Administracion Por Valores

Resumen “ADMINISTRACION POR VALORES “

INTRODUCCION

Toda organización es creada con el objetivo de obtener beneficios económicos, los dueños y accionistas se enfocan en el aumento de las ganancias tratando de usar eficiente y eficazmente las herramientas que dispongan.

El inconveniente que constantemente se presenta es que muchos creen que de ese grupo de herramientas hacen parte sus empleados o como algunos llaman “la mano de obra” y no se dan cuenta que estos no son una simple herramienta más, sino que son ellos precisamente, quienes hacen parte activa e importante de la empresa, los encargado de que se cumplan los objetivos.

La ADMINISTRACIÓN POR VALORES nos muestra como transformar cualquier compañía en un equipo de trabajo que lucha continuamente para obtener beneficios para la empresa y para cada una de las personas que influyen directamente con la organización, llámese propietarios, accionistas o empleados, sin dejar por fuera a aquellos que desde el exterior influyen en la compañía, cómo son los clientes, proveedores y competidores.

EL PROCESO DE LA ADMINISTRACION POR VALORES

La Administración por Valores, es un proceso continuo cuya finalidad es rediseñar la cultura organizacional en búsqueda del compromiso empresarial, haciendo que todas y cada una de las personas que influyan en la compañía sientan como suyos los objetivos colectivos y que estos objetivos no solo traigan consigo cumplimiento de metas financieras, también enriquecimiento personal, intelectual y espiritual.

Para poder iniciar el proceso de la ADMINISTRACIÓN POR VALORES, es necesaria la participación de todos los miembros de la organización y sobretodo concientizarse de los múltiples cambios que vendrán y a los que todos tarde o temprano serán capaces de adaptarse. No es un proceso corto pero se obtienen buenos resultados, así que es necesario tener mucha paciencia y optimismo.

El proceso ADMINISTRACIÓN POR VALORES consta de 3 etapas:

Etapa 1: ACLARAR NUESTROS VALORES, PROPÓSITO Y MISIÓN

El proceso ADMINISTRACIÓN POR VALORES necesita de la integración de todos los miembros de la organización y durante esta primera fase lo primordial es llegar a una conclusión unánime de la misión y los valores que regirán todas las relaciones en la compañía, que serán las bases para la toma de decisiones y de los cuales todos se sentirán orgullosos. Para eso, cada integrante de la organización expondrá sus ideas así: Primero el gerente y el equipo administrativo estas se comparten y se comparan, luego se necesita del enfoque de los empleados y se verifica con los clientes y otros que influyen en la empresa para así finalmente sintetizar todas las ideas.

Etapa 2: COMUNICAR NUESTRA MISIÓN Y NUESTROS VALORES

Informar cambios que vienen, comenzar a mostrar las correcciones que se van a hacer y sobre todo recordarles a cada uno el compromiso con esos valores y esa misión, que se graven que estos serán los “JEFES”, serán quienes regirán e influirán directamente en la forma de actuar, comportarse y en la toma de decisiones de cada miembro de la compañía, esto se puede hacer con la ayuda de todos los medios de comunicación con los que cuenta la empresa; lo ideal es que quien tenga alguna relación con la empresa por más mínima que sea, pueda visualizar estos valores en todos los alrededores de la organización

Etapa 3: ALINEAR NUESTRAS PRÁCTICAS DIARIAS CON NUESTRA MISIÓN Y NUESTROS VALORES.

Está enfocada en la práctica y la conducta organizacional asegurándose de su compatibilidad con las intenciones definidas en las fases anteriores.

Todas las personas son diferentes y se sabe que siempre se presentarán desacuerdos y conflictos organizacionales, por tal razón, para alinear las prácticas administrativas con los valores es necesario que se designen una o varias personas imparciales que puedan intervenir y lograr un acuerdo entre las partes que participan en el conflicto.

Se deben hacer evaluaciones administrativas y técnicas de retroinformación, para identificar los valores, estilos de trabajo y las pautas de adaptabilidad de las personas; así identificar que se debe cambiar y qué se debe exaltar de cada uno. Por eso se necesita que todos estén abiertos al cambio que acepten críticas constructivas y que se comprometan al cambio, sin olvidar que quien cambia es porque así lo desea a nadie se le puede obligar.

También es necesario un proceso de concientización, hay que saber escuchar y atender las ideas de todas las personas, saber que siempre se podrá llegar a un acuerdo

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