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TEMA 1.- Consolidación Del Estado Liberal Y Construcción De Una Sociedad Nacional


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2014  •  6.385 Palabras (26 Páginas)  •  405 Visitas

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TEMA 1.- Consolidación del Estado liberal y construcción de una sociedad nacional

LAS OPCIONES POLITICAS EN EL ESTADO LIBERAL MEXICANO, 1853-1910

Introducción

En el marco formal del Estado liberal: la constitución escrita es la base legitimadora de ese Estado. Las constituciones liberales tienen dos partes: una dogmática en la que se declaran los derechos de los gobernados como límite impuesto por a las autoridades y otra orgánica en la que se determinan las agencias del poder público los “poderes” legislativo, ejecutivo y judicial, sus facultades y las relaciones que deben guardar entre sí y con los gobernados para hacer posible el régimen de derecho, consustancial al estado liberal.

El ideal es que ambas partes se equilibren y se apoyen mutuamente, la relación ha sido la contraria.

La última alternativa se ponderó abiertamente entre 1853 y 1855, durante la dictadura de Santa Anna se alzó la revolución de Ayutla, y se ponderó la solución contraria a la constitución de 1857.

Antecedentes y consecuencias

La historia del Estado moderno es el desarrollo de la racionalización del poder. En el siglo XVIII cuando los monarcas absolutos disponen de gestión económica y de dominación de la sociedad.

La autoridad del monarca se va haciendo autosuficiente. En la Real Ordenanza de Intendentes de 1876, se estatuyó un plan diseñado para el futuro, se dejan de lado las ponderaciones legitimadoras de la autoridad del monarca. Religión e iglesia aparecen en muchos lugares, pero están ahí como otras tantas situaciones dadas al gobierno y a las que éste debe atender para lograr la buena administración.

La ordenanza de Intendentes es el componente orgánico de una Constitución escrita. Estas razones acabarán por imponerse como demandas expresas de los grupos más enterados, interesados y comprometidos en ese orden. Cuando esos grupos de entendidos e interesados ven cerradas las vías de acceso a las puestos de autoridad y las razones de bienestar nacional y las contradicciones a la felicidad de los súbditos se contraponen al régimen y se apela a ellas como únicas fuentes de legitimidad.

La declaración de derechos como base o presupuesto dela organización del poder, es parte que completa el nuevo diseño del estado, ahora “liberal” por que en nombre de la libertad como fundamento de otros derechos se a subvertido le legitimidad del orden monárquico. Pero al fin y al cabo, es predicado del liberalismo del acento en la política será el principal obstáculo que enfrentaran quienes en su nombre se hacen de los medios de gestión como funcionarios o encargados de los puestos públicos. Ni todo el pueblo, en cuyo nombre dicen actuar esos iniciados en la nueva legitimidad, se conforma en la nación o república de esos administradores y gobernantes. Los medios para hacer posible la organización, de la sociedad dependerán de la manera en que el pueblo, se conforme como nación. Para esto se establecen las categorías a los que ha de calificarse a quienes tengan verdadero “interés nacional” (propiedad, profesión, industria, moral publica, y todo aquello que indique el empeño y la posibilidad de servir ala patria). Sin embargo hay siempre el problema de esos derechos “civiles” y hasta “domésticos”, que afectan el orden público de la sociedad, se reclaman políticamente y que situaciones imprevistas en la dogmatica constitucional de una época se impongan como condición del orden social ya la organización del estado.

Menos política y más administración

La historiografía delas revoluciones que constituyen y conmueven al estado liberal define una etapa de revoluciones “políticas o burguesas”, que va de 1789 a 1830. Entonces, se dice, la burguesía propone y dispone de los medios de organización. Basta recordar a Lorenzo de Zavala, cuyo ensayo crítico de las revoluciones de México desde 1808 hasta 1830 es la declaración de una imposible soberanía popular en un país de desposeídos y de indios sin intereses individuales y de clases privilegiadas que favorecen el atraso y el obscurantismo. El partido del progreso que pretendía disolver esos cuerpos para fundir a sus individuos en un verdadero estado nacional, diseñado, como el que proponía Zavala, y por y para la gente de razón política y excluyendo a quienes no la tenían.

Solo la base del respeto a los derechos corporativos era posible, según este autor, la acción de los propietarios y de quienes “verdaderamente querían el bien de su patria”, evitando la discordia que había asolado el país desde su independencia. Alamán envió, el 23 de marzo de 1853, una carta a Santa Anna en la que expresaba los propósitos del grupo conservador, estos eran en términos generales: menos política (entendida como la participación electoral en los ámbitos locales y nacionales) y más administración. En 1848, Emile Girardin (1806-1881) publicista, director de varios periódicos importantes, expreso que el poder publico debía encaminarse con “menos política y mas administración”; palabras que en el México de entonces, sacudidos de sobresaltos políticos, guerras sociales y golpes de estado venia como anillo al dedo de los liberales moderados y de conservadores.

De los franceses se tomaron también los programas para diseñar un sistema escolar, donde se advierte ya la escuela preparatoria en el que se da preferencia a la enseñanza técnica en la agricultura y artes útiles para la industria, sobre los tradicionales estudios filosóficos, jurídicos y de medicina.

También se dieron a concesiones a compañías de ferrocarriles y a comerciantes españoles se concedió el derecho de cobrar peaje en los caminos que el Estado no podía mantener en buenas condiciones ni con seguridad. Se estableció una rigurosa vigilancia sobre los caminos de la plata para controlar a los especuladores y comerciantes que hacían su agosto eludiendo los derechos fiscales y exportándola sin beneficio alguno para el erario.

Aquel empeño en la racionalidad administrativa recuperaba mecanismos de los últimos modelos de despotismo dieciochesco y echaba mano de los ideales del estado burgués de derecho. El sacrificio de la política solo sirvió para exasperar a los políticos que se agrupaban en la revolución de Ayutla en 1854.

Más política y menos administración

Elaborado a contragolpe de una dictadura, la obra constituyente de 1856-1857 recupero con animo exaltado la dogmatica liberal; hizo del poder legislativo, formado por la cámara de representantes, el predominante en la organización del estado y dejo al presidente

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