ANÁLISIS LITERARIO DE "LOS GALLINAZOS SIN PLUMAS"

ANÁLISIS LITERARIO DE “LOS GALLINAZOS SIN PLUMAS”

En el cuento "Los gallinazos sin plumas", del escritor Julio Ramón Ribeyro, cuenta la triste historia de dos niños huérfanos, Efraín y Enrique, que son explotados por su ambicioso y cruel abuelo Don Santos.

El hombre de setenta años y con pie de palo explota a sus nietos para que consigan alimentos podridos en el muladar, para su puerco Pascual. La ambición del abuelo es engordar al cerdo para venderlo a un buen precio.

Un día, Efraín pisó un vidrio, cortándose la planta del pie y después le dio algún tipo de enfermedad. Entonces, Enrique “trabajó” solo en el muladar llenando los cubos de desperdicios alimenticios y de regreso, se encontró un perro flaco y sarnoso que lo llevó para hermano Efraín.

Un día que llegó el invierno, Enrique se enfermó. El abuelo preocupado de que sus nietos se habían enfermado y no había nadie que trajera alimentos para el cerdo. El abuelo. En vista de que necesitaba el alimento para el marrano, se fue a la calle más de una vez para conseguir alimentos para Pascual, pero nunca obtuvo suerte y fracasó.

Al cabo de unos días, el abuelo desesperado por el hambre que tenía Pascual, levantó a golpes a sus nietos para que fueran al muladar a recoger desperdicios. Como Efraín no podía levantarse, Enrique salió solo a la calle a buscar alimentos en el muladar.

Al regresar a casa con los cubos repletos de alimentos podridos, buscó a su perro pero no lo encontró, entonces su hermano desesperado le pidió que lo buscara, que su abuelo lo había cogido, entonces Enrique se dio con la sorpresa de que el Pascual devoraba a Pedro, el perro. Entonces, Enrique gritó a su abuelo y éste resbaló de espaldas y cayó al chiquero.

Mientras el abuelo gritaba ayuda, porque Pascual lo iba a comer, los hermanitos huyeron del lugar adentrándose en la ciudad.

El cuento claramente es una crítica social, que se desarrolla alrededor del tema central: el maltrato y la explotación infantiles. A lo largo de la obra literaria se puede percibir el conflicto de violencia que viven los dos niños Enrique y Efraín con el abusivo abuelo don Santos.

Así indirectamente Julio Ramón Ribeyro nos muestra la injusticia en la que vivimos, y en como lo tomamos por algo natural tanto el abandono infantil como la violencia que viven a diario.

El cuento tiene un peculiar título, pero con mucho significado, ya que Efraín y Enrique simbolizan a los "gallinazos sin plumas" a aquellas aves rapaces que andan buscando alimentos en los muladares.

También podríamos decir, que para Ribeyro, el abuelo simboliza el capitalismo, el sistema que explota vilmente a los pobres obreros; mientras Pascual, el puerco hambriento, viene a ser la representación de la sociedad de consumo del capitalismo en descomposición;

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