Ensayo Aura

Aura ¿Sueño o Realidad?

Los sueños, ¿son producto de nuestra imaginación? o, ¿tal vez un escape temporal del alma fuera de lo que podemos palpar?. A ciencia cierta nadie ha podido definir de donde provienen los sueños o que son en realidad, sin embargo todos soñamos alguna vez y estos pueden ser tan profundos que al despertar nos sentimos sugestionados por ese sueño que puede ser feliz, agradable, emocionante, pasional, triste, misterioso o espantoso al grado de que este se convierte en una pesadilla.

Aura, una de las obras más importantes del autor Carlos Fuentes, creo en mi muchas interrogantes, como las ya mencionadas, que me permitieron tener un juicio respecto a lo sobrenatural y hacia lo que realmente significa el amor verdadero y la pasión que lo envuelve y traspasa las barreras del tiempo pero al mismo tiempo me dejo con la idea de que todos los acontecimientos quizás solo se tratasen de un mal sueño, un sueño sumamente oscuro.

La obra, escrita en 1962 es una de las que más me ha gustado, por ese ingrediente especial que tienen unas obras que te dejan, como coloquialmente se dice “picado” con la pregunta ¿Y qué pasó después? Eso te hace seguir leyendo y analizando lo que has leído, te deja pensando en los más mínimos sucesos, y te deja esa cosquillita dentro de querer saber qué es lo que va a pasar, digo yo que son obras como de suspenso, muy místicas y oscuras en la trama de la historia.

El lenguaje de la historia es muy comprensible y otras muy raro, pero eso lo hace interesante, mezcla situaciones, utiliza elementos poco comunes que al ir avanzando en el desarrollo, te hacen ver que son muy importantes para la comprensión clara de la historia.

Dentro de la historia hay pocos personajes, unos físicamente, como Felipe Montero, Aura, Consuelo, Saga (el conejo), y otros ausentes, como el general Llorente, pero presentes dentro de la trama.

Es algo confusa esta historia, ya que por lo mismo que te involucras en forma de Felipe Montero y la forma en cómo te lo narra te hace a veces prestar más atención y en otras confundirte al momento de pensar que todo eso lo estas haciendo tu mismo, sin pensarlo.

Felipe Montero, el protagonista, empieza desplazándose a través de un espacio en la ciudad de México, en un café, leyendo el periódico, para luego situarse en una calle algo desconocida y antigua a lo manejado con lo contemporáneo del periférico y la gente, la calle Donceles en donde está la casa de la anciana con numero 815. Ahí es a donde Felipe, marcado quizás por el destino, tiene que dirigirse para encontrarse con el pasado.

El tal Felipe cuando se decide por tomar el empleo publicado en el periódico, estuvo buscando por un buen rato la casa y cuando por fin llega a la nadie le responde a la puerta, entonces la empuja y se da cuenta de que el lugar está oscuro y tiene un fuerte olor a humedad.

La casa se encuentra ubicada en el centro de la ciudad de México, pero pareciera ser desde el comienzo una casa deshabitada y abandonada por el tiempo donde casi no entra la luz del sol.

Dentro de toda la historia hay dos elementos que se resaltan todo el tiempo, el primero es el olor ya que siempre se menciona que huele a humedad, a viejo, a musgo, a raíces podridas, a encierro, tal y como lo relata el autor. Lo anterior, desde mi perspectiva, reafirma el posible abandono de la casa o el descuido y la penumbra en la que se encuentra.

Más adelante, después de que Felipe consigue el empleo conoce a Aura, de quien desde el primer momento, podemos darnos cuenta de que se siente atraído hacía ella, por la manera en cómo la mira, cómo le habla, el nerviosismo que siente, pero conforme transcurre la historia también se va dando cuenta de que cosas raras giran en torno a ella, sobre todo cuando ve a Aura degollando a un macho cabrío y cuando entra la recámara

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