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REVOLUCION Y NACINALISMO


Enviado por   •  2 de Junio de 2012  •  2.184 Palabras (9 Páginas)  •  497 Visitas

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LOS COMIENZOS DEL NACIONALISMO REVOLUCIONARIO.

Una revolución como tal es el cambio brusco y violento de la estructura, tanto como Política, Social y Económica, a consecuencia del movimiento de las masas populares. Es importante mencionar la importancia de una revolución y lo que este acontecimiento transmite a su entorno territorial, tal es el caso de la Revolución Mexicana y su impacto que esta produjo en América Latina.

Los motines populares encabezados por E. Zapata. Orozco y Pancho Villa provocaron la caída de Porfirio Díaz y el acceso al poder I. Madero (1913-1914).

La revolución mexicana estuvo compuesta esencialmente por tres movimientos: a) una reclamación política de las elites (Madero) de cambio político (democratización), b) una revuelta social (Zapata, Villa) que pedían tierra, y c) una reivindicación de las clases medias urbanas y de los grupos regionales (Carranza y Obregón), que pedían que se creara un espacio político para las clases medias y mayor participación en la toma de decisiones y gestión de lo publico (descentralización).

Las clases medias y campesinas desempeñaron un papel relevante en el movimiento revolucionario, preparándose a través de un largo proceso de preparación para la lucha, para provocar un impacto nacional, difícil de detener.

La clase media intelectual fue el centro de resurgimiento democrático en 1909. El hecho de que el resurgimiento democrático fue producto de una lucha, sorda pero continua, siempre localizada pero presente en todo momento y en casi todo el territorio nacional, de todos los explotados en la escala mas baja de la vida social, las masas populares mismas empujaban los acontecimientos mucho mas allá del simple resurgimiento democrático.

Las clases medias que se sumaron a este movimiento no se plantearon como finalidad; el perseguir el movimiento a toda costa y revisar la finalidad de la lucha; los propósitos que el movimiento revolucionario buscaba lograr, pero los intelectuales, como la clase media y campesina no lograron plantearse lo que la revolución exigía. No existía un motivo ideológico y planeado para sustentar el motivo de la lucha armada.

En todo caso las clases populares, lanzadas a la lucha, fueron quienes siempre determinaron la situación de los conflictos, expresando sus necesidades; necesidades que no eran elaboradas; si no inmediatas, necesidades que no estaban estrechamente ligadas al movimiento revolucionario; si no que era la forma de demandar a través de esa rebeldía las injusticias por la sociedad desarticulada e incomunicada; viéndose obligados a luchar por su supervivencia; luchando en contra de la explotación, sin sus propiedades y sumergidos en una ignorancia que los marginaba de la clase dominante en esos momentos.

El derecho de sus tierras, las cuales les habían sido despojadas durante la dictadura de Díaz; con las excesivas jornadas de trabajo y la grave exploración que la clase campesina sufría en ese entonces, provoco en los campesinos esa rabia y segada lucha por recuperar el derecho de la propiedad de sus tierras, tanto como un trato por igual entre la clase dominante y la clase campesina.

Con ella fue naciendo la conciencia de la revolución, como fenómeno nacional, como proyecto de transformación global y como una necesidad que se reconocía en el organismo social. Naciendo de las clases medias y no de las clases disgregadas; siendo la clase media la primera en exigir y proclamar esta necesidad, a favor de sus intereses; después agregando los intereses de las masas, que con su presencia continua en la revueltas contra la injusticia, la explotación y la opresión de las que eran victimas, obligaron a los exponentes d las clases medias a cambiar los planteamientos y exigencias del movimiento, sobre todo les obligaron a cambiar su concepción de la revolución, mas sin en cambio la clase media no se veía por igual ante la clase campesina y obrera, por lo que tenían en claro que la revolución no caería en su esencia solo en la clase campesina y obrera, si no en todo el pueblo en general. Con el movimiento maderista esta concepción se mantenía vigente esa idea con las influencias liberales, se olvidaron de las exigencias de los campesinos y de obreros, que si bien eran la mayoría del pueblo; si bien, inteligentemente los sucesores de Madero tomaron en cuenta la falla, adoptando las exigencias de las masas populares ganando así su confianza de dichas masas y poder manipularlas, incluyéndolas en un nuevo sistema político, dejando bien en claro que la dirección de este nuevo sistema no recaería en las manos de las masas, manteniendo la convicción que Madero perseguía a favor de la clase media a consecuencia de la devolución.

La ideología de las clase campesina y obrera, siguió siendo la misma, por que solo se les encontraba una solución a sus problemáticas inmediatas, manteniendo así la idea de mantener su derecho de un pedazo de tierra para el campesino y de extenuantes jornadas de trabajo por un salario mínimo para el obrero, dificultando así su organización y la formación de una ideología independiente.

Los dirigentes de las masas no tenían una concepción de un nuevo Estado, no contaban con un proyecto de desarrollo o de organización nacional, delimitándose solo en las demandas inmediatas, sin que tomaran en cuenta una nueva organización de la economía y de la sociedad; no tenían una idea clara de lo que se requería para la estabilidad en futuro para la clase campesina y la clase obrera; mas bien mantenían la idea de solo preservar ese pasado y volver a ser parte de el; tratando de recuperar ese mundo perdido que habían perdido. Mientras que en las clases medias, las ideologías y las concepciones de un nuevo Estado estaban firmemente establecidas.

Esta diferenciación en cuanto a la delimitacion de las masas por parte de sus dirigentes que no tenían la noción de un proyecto mas allá de la obtención de sus tierras; por lo que fueron mas fáciles de manipular por la clase media, que carecían de esta delimitacion, aprovechando su capacidad intelectual, para adherir el movimiento revolucionario a su propia conveniencia.

Los dos principales dirigentes revolucionarios, Zapata y Villa, son claramente distintos. La diferencia netamente el arraigo profundo y casi atávico del primero y sus seguidores, a su tierra, frente a la movilidad y desarraigo de lumpenproletario rural del segundo. Zapata era seguido por las masas de comuneros de los pueblos despojados de sus tierras, mientras que a Villa lo seguían masas que nunca habían poseído un pedazo de tierra como propio.

Para Zapata, del sur,

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