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Unidad Nacional


Enviado por   •  26 de Enero de 2013  •  1.806 Palabras (8 Páginas)  •  1.218 Visitas

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LA UNIDAD NACIONAL.

Las consecuencias de la segunda guerra mundial obligaron a México a modificar su proyecto de desarrollo. Se inicio el periodo de sustitución de importaciones, el crecimiento económico sostenido, la generación de empleos, migración creciente hacia las, ciudades y un alineamiento con los aliados en contra de eje Roma-Berlín-Tokio. En la política, la institución presidencial remplazara a la figura del caudillo y de la exacerbación de la lucha de la clases se pasaba a la reconciliación nacional.

Se tenía que hacer la reforma para consolidar el proyecto de la unidad nacional, que ponía el acento en la concordia y la armonía social por encima de aquel que insistía en la lucha de clases.

Se necesitaba impulsar la idea de que lo fundamental era identificarse con la nación, ser mexicano debía ser un valor superior a ser obrero o campesino. La afiliación por clase social o etnia pasaba a segundo lugar. La unidad nacional reclamaba del concurso de todos bajo un mismo techo. El ideólogo y promotor de este proyecto, Jaime Torres Bodet, no era un político profesional (si no hasta después), ni un teórico del estado, era un poeta que llego a ser secretario de educación pública, cuando los políticos profesionales habían fracasado en organizar las tareas de SEP.

El logro asentar un consenso amplio al igual que consolido los crecimientos del actual SEM. Inspiro en cambio constitucional por muchos motivos.

Primero, la educación socialista era una expresión demagógica; segunda, por el dogmatismo que implicaba la noción del conocimiento exacto y, tercero, por convicción personal de que la educación socialista, tal como rezaba el texto del artículo 3º, no se impartirá en ninguna parte de la republica. Además, como uno de los patrocinadores de la organización de la UNESCO, Torres Bodet, en representación de México, había insistido en que la educación debía inculcar en los niños, valores tales como la libertad, la injusticia y la democracia. El y también el presidente Ávila Camacho, hicieron consultas con representantes políticos y sociales, coincidieron en algunas cuestiones importantes para asegurar un consenso básico a su proyecto. Luego consulto con el ex secretario de educación pública, Narciso Bassols, quien fue el redactor final del texto de 1934. Luego el presidente acepto la redacción de la fracción séptima que estableció que toda la educación que impartiera el estado seria gratuita.

La constitución de 1917 garantiza la libertad de creencias. Por eso mismo la escuela no debe ser, entre nosotros, ni un anexo clandestino del templo, ni un arma apuntando contra la autenticidad de la fe.

A pesar de que la idea de reformar al artículo 3º. Se había ya mencionado desde 1944, nada hizo hasta finales de noviembre de 1945, cuando Torres Bodet regreso de Londres de la reunión constitutiva de la UNESCO. Y para el 27 de diciembre había sido aprobada por ambas cámaras.

El proyecto de la educación para la unidad nacional, como se le denomino informalmente, ratificara algunos de los principios de la educación laica, asimismo agregaba dos componentes doctrinarios nuevos: apoyarse en el progreso científico y la solidaridad internacional. El concepto de la democracia entendido como régimen político que busca el constante mejoramiento material y cultural del pueblo, no fue solo una concesión ala izquierda, representada por un intelectual notable, sino tal vez un convencimiento sincero de que corresponda al estado velar por los intereses superiores de la nación por encima de los de todas las clases sociales.

El proyecto de la educación de la unidad, que con variaciones ha tenido vigencia en la constitución y en la realidad, significo un impulso importante al crecimiento de la matricula. Por primera vez tomo en cuenta a la educación superior en su proyecto, ya que la idea de la unidad nacional permitía conciliar tendencias aun opuestas como la educación liberal para las elites con corrientes utilitaristas en la educación técnica. Tal vez uno de los logros más importantes fue lograr que los libros se han otorgados de forma gratuita a principios de los años setenta.

La reforma de 1946, mantuvo vigente la idea del estado educador y continuo con la tendencia a consolidar la hegemonía del gobierno central. Finalmente, el proyecto de la unidad nacional hizo una oferta política que ha podido cumplir y que es todavía fuente de muchas discrepancias y una demanda recurrente de muchas fuerzas, la gratuidad de toda la educación que imparta el estado. A pesar de muchos referentes empíricos positivos y la expansión del sistema debido al plan de once años, la movilidad social fue para pocos segmentos y para finales de la década de los setenta sus resultados se pusieron en duda. Además, a pesar de que por el progreso científico debía ser dinámica, la educación mexicana mostraba síntomas inequívocos de estancamiento.

LA UNIDAD NACIONAL: UNA REFORMA QUE PERDURA.

Apaciguadas ya las clases medias al frenar el reparto de tierras y de más cosas que habían pasado ese año, soplaron nuevos vientos en la SEP y se abrió de nuevo la contienda por la misión del SEM. En 1941 se proclamo el fin del radicalismo en la educación, no se trataba ya de que la escuela sirviera de palanca a la transformación de México, sino que fuera un instrumento para unificar el país, con el ánimo de consolidar la convivencia nacional.

Mientras tanto Luis Sánchez Pontón como primer secretario de educación pública en el gabinete del presidente Ávila Camacho, la transición a la escuela de la unidad nacional se inicio con la designación de Octavio Vejar Vázquez, quien sin miramiento ni tacto político arremetió contra la educación

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