Fabulas De Iriarte
Enviado por rayoroky • 31 de Julio de 2014 • 445 Palabras (2 Páginas) • 350 Visitas
El oso, la mona y el cerdo
Un oso, con que la vida
ganaba un piamontés,
la no muy bien aprendida
danza, ensayaba en dos pies.
Queriendo hacer de persona, 5
dijo a una mona: «¿Qué tal?»
Era perita la mona,
y respondiole: «Muy mal.»
Yo creo, replicó el oso,
que me haces poco favor. 10
¡Pues qué! ¿Mi aire no es garboso?
¿No hago el paso con primor?
Estaba el cerdo presente,
y dijo: «¡Bravo! ¡Bien va!
Bailarín más excelente 15
no se ha visto ni verá.»
Echó el oso, al oír esto,
sus cuentas allá entre sí,
y con ademán modesto
hubo de exclamar así: 20
«Cuando me desaprobaba
la mona, llegué a dudar:
mas ya que el cerdo me alaba,
muy mal debo de bailar.»
Guarde para su regalo 25
esta sentencia un autor:
si el sabio no aprueba, malo;
si el necio aplaude, peor.
Nunca una obra se acredita tanto de mala, como cuando la aplauden
los necios.
El gusano de seda y la araña
la carcajada soltó,
haciendo del loro mofa. 30
Él respondió solamente,
como por tacha afrentosa:
Vos no sois una PURISTA(1);
y ella dijo: A mucha honra.
¡Vaya, que los loros son 35
lo mismo que las personas!
Los que corrompen su idioma no tienen otro desquite que llamar
puristas a los que le hablan con propiedad, como si el serlo fuera
tacha.
Trabajando un gusano su capullo,
la araña, que tejía a toda prisa,
de esta suerte le habló con falsa risa,
muy propia de su orgullo:
«¿Qué dice de mi tela el seor gusano? 5
Esta mañana la empecé temprano,
y ya estará acabada al mediodía.
¡Mire qué sutil es, mire qué bella!...»
El gusano con sorna respondía:
«Usted tiene razón; así sale ella.» 10
El mono y el titiritero
Se ha de considerar la calidad de la obra y no el tiempo que se ha tardado en hacerla.
El
...