos como cavidad formada por la bóveda el cielo y la tierra como suelo, y luego suprime mentalmente a ambos para llegar a un concepto como Caos. Es algo completamente indeterminado, lo que viene indicado por el hecho de que la palabra para designarlo es gramaticalmente neutra. Esto lo acerca al ἄπειρον (ápeiron, ‘lo indeterminado’) de Anaximandro. Para Gigon, bajo la faz de una divinidad cosmogónica semejante se esconde el concepto filosófico de un principio anterior a todo.

La tradición órfica en sus fragmentos presenta un Huevo primordial, equiparado con el Caos de Hesíodo. Este Huevo no es lo primero que surge, sino que proviene de Chronos (Orphicorum fragmenta, 54-57).

Otra variante importante presenta Cayo Julio Higino en sus Fábulas. En el prólogo de dicha obra presenta una cosmogonía, donde pone a Caos como descendiente de la Oscuridad. Caos y la Oscuridad conciben luego a la Noche, el Día, el Érebo y el Éter.

En su obra Las metamorfosis, Ovidio describió al Caos como rudis indigestaque moles, «una masa bastante cruda e indigesta, un bulto sin vida, informe y sin bordes, de semillas discordantes y justamente llamada Caos», descripción que se aparta del más antiguo significado del elemento mítico (‘resquicio’ o ‘hueco’), pero que ha determinado la orientación de las interpretaciones en uso desde entonces, hasta llegar al actual concepción familiar de ‘completo desorden’.

Eros

En la mitología griega, Eros (en griego antiguo Ἔρως)

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