Rerum Novarum

La encíclica Rerum Novarum fue escrita por el papa León XIII en 1891, en esta el jerarca se dirige a todo el orbe católico- fieles y obispos de todo el mundo-. El presente documento ha sido punto de referencia en investigaciones sobre el accionar de la Iglesia católica en la sociedad. El escrito está divido en 26 partes en donde el pontífice propone soluciones para mejorar la situación del proletariado en el contexto de la industrialización.

Frente al socialismo, León XIII plantea que no es la solución porque tiene un sentido comunitario y el obrero tiene derecho exclusivo a sus bienes porque los ha obtenido con la fuerza de su trabajo. Para la Iglesia católica el ser humano se diferencia de las demás especies porque hace uso de la razón y es dueño de sus acciones y el socialismo le restaría libertad al individuo porque no puede disponer autónomamente de sus bienes. Si la respuesta no es el socialismo, León XIII postula que la Iglesia católica debe ser la encargada de socorrer a los pobres por medio de la caridad cristiana. Además, hace un llamado al Estado y a los ricos para que sean partícipes en esta causa.

Según León XIII, el Estado debe asegurar el bien común de todos los ciudadanos, y los ricos asistir a los pobres: " Pero satisfecha la necesidad y el decoro, deber nuestro es de lo que sobra, socorrer a los indigentes. "Lo que sobra dadlo de limosna (12)".No son éstos, excepto en casos de extrema necesidad, deberes de justicia, sino de caridad cristiana, a la cual no tienen derecho de contradecir las leyes"(482).

En cuanto al proletariado, León XIII dice que deben reformar sus costumbres adoptando las costumbres cristianas y esto llevaría al bienestar de la sociedad:

"Pues bien; importa al bienestar y al de los particulares que haya paz y orden; que todo el ser de la sociedad doméstica se gobierne por los mandamientos de Dios y los principios de la ley natural; que se guarde y se fomente la religión; que florezcan en la vida privada y en la pública costumbres puras; que se mantenga ilesa la justicia, ni se deje impune al que viola el derecho de otro; que se formen robustos ciudadanos, capaces de ayudar, y si el caso lo pidiere, defender la sociedad"(487).

Para lograrlo propone: no mezclar los dos sexos en el ambiente de las fábricas; horarios de trabajo que no deben ser cortos y así restarle tiempo al ocio; el contratista debe tener en cuenta espacios para el trabajador dedicados al descanso, pero este no puede separarse de la religión; las mujeres tienen como función exclusiva las labores domésticas; se deben crear asociaciones de beneficio mutuo entre pobres y ricos, así como asociaciones de obreros pero bajo los preceptos de la religión católica. Al exponer el tema de las organizaciones, León XIII introduce el tema de las comunidades religiosas y dice que el Estado no debe intervenir en su

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