El Psicoanalisis

“EL PSICOANÁLISIS Y EL MAESTRO”

El psicoanálisis para el maestro, no se ha de entender que el conocimiento de la teoría psicoanalítica resulta indispensable para impartir una buena enseñanza. Han existido y existen magníficos maestros carentes del menor conocimiento psicoanalítico. A través de la historia de la educación puede retraerse el proceso que condujo lentamente a la concepción de que a la obra del maestro no se halla confinada a un impartir el conocimiento de determinados hechos y habilidades.

John Dewey, contemporáneo de Freud, se propuso convencer a los maestros de la importancia del estudio del desarrollo de los seres humanos y mostrar valiosa tarea que le corresponde a la escuela en este proceso tendiente a convencer a muchos acerca de la profundidad de su enfoque. El psicoanálisis ha ejercido una gran influencia sobre el pensamiento educativo tan pronto se conocieron sus hallazgos.

Hartman y kris1 “Referirse al psicoanálisis como una psicología genética es engañoso, cuando se de por supuesto que su principal preocupación consiste en rastrear la conducta hasta las primeras situaciones”.

El psicoanálisis puede contribuir a la educación; el mismo permite que el maestro se ocupe del niño con una mayor comprensión, vinculado entre si pasado, presente y futuro.

Freud “No he contribuido nada a la explicación del psicoanálisis a la educación, pero era comprensible que las investigaciones acerca de la vida sexual de los niños y su desarrollo psicológico hayan atraído la atención de los educadores y arrojado una nueva luz sobre sus tareas”. Dichas ideas, si bien no llevan la etiqueta del psicoanálisis, pueden remitirse a los descubrimientos de Freud.

Anteriormente la infancia se veía como una fase de inocencia y felicidad, y se trataba de mantener dicho estado hasta la madurez, de acuerdo con esta, el psicoanálisis ha revolucionado el enfoque con que se veía a los niños y, por consiguiente, la educación.

Se defendió de la libertad para la satisfacción de los deseos más urgentes del niño, sin tener en cuenta la naturaleza de éstos y la edad de niño. Lo voracidad, la suciedad y la abierta conducta sexual recibieron una aportación total por parte de estos experimentadores.

Freud, señala claramente que la gratificación de instintos- aceptada sin tener en cuenta su naturaleza y la edad del niño, y la falta de orientación por parte del maestro- no pueden conducir a la salud mental, el enfoque que el conocimiento psicoanalítico brinda realmente a la educación.

Freud ha dado una vivida descripción de la situación entre el yo débil –el mediator interno que siente su tarea demasiado pesada- y los impulsos que lo amenazan debido a su fuerza, produciendo así una ansiedad intolerable.

La necesidad de tener un adulto como modelo, como superyó externo, que no actúe mediante el temor, sino por su intervención firme y amistosa.

La tarea del educador requiere una lenta modificación, no una supervisión brusca o una falta total de apoyo.

El primer grupo de maestros en aceptar los descubrimientos del psicoanálisis y llevarlos a la practica de una manera provechosa fueron maestros de guarderías escolares, no hallaron dificultades en observar las verdaderas pasiones y la ansiedad sugerida de los conflictos interiores que el psicoanálisis han puesto de relieve la ansiedad y las necesidades destructivas son abiertamente desplegadas,

Las fantasías se expresan en el juego y la conversación, y el maestro siente que tiene libre acceso a la mente del niño. Algunas maniobras de la mente, los mecanismos de defensa.

Todas las mañanas pueden obsérvalos cuando se despiden

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