LINEAMIENTOS PARA LA ACREDITACIÓN DE PROGRAMAS DE PREGRADO.

La ley 30 de 1.992 organiza el servicio público de la educación superior y en ella en el Titulo II, Capitulo V, artículo 53 al 56 norma el Sistema Nacional de Acreditación e información para la educación superior.

Actualmente el Decreto 1295 de Abril 20 de 2.010 reglamenta el registro calificado para programas de educación superior y enuncia el protocolo para su obtención.

A partir de allí el Consejo Nacional de Acreditación (CNA), buscando siempre la calidad en la educación superior publica los “Lineamientos para la acreditación de programas de pregrado” los cuales han sido reformados en varias oportunidades, siendo la última versión la de Enero de 2.013.

El documento en mención desarrolla un protocolo que autónomamente las instituciones de educación superior deben desarrollar para obtener la acreditación de alta calidad cumpliendo unos principios y objetivos delineados en ese documento.

El proceso de acreditación de alta calidad se desarrolla en cinco fases que se inician con un proceso de autoevaluación y termina con el reconocimiento público de calidad.

Valga anotar que éste proceso se desarrolla inicialmente por la institución de educación superior y posteriormente se debe dar en todos y cada uno de los programas de pregrado y postgrado que oferte.

Es condición inmodificable la participación de toda la comunidad universitaria.

El primer paso, la autoevaluación, se desarrolla teniendo en cuenta diez factores que son: Misión, Visión y Proyecto Institucional y de Programa, Estudiantes, profesores, Procesos Académicos, investigación y creación artística y cultural, Visibilidad nacional e internacional, Impacto de los egresados sobre el medio, Bienestar Institucional, Organización, administración y gestión y Recursos físicos y financieros.

Cada factor a su vez tiene como componentes unas características y aspectos que deben ser evidenciados con soportes institucionales y de cada programa.

La labor de recolección de la información debe tener el acompañamiento institucional y la participación decisiva de todos los miembros de la comunidad universitaria del programa. Este proceso debe ser socializado al inicio y después de terminado.

Cuando se culmina ésta primera fase se debe realizar un informe el cual debe tener el aval institucional y posteriormente enviado al CNA para que asigne pares académicos que visitan la institución y al programa, para confirmar lo planteado en el informe, en un proceso de evaluación externa.

Por último el informe de los pares académicos es analizado por el CNA y éste determina si el programa amerita ser acreditado de alta calidad.

Es muy importante anotar que durante el proceso de autoevaluación se deben ejecutar dos fases: Una ponderación y una calificación. En la primera de ellas denotamos lo que

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