Ética Para Amador Análisis Capitulo 6

Aparece Pepito Grillo

En este capitulo el autor comienza indicando que para alcanzar la buena vida, tenemos la única obligación de no ser imbeciles, definiendo la imbecilidad desde el origen de la palabra misma: baculus, término en latín que etimológicamente significa “bastón”, explicando de esta manera que imbecil no se refiere a aquella persona tonta o que carece de conocimiento, sino a aquella que necesita siempre un sustento o apoyo moral ya que carece de conciencia, expone que todas las personas utilizamos bastones, es decir, pretextos diversos para poder evadir la responsabilidad, así mismo nos dice que existen muchas clases de imbeciles, los que no saben que hacer con su vida, los que sabiendo lo que quieren tienen temor de hacer las cosas, los que les da igual hacer una cosa que otra, o el que quiere hacer algo con tanta decisión y fuerza que no mide las consecuencias de sus actos que podrían llegar a perjudicarlo a si mismo.

Savater señala que lo contrario a ser imbecil es tener conciencia pero para esto se necesitan ciertas cualidades innatas y que además se deben desarrollar a lo largo de la vida. La conciencia consiste en saber que las cosas no dan igual, ser responsables de que lo que hagamos, ser críticos en nuestra propia moral y ser responsables de nuestras acciones, sin intentar disfrazarlo bajo excusas.

Por otro lado el autor nos habla que para lograr esa buena vida, uno debe ser egoísta, pero, no ser aquella persona que simplemente piensa en si misma, y no le importa pasar por encima de quien sea para lograr sus propósitos, sino ser un egoísta consecuente, que es aquel que intenta mejorar sus propios intereses pero sin fastidiar por ello a los demás, ni sentirse culpable ni avergonzado. No debemos avergonzarnos de las cosas malas que tenemos, si no nos las hemos buscado, es decir, que debemos más bien arrepentirnos de aquellas que suceden por nuestro mal quehacer.

Así mismo Savater analiza las palabras culpa y responsable las cuales se relacionan con la conciencia. Nos habla de algo muy común, el remordimiento, nos lleva en este punto a la siguiente interrogante -¿De donde vienen los remordimientos?, pues como lo explica el autor estos surgen de nuestra propia libertad, si no fuésemos libres no podríamos sentirnos culpables de nada, y evitaríamos los remordimientos. Por eso cuando sabemos que hemos hecho algo vergonzoso intentamos asegurar que no tuvimos otro remedio, que no pudimos actuar de otra forma. No son más que el descontento con nosotros mismos cuando empleamos mal la libertad. Hay situaciones en las que no se puede retroceder para repetir. Por ende debemos ser consecuentes con nuestra libertad de decisión y no traicionarnos a nosotros mismos, eligiendo en cada momento según nuestra concepción de moralidad.

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