Los Cuatro Acuerdos

LOS CUATRO ACUERDOS

Este libro es creado por el Dr. Miguel Ruiz quien era del linaje Guerreros de Águila y a través de este busca compartir con nosotros acerca de la cultura, las creencias y el conocimiento de los Toltecas los cuales eran conocidos en todo el sur de México como mujeres y hombres de conocimiento ya que eran científicos y artistas que formaron una sociedad la cual les permitirá conservar el conocimiento espiritual y las prácticas de sus antepasados.

La obra nos da una percepción diferente del pensamiento, haciendo que nos hagamos una serie de preguntas para lograr encontrar un fundamento real sobre las decisiones que tomamos en nuestra vida diaria.

El autor en su obra nos da la oportunidad de leer un escrito fundamentado en la idea de cambio, él pone de manifiesto muchas de sus ideas; estas las vemos reflejadas en cuatro acuerdos y él las da como un parámetro o guía para intentar cambiar lo que no estamos haciendo de una forma correcta.

Al principio el libro nos habla sobre los toltecas a quienes los antropólogos llamaban una raza pero dice quien realidad eran grupos de científicos y que trataban de mantener los conocimientos de sus antepasados, estos conocimientos eran espirituales, esto se pudo debido a que en Teotihuacán formaron una comunidad de maestros y estudiantes. Los maestros eran conocidos como naguales, estos tuvieron que esconder sus conocimientos y su sabiduría debido a que algunos utilizaban de mala forma los conocimientos aprendidos además de que influyo la conquista europea pero por fortuna con el tiempo se pudo transmitir estos conocimientos por generaciones de naguales.

El segundo tema que nos plantea es el de un hombre que vivió hace mas de 3 mil años y que se encontraba entre las montañas, este hombre era conocido como chaman y descubrió según sus creencias que todo estaba hecho por luz y que esta representaba a dios. Éste descubrimiento cambió su vida. Una vez supo lo que en verdad era, miró a su alrededor y vio a otros seres humanos y al resto de la naturaleza, y le asombró lo que vio. Se vio a sí mismo en todas las cosas: en cada ser humano, en cada animal, en cada árbol, en el agua, en la lluvia, en las nubes, en la Tierra. Y vio que la Vida mezclaba el tonal y el nagual de distintas maneras para crear millones de manifestaciones de Vida. Había descubierto que era un espejo para los demás, un espejo en el que podía verse a sí mismo, pero los demás no podían ver lo mismo y como él quería recordar todo lo aprendido decidió llamarse a sí mismo «Espejo Humeante» para recordar siempre que la materia es un espejo y que el humo que hay en medio es lo que nos impide saber qué somos. Y dijo: «Soy Espejo Humeante porque me veo en todos vosotros, pero no nos reconocemos mutuamente por el humo que hay entre nosotros. Ese humo es el Sueño, y el espejo eres tú, el soñador».

Después menciona que todos los seres humanos soñamos y que soñamos todo el tiempo las 24 horas del día, cuando estamos dormidos o despiertos ya que esa es la función principal de la mente y es que nuestros precedentes también soñaban y en conjunto sus sueños formaron el sueño del planeta que contenía miles de sueños que formaban los sueños de una familia, de una sociedad de toda la humanidad. El sueño del planeta incluye todas las reglas de la sociedad, sus creencias, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y maneras de ser, sus gobiernos, sus escuelas, sus acontecimientos sociales y sus celebraciones.

Nacemos con la capacidad de aprender a soñar, y los seres humanos que nos preceden nos enseñan a soñar de la forma en que lo hace la sociedad. Nos menciona que nosotros no escogemos nuestro destino, eso lo adquirimos cuando nacemos pues nuestros padres, nuestros profesores, la sociedad, la religión, las creencias, etc. La mayoría de los seres humanos somos títeres con una venda en los ojos que no nos deja ver las cosas como realmente son porque esto es lo que se nos enseña desde niños, nuestros padres no son los culpables ya que a ello se les enseño lo mismo y a los padres de nuestros padres igual; a esa edad no tenemos más opción que creer y aceptar lo que se nos dice porque no conocemos nada más para poder cuestionarnos la realidad de las cosas. La sociedad, nuestros padres, la cultura, las creencias, estas son las fuerzas que controlan los hilos para que este títere se mueva y los hilos son los acuerdos que hacemos cuando aceptamos estas creencias. Y esto es capaz debido a que desde pequeños nos enseñan a que les prestemos atención así como también nosotros buscamos tener ese mismo impacto sobre los demás y es por eso que aceptamos lo que nos imponen pues al prestarles atención nos concentramos y tenemos fe en lo que nos enseñan, Los adultos que nos rodeaban captaron nuestra atención y, por medio de la repetición, introdujeron

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