Ética Para Amador

En todo momento –nuestro día a día– vivimos pensando sobre el buen camino y el malo, lo que está correcto y lo incorrecto, dándonos cuenta de que tenemos la total libertad de elegir un camino, y dicho camino, es el que nos conviene. Como seres pensantes, tenemos la potestad de elegir entre lo bueno y lo malo, de decir Si o decir No, por eso señalamos que la ética va de la mano de nuestras decisiones, tomando en cuentas las consecuencias que pueden ocurrir, es decir, si ocurre un acontecimiento relevante, donde se pueda ver perjudicada alguna persona, pero resulta que esta persona no tiene nada que ver con lo sucedido y sabiéndolo no nos molestamos en desmentir algo sino que seguimos con la polémica, podemos decir que no tenemos Ética, una persona sin palabra o amarillista, y no tenemos ética por decidir continuar ocultando la verdad. En relación con lo anteriormente expuesto, también nos dejamos llevar por las órdenes, costumbres y caprichos, con esto quiero decir que, a veces por estar metido en una rutina, por querer hacer lo que en un momento dado nos provoca o por el simple hecho de estar amarrado a alguna normativa o regla dejamos a un lado nuestros principios y valores, como cuando trabajas en la redacción de noticias, y el dueño de la presa a la cual escribes te pide una noticia redactada de una manera poco profesional y correcto, pero debes hacerlo. Es en este momento cuando nos ponemos a pensar en hacer lo correcto o perder el trabajo por haber incumplido los parámetros establecidos. También es un momento donde nos quedamos pensando en lo que pasaría si hiciera lo que quisiere, pero es que hasta hacer lo que quieres puede provocar diversos problemas, como cometer algunas imprudencias. Pero no solo tocamos el tema de querer hacer lo correcto, sino también de querer dar más, de querer ser más que otros, de querer obtener todo lo que quisieres; cosa que nos volvería una persona competitiva, egoísta –en diferentes aspectos–, decidida a hacer lo que fuere por obtener lo deseado, son este tipo de cosas las que nos convierte en una persona sin moral, y a su vez, sin ética.

Por otro lado, buscamos siempre darnos la buena vida y para eso hacemos lo que nos conviene realizar, es decir, hacemos lo que queramos; pero en que consiste esto de darnos la buena vida, tal vez no sea el que nos mantengamos sanos y fuertes comiendo vegetales y frutas o que seamos estudiosos y sepamos cultura general. Es aquí cuando nos damos cuenta que lo que queremos es tener un palacio, usar la ropa que más nos gusta, tener el auto último modelo, llevar una vida social activa (pero no precisamente con buenos amigos); y es que de que nos sirve tener todo lo que queramos si no adquirimos de buena salud por ejemplo, de que nos sirve el dinero si con el no podemos comprar una verdadera amistad, y es que lo que nos llevó a tener todo, hiso que perdiéramos los más importante para tener una buena vida. No obstante, hay

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