Los Problemas En La Enseñanza De Lengua Y Literatura

Hablar de la enseñanza de la literatura en la escuela nos lleva a plantearnos diversos interrogantes, ¿qué es la literatura?, ¿qué entendemos nosotros como docentes por ella?, ¿exponer o no nuestro punto de vista en cuanto a la lectura escolar en contraposición con los cánones oficiales?, ¿cómo y con qué estrategias la presentaríamos a nuestros alumnos?

Estos y otros interrogantes que se irán dando en el transcurso de nuestra vida como docentes nos pondrán en la encrucijada de asumir una posición ante la enseñanza de la literatura en la escuela y de hacernos cargo de nuestras decisiones.

Si bien tenemos que entender que hay un estereotipo muy marcado a través de los años de lo que significa su enseñanza y que hay textos que han acuñado una trayectoria según criterios históricos, políticos, etc., también debemos comprender que existen otras lecturas, que sin dejar de lado los cánones oficiales nos dan otro marco de referencia, otro punto de vista de la enseñanza de la misma.

Otro punto que debemos tener en cuenta es que vamos a trabajar con una generación marcada por lo audiovisual y que nos puede suceder como cita la profesora Carolina Cuesta en su libro con alumnos que etiquetan de “aburrido” a un clásico de la literatura nacional.

Debemos asumir también, si queremos que nuestros alumnos se apropien de un conocimiento genuino, que no hay una sola mirada, una sola postura cual recetario de cocina que nos indique como enseñar literatura en la escuela y desde donde debemos abordarla. Esto va a depender en gran medida a la formación que tengamos como lectores y estar atentos a la diversidad de voces e interpretaciones que se hacen de diferentes textos.

Ubicándonos en la posición del saber, con un único punto de vista estaremos expuestos al fracaso en nuestra labor o al rechazo por parte de los alumnos, lectores y críticos en formación.

Como he mencionado anteriormente, la necesidad de cumplir con los cánones oficiales nos obliga a utilizar distintas estrategias, plantear “problemas nuevos a viejos textos”, como argumentaba Bombini , al citar el ejemplo de cómo se trata el tema del mal a partir del poema “La refalosa” de Ascasubi.

A la hora de decidir por tal o cual obras trabajaremos en la escuela, debemos comenzar por tener conocimiento sobre el canon. Según Pedro L.Barcia ,”… el canon es un producto amasado con selecciones y desprecios, con olvidos y memorias, y se construyen bajo la mirada de intereses políticos, religiosos y sociales.”

En un recorrido histórico en cuanto al abordaje de los textos, he notado que se hacían siempre desde la mirada del saber, y que clásicos como el Quijote, Martín Fierro, entre otros tenían una única interpretación lo que llevaba a los alumnos a considerarlos aburridos.

Si planteamos una nueva postura para el abordaje de esos títulos a través de problemáticas actuales que nos lleven a interrelacionarlos con el conflicto articulado en el texto, quizás de esa manera podamos seducir a los alumnos con los clásicos de la literatura. Por ejemplo, si nos referimos a la política desde hace treinta años a la fecha podemos advertir

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