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¿quien Se Ha Llevado Mi Queso?


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2011  •  2.258 Palabras (10 Páginas)  •  511 Visitas

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¿Quién se ha llevado mi queso?

Trata sobre el cambio que se da lugar en un laberinto, donde cuatro peculiares, interesantes y divertidos protagonistas, buscan el “queso”, elemento que es una metáfora de lo que uno quiere tener en la vida, ya sea dinero, trabajo, relación amorosa, salud, espiritualidad, distinción, paz interior, religiosidad, inclusive actividades recreativas como jugar, bailar, etc.

Cada ser humano tiene propiamente su idea de lo que es el “queso” y prácticamente busca su “queso” a toda costa, porque sabe que alcanzando el “queso” encontrará la realización y satisfacción personal de haberlo conseguido.

El “laberinto” es el sitio donde pasas más tiempo, la organización donde trabajas, la ciudad o comunidad donde radicas o las relaciones que mantienes en tu vida.

En esta obra, ratones y liliputienses, confraternizan pero los destinos de ambas especies son distintos, por tener diferentes puntos de vista acerca de la vida.

Es una interesante obra, que ayudará a todo lector, a observar los cambios positivamente, a vencer los temores de la vida y afrontarlos, a no quedarse atrás mientras otros avanzan, continuar moviéndose cuando el “queso” se mueva y adaptarse al cambio inmediatamente.

En el desenlace de la obra, nos deja un mensaje profundo de reflexión, que debemos todos aplicarlo en nuestras vidas, porque caso contrario estaríamos como un “calamar que se durmió y que se lo llevó la corriente” y eso es malo desde cualquier punto de vista.

La obra se inicia, en Chicago, cuando un grupo de hombres y mujeres que habían ido juntos al Instituto se reunieron para almorzar tras haber asistido a un acto oficial en el centro la anterior noche.

Compañeros de curso, empiezan a comentar de las cosas que habían cambiado desde aquella última vez que se vieron en la fiesta de graduación, había toda clase de profesiones e inclusive algunos compañeros de curso, estaban sin profesión pero se dedicaban a otro tipo de actividades, habían desde amas de casa hasta exitosos empresarios, pero todos reunidos con el mismo espíritu de confraternización.

Entonces un compañero de curso, Michael empieza hablarles a todos y él dice que todo cambia y que hay que adaptarse a los cambios, porque caso contrario se sufre y nadie en esta vida quiere sufrir, entonces Michael da inicio a una lectura que según él, ayudará a muchos de nosotros, a reflexionar sobre nuestra vida, a observar los cambios positivamente y principalmente a adaptarnos a los cambios, es una lectura de ayuda, que es breve pero muy significativa, afirma Michael.

Érase una vez, en una república lejana, donde vivían dos ratones: Oliendo y Corriendo (Oli y Corri para sus amigos); los otros dos eran liliputienses, es decir, personitas diminutas, del tamaño de los ratones, pero que tenían un aspecto y una manera de actuar muy semejante a los de los humanos actuales. Sus nombres eran Kif y Kof.

Tanto ratones como liliputienses, se pasaban el día buscando sus quesos favoritos en el laberinto, pero muchas veces llegaban terminado el día, con la decepción de no haber encontrado nada, pero al día siguiente continuaban su búsqueda por distintos lugares.

Oli y Corri, los dos ratones, tenían un método de búsqueda particular, era sencillo pero ineficaz, recorrían un pasillo, y si estaba vacío, daban media vuelta y recorrían el siguiente.

Mientras que Kif y Kof, los dos liliputienses, tenían otro método de búsqueda, más complejo, se basaban en la capacidad de ambos de pensar y aprender de las experiencias pasadas, aunque muchas veces sus creencias y emociones los confundían.

Pasado el tiempo, cada uno con su propio método, consiguieron encontrar lo que tanto anhelaban, al final de uno de los pasillos, en la Central Quesera Q, dieron con el tipo de queso que querían.

Desde ese instante, todos los días Oli, Corri, Kif y Kof, iban constantemente a la Central Quesera Q, a ingerir los deliciosos quesos.

Al cabo de un tiempo, Kif y Kof cambiaron de costumbres y se levantaban cada vez más tarde y se vestían con más dificultad, al fin y al cabo conocían de memoria donde quedaba la Central Quesera Q.

Kif dijo: “esto es una bendición, tenemos queso suficiente para toda la vida” y Kof no paro de reír, para sentirse más a gusto, Kif y Kof decoraron las paredes con frases e incluso pintaron trozos de queso que los hacían sonreír. Una de las frases decía: “Tener queso hace feliz”.

Una mañana, llegaron Oli y Corri a la Central Quesera Q, para comer más queso, percatándose que el queso, se había acabado, decidieron retomar nuevas fuerzas e ir en busca de nuevos quesos por el laberinto.

Ese mismo día, pero más tarde, Kif y Kof hicieron su aparición en la Central Quesera Q, no podían creer lo que veían, ya no había más queso, Kif dijo: “¿Quién se ha llevado mi queso?”, entonces empezaron a debatir, se enfurecieron, gritaron, cerraron bien los ojos esperando que todo fuese solamente una pesadilla, finalmente decidieron retornar a su casa aquella noche y volver mañana para ver si no se estaban equivocando, pero antes Kof escribió en la pared de la Central Quesera Q: “Cuanto más importante es el queso para uno, más se desea conservarlo”.

Al día siguiente, volvieron pero la sala continuaba sin queso, entonces empezaron a echarse la culpa, Kif y Kof, hablaban de que no era posible lo que sucedía ahí y empezaron a analizar.

Mientras tanto, Oli y Corri, buscaban y no podían encontrar nada, hasta que un día, hallaron una montaña de suculento queso, estaba en la Central Quesera N, se quedaron complacidos con su hallazgo que decidieron descansar el resto del día ahí.

Kof, preocupado por el problema, planteo ir en busca de más queso, salir al laberinto no para volver a casa, sino para buscar más queso, de seguro existen más salas, con más quesos, de diferentes sabores y de distinta calidad, pero Kif insistió en quedarse, afirmo que esperaría hasta que nuevamente vuelva el queso, aún así, si eso toma todo un año redondo.

Pero Kof, no estaba del todo convencido, claro que tenía miedo de salir, pero finalmente salio, con temores e incertidumbres por lo que pudiese encontrar en los pasillos del laberinto, Kof, antes de salir para animarlo a su amargado amigo escribió en la pared: “Si no cambias, te extingues”.

Sin embargo, Kif, ni se digno a mirar el mensaje de su amigo, entonces Kof, con cierta desconfianza salio a buscar nuevas salas, con nuevos quesos.

En su trayectoria Kof, fue aprendiendo nuevas cosas, que lo ayudaron a cambiar de actitud y de carácter, fue ganando experiencia para no volver a cometer los mismos errores del pasado,

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