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Resumen De North Douglas Capítulo 10: Nacimiento Y Declive Del Feudalismo.


Enviado por   •  28 de Agosto de 2014  •  3.428 Palabras (14 Páginas)  •  1.292 Visitas

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Sección I

Entre el siglo V d. C. y el 1500, Europa occidental se recuperó gradualmente de la anarquía que generó el colapso del orden romano y desarrolló una estructura político-económica que garan-tizaba un orden y una estabilidad suficiente y que permitió los cambios que llevaron a su des-aparición.

El nacimiento de la Europa occidental estaba básicamente condicionado por la herencia de la civilización greco-romana que persistió (particularmente en el sur de Europa); civilización que en última instancia condicionó y dio forma a muchos de los arreglos institucionales que surgie-ron en los siglos VI a X d. C.

El señorío feudal es un descendiente lineal de la villa romana y el coloni dependiente, un predecesor de los siervos de la gleba. También la esclavitud sobrevivió a la Edad Media. La herencia del Derecho Romano fue importante y reapareció plenamente en los comienzos de la Europa moderna para dar forma a la estructura de derechos de propiedad.

Fue la Iglesia quien transmitió la herencia cultural del mundo clásico a la Edad Media. La Iglesia era la depositaria del saber, un centro solitario de alfabetización. A menudo los monasterios eran los centros agrícolas más eficientes de la Edad Media. Como cualquier Estado, vendía protección y justicia, pero además vendía también la salvación eterna y tenía, por tanto, un control único sobre la población en un mundo donde el infierno y la condena eterna se consideraban el destino de gran parte del populacho. Esta convicción ideológica, junto al aspecto asceta de la Iglesia, impuso activamente un sello distintivo en la vida medieval.

La Europa noroccidental, donde fue surgiendo gradualmente el feudalismo, presentaba un con-traste climático con la ribera mediterránea que había sido el foco de la civilización greco-romana, y pequeños cambios en las condiciones climáticas producían grandes, y a veces desas-trosos, cambios en la producción agrícola.

Para caracterizar la estructura de este milenio podría decirse que fue una época en la que la fusión de las instituciones germánicas y romanas se hallaba en estado dinámico como resultado de las continuas guerras, invasiones y del caso generalizado. Surgió el Imperio carolingio y con él una aparente resurrección del Imperio romano en Occidente; su desintegración fue rápida y ayudada por las invasiones. El resultado fue un surgimiento más gradual de la estructura feudal de organizaciones políticas descentralizadas, obligaciones fiscales jerárquicas y una estructura económica señorial caracterizada por una relativa autosuficiencia. Se reanimó la actividad económica, creció el comercio a larga distancia, se desarrollaron las ciudades y se expandió la economía monetizada. La estructura feudal-señorial se desintegró en un siglo caracterizado por el hambre, las epidemias y la guerra, y fue progresivamente reemplazado por unidades políticas mayores y por un conjunto de derechos de propiedad sobre la tierra, el trabajo y el capital que varió de acuerdo con el poder de negociación de los monarcas y los grupos sociales constituyentes.

Sección II

Las claves explicatorias de las transformaciones estructurales asociadas al feudalismo son el cambio demográfico y la guerra. Ésta fue un factor decisivo en el tamaño y estructura de las unidades políticas; la evolución de la población, a través de su efecto sobre los precios relativos de la tierra y el trabajo, jugó un papel igualmente decisivo en la evolución de la organización económica y de los derechos de propiedad.

La economía de la Europa occidental en el siglo X presentaba las siguientes condiciones de par-tida. Sólo existía la ley y el orden dentro de los límites de las áreas pobladas, lo que condiciona-ba y limitaba seriamente el comercio y el intercambio; los bienes gozaban generalmente de mucha menos movilidad que el trabajo, pues tenían mayores costes de transacción. La tierra era abundante pero sólo tenía valor en combinación con el trabajo y la protección. El trabajo presentaba costes constantes al estar asociado a la tierra para producir bienes debido a la abundancia relativa de la tierra. Dada la indivisibilidad de los castillos, existían hasta cierto punto economías de escala en la defensa. En la medida en que crecía el número de habitantes protegidos por el mismo señor, aumentaba sin embargo la distancia entre el castillo y las tierras cultivadas, lo que llevaba aparejado en última instancia unos costes crecientes de protección. El tamaño eficiente del señorío venía determinado por el punto en que los costes marginales de ofrecer protección igualaban el valor de la participación del señor en el producto marginal del trabajo (los impuestos).

Las claves del sistema de protección eran un castillo local y sus caballeros. El señor local estaba subordinado a señores de mayor categoría, y así hasta el señor principal –el rey-, en un sistema jerárquico de obligaciones feudales. Entre el señor local y el rey podían existir varios niveles intermedios, pero en cada nivel el señor inferior ofrecía sus caballeros a su inmediato superior. Los derechos de propiedad en el feudalismo eran en efecto una cesión condicional de la pose-sión a cambio de servicios militares. En el curso de la aparición del feudalismo, a lo largo de los siglos caóticos que siguieron a la caída de Roma, el señor y sus caballeros se convirtieron tanto en una clase de guerreros como en una clase gobernante altamente especializada, cuya super-vivencia y razón de ser dependía de su destreza militar. El lustre ideológico que representaba a esta clase era la caballería, que en la práctica era la racionalización de una clase que vivía de la violencia.

Eran los esclavos, siervos y trabajadores libres que ofrecían el output productivo de bienes y servicios a cambio de la escasa cantidad de justicia y protección que recibían, los que apuntala-ban esta estructura. Si bien sobrevivió en parte la esclavitud durante la Edad Media, la organi-zación del señorío se construyó sobre la base de villanos (habitantes de las villas) y los hombres libres.

Los derechos de propiedad de los siervos y los campesinos libres eran una cesión condicional de la posesión a cambio de una variedad de servicios de trabajo, bienes en especie y pagos mone-tarios. Tres aspectos concretos de la estructura señorial han sido objeto de profunda contro-versia: la persistencia de los servicios laborales como la parte principal de las obligaciones de los siervos y campesinos libres; las características básicas de la servidumbre como institución; la distribución de las parcelas del trabajador individual.

Los servicios laborales eran el resultado de los costes de transacción extremadamente elevados para la formación

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