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Paradigma Emergente


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2012  •  3.177 Palabras (13 Páginas)  •  875 Visitas

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Desarrollo.

Un PARADIGMA EMERGENTE es un cambio, es decir el paradigma es la resistencia a cambiar algo y si lo manejas con término emergente, es que tiene dos vías y éste se puede modificar, ya sea por conveniencia o porque no se llega a comprender y se resisten a llevar a cabo el cambio que debe ser una transformación fundamental de nuestros pensamientos, percepciones y nuestros valores.

Principios del Paradigma Emergente.

Las leyes de Newton y de otras teorías físicas trajeron como resultado la idea del determinismo científico, expresado inicialmente por Laplace. Fue en 1927 cuando Werner Heisenberg, físico de origen alemán y dedicado al estudio de la física teórica, se dio cuenta de que las reglas de la probabilidad que gobiernan las partículas subatómicas nacen de la paradoja de que dos propiedades relacionadas de una partícula no pueden ser medidas exactamente al mismo tiempo y que cualquier intento de medir ambos resultados, conlleva a imprecisiones.

Esta afirmación de Heisenberg se tradujo en lo que fue denominado Principio de Incertidumbre, mejor llamado Principio de Indeterminación, el cual vino a decir al mundo que el resultado de una observación está vinculado a la presencia del observador.

El Principio de Indeterminación afectó profundamente al pensamiento de los físicos y de los filósofos y ejerció una influencia directa sobre los aspectos filosóficos asociados al concepto de causalidad, pero sus implicaciones para la ciencia no son las que se suponen generalmente. El Principio de Indeterminación afectó profundamente al pensamiento de los físicos y de los filósofos y ejerció una influencia directa sobre los aspectos filosóficos asociados al concepto de causalidad, pero sus implicaciones para la ciencia no son las que se suponen generalmente.

aunque sea imposible predecir cuándo morirá un individuo determinado.

Por su parte, una perspectiva que plantea el fin de la certidumbre (en términos de Prigogine), nos permite apreciar y entender al mundo y a los seres vivos en permanente interacción y no como elementos separados; ha permitido entender procesos tales como la absorción atómica de los núcleos; ha permitido entender que el universo es complejo pero no irracional, al favorecer la integración, mediante la mecánica cuántica, de conceptos aparentemente contradictorios como determinismo y azar, desorden y orden.

A manera de corolario, afirmamos que:

• Podemos convivir en y con un universo lleno de probabilidades.

• Es posible el desorden y el orden, el azar y el determinismo: Esto es el caos.

• Lo único cierto es la indeterminación.

• Complejidad más anticipación igual a incertidumbre más acción (Wagensberg, 2003).

• La vida sólo es posible en un universo alejado del equilibrio (Prigogine, 1997).

• Necesitamos la incertidumbre para establecer relaciones afectivas, para aumentar nuestros conocimientos, para fortalecer nuestra conciencia, y para desarrollar nuestra autoestima. La incertidumbre ante el futuro, ha sido y será el motor que mueve a la humanidad hacia delante. La seguridad absoluta en todos los órdenes es parálisis, castradora de la personalidad y arrullo de vagancias (Zapatero, 2004).

Sincronidad

El principio de sincronicidad puede ser entendido como “la coincidencia entre una imagen mental y un hecho exterior objetivo que no están vinculados causalmente, pero que establecen entre sí una relación de significación” . David Peat (en Grandío, 2003), citando a Jung, señala que la sincronicidad es la coincidencia en el tiempo de dos o más sucesos no relacionados causalmente, que tienen el mismo significado o un significado parecido. También llamados actos creativos o paralelismos acausales, las experiencias de sincronicidad se fundamentan en que las coincidencias significativas no pueden concebirse como pura casualidad. Dado que dichos fenómenos se multiplican y que es mayor y más precisa la correspondencia entre ellos, ya no pueden considerarse pura casualidad, sino que, por falta de una explicación causal, deben ser considerados combinaciones significativas.

Para complementar la tríada de la física clásica, Jung propuso la inclusión de la sincronicidad para convertirse en una tétrada que hiciera posible el juicio completo; según refiere Peat, sobre la base de conversaciones con Jung, la sincronicidad es para los otros tres principios, lo que la unidimensionalidad del tiempo es para la tridimensionalidad del espacio (Peat en Grandío, 2003). Esta relación fue ampliada posteriormente, con base en la integración de los aportes que hiciera Pauli, incluyendo la relación opuesta complementaria del espacio-tiempo con la sincronicidad.

Finalmente, podemos decir que la hipótesis radical subyacente a la sincronicidad es la de suponer una conexión, en el sentido literal, entre la mente y la materia, entre lo psíquico y lo físico.

Identidad – Autonomía

La identidad es considerada un conjunto de cualidades, virtudes, intereses, actitudes, capacidades, potencialidades, situaciones y circunstancias de la vida que componen la personalidad del individuo, fortalecen su autoestima y que forma parte del conocimiento que se tiene de si mismo (Lozada,2006). Según esta definición, podríamos añadir que todo aquello que nos representa y la forma como nos proyectamos ante el mundo, estaría dentro del campo de la identidad de la persona.

De acuerdo a la forma con que abordemos ese proceso de identidad, surge la autonomía; ésta se ubica como un proceso de autodeterminación, de libertad que se logra en base a la experiencia, al contacto con los otros y con el medio. Este cúmulo de práctica, hábitos y costumbres repercuten positivamente para alcanzar esa interdependencia en el fluir armónicamente con las otras personas que nos rodean. En el caso contrario que la experiencia no favoreciera el crecimiento hacia la autonomía, desarrollaríamos patrones de conducta dependientes (sumisos) o contradependientes (rebeldes).

Complejidad

Al hablar de complejidad necesariamente nos referimos a los estudios de Edgar Morin, quien expresa que la palabra complejidad viene de complexus: lo que está tejido en su conjunto. Un grupo de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados, presenta la paradoja de lo uno y de lo múltiple.

Morin toma el planteamiento de Pascal: “El todo está en

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