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CIENCIA Y TECNOLOGÍA PARA EL DESARROLLO ENDÓGENO


Enviado por   •  1 de Febrero de 2013  •  3.380 Palabras (14 Páginas)  •  561 Visitas

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

ALDEA TACARIGUA

MISIÓN SUCRE

CONSTRUCCIÓN CIVIL

Tacarigua, Enero 2013

CIENCIA Y TECNOLOGÍA PARA EL DESARROLLO ENDÓGENO

Desde la Modernidad se instaló la idea de que el progreso va ligado a los avances tecnológicos, estrechamente relacionados con la actividad científica. La búsqueda del conocimiento no es una actividad "neutra". Lejos de la imagen platónica del valor del conocimiento como algo bueno y bello "per se", la historia contemporánea nos muestra al conocimiento como poder, y a la actividad científica en sus conexiones con la innovación tecnológica y los esquemas políticos y económicos que se instalan socialmente, a nivel mundial.

Globalización

Los nuevos esquemas globales han dado paso a un mundo de excluidos, de desigualdad mundial, donde el ingreso del 1% de la población (los más ricos) equivale al del 75% más pobre. El 10% más rico de la población de USA (25 millones de personas), tiene tantos ingresos como el 43% más pobre de la población mundial (2000 millones de personas).

La realidad de la globalización es que aproximadamente el 30% de los intercambios económicos mundiales se realizan entre las grandes empresas y sus filiales en otros países, al interior de las trasnacionales, para su beneficio y crecimiento. Otro 30% se realiza entre esas mismas grandes trasnacionales. Un diálogo de monstruo a monstruo, la verdadera definición de la "inclusión". La globalización es un esfuerzo de enormes poderes económicos que buscan derribar las barreras nacionales para imponerse y expandirse libremente, con una lógica propia de supervivencia, elementalmente implacable.

Los nuevos paradigmas globales responden, a los intereses hegemónicos de grandes trasnacionales, en su búsqueda por el dominio de los mercados mundiales. Estos esfuerzos concentran las riquezas en un reducido número de países. Los países de la OCDE, con sólo un 19% de la población mundial, concentran el 58% de las inversiones extranjeras y el 71% de intercambios mundiales de bienes y servicios. Las posibilidades de desarrollo e "inserción", para los países pobres, se postulan en términos de su ingreso a la llamada "Sociedad del Conocimiento". Pero la realidad indica que no solamente se han profundizado las diferencias en la distribución mundial de la riqueza, sino que estas brechas se reflejan también en desigualdades en la distribución y acceso al conocimiento y nuevas tecnologías. El conocimiento es asunto de poder.

¿La ciencia es neutra?

Al igual que la riqueza, la ciencia está dividida en dos mundos. El acceso al conocimiento dista de ser democrático. A pesar del aumento constante de la riqueza planetaria, la mitad de la humanidad vive con menos de dos dólares por día, y hay en el mundo 876 millones de analfabetos donde el 64% son mujeres. En los países de América latina y el Caribe hay 42 millones de analfabetos donde el 55% son mujeres, que pertenecen en su mayoría al 20% más pobre de la población. Los países pobres invierten menos del 1% del PIB en I+D, y los países ricos, entre 2 y el 3%.

El número de científicos por cada millón de habitantes de los países en desarrollo es entre 10 y 30 veces inferior al de los países desarrollados. Así, América latina y el Caribe tienen menos de 150.000 investigadores, 3,5% del total mundial, mientras que en los EEUU se aproximan al millón (cerca del 25% del total mundial), y el 90% de las personas que participan en actividades científicas y tecnológicas residen en los siete países más industrializados del mundo. El 91% de los usuarios de Internet se concentra en los países de la OCDE. Además, un 93,3% del total mundial de Internautas pertenece al 20% de la población más rica y sólo un 0,2% a los más pobres. [1] [2]

Mientras que la realidad muestra que el avance de la globalización y el advenimiento de la supuesta Sociedad del Conocimiento sólo han servido para profundizar las desigualdades, los nuevos esquemas se postulan sobre los ideales de democracia y libertad, y sobre la posibilidad de la "inclusión" de los países más pobres en los nuevos paradigmas.

Si el poder se relaciona con el conocimiento, la posibilidad de la democracia y la libertad, a nivel mundial, implican una participación igualitaria en su producción, acceso, absorción y uso social. Pero los países pobres, con diferentes grados de desarrollo en sus fuerzas y relaciones productivas, no tienen las capacidades suficientes para participar en este proceso. Y menos aún, cuando el conocimiento se utiliza como instrumento de dominación, y no para cerrar las brechas, en un contexto donde se evidencia que la minoría de "incluidos" son sus amos, los dueños del conocimiento, y la mayoría son los excluidos, que comienzan a darse cuenta de la imposibilidad de la inclusión en ese esquema. Las contradicciones del discurso de inclusión ponen en peligro la gobernabilidad y la paz del planeta.

El discurso de democracia y libertad entra en crisis cuando choca con la realidad de la exclusión y cuando se ponen de manifiesto sus contradicciones. Son signos inquietantes de la crisis, desde los mismos centros de poder, el descontento social frente a las claras violaciones del discurso, en hechos como la Guerra de Irak, que pusieron impúdicamente al descubierto la fragilidad de los argumentos y la validez de los principios que orientan supuestamente la acción política y sustentan la "ética democrática y de libertad", y las relaciones que mantienen el frágil equilibrio mundial. Una de las posibilidades para la "inclusión" se encuentra en las ideas de la "Ciencia y la Tecnología para el Desarrollo", ciencia como herramienta para luchar contra la pobreza. El conocimiento es la base para el progreso, la paz y el equilibrio mundial.

En este sentido, el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo fue proclamado por la Unesco en 2002, con objetivos que apuntan a nuevos compromisos éticos, al uso de la ciencia en beneficio de las sociedades, para la erradicación de la pobreza y en pro de la seguridad humana.

Ciencia para la paz y el desarrollo

La Ciencia para la Paz y el Desarrollo es una idea esperanzadora que denuncia una carencia de una agenda mundial de

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