Relacion Entre Etica Y Politica

INTRODUCCION

A lo largo del tiempo, la relación entre la ética y la política ha sido muy compleja y cargada de tensiones. En términos ideales la relación entre ética y política tendría que ser dos saberes o prácticas humanas que juntas apunten al perfeccionamiento del individuo en el plano personal y social. Ética y política son dos dimensiones distintas del ser humano pero mutuamente implicadas, sobre todo cuando está de por medio el perfeccionamiento moral del individuo y la sociedad. Este tipo de relación implicaría, políticos-ciudadanos ciudadanos-políticos, capaces de relacionar en todo momento los ideales políticos con los ideales morales más edificantes de nuestra sociedad. En el posicionamiento de política sin ética se parte de la idea de que, mientras la ética es un conjunto de normas y reglas encaminadas al aseguramiento del bien común, la política es el arte del dominio sobre otros hombres; mientras la ética persigue como fin último la "felicidad", la política busca el control y conservación del "poder". La ética busca hacer mejores a los seres humanos, en cambio la política persigue la obtención y conservación del poder de unos individuos sobre otros.

Como resultado, surge una tercera forma de conceptualizar la relación entre la ética y la política, que concibe a ambos polos de la relación como complementarios y constitutivos de dos saberes o actividades humanas que buscan en un mismo fin. La política y la ética tienen en su dimensión social un objeto en común los cuales son los comportamientos de los individuos que participan en un todo social, pero una y otra consideran ese objeto desde puntos de vista distintos. La política examina los comportamientos en sus relaciones con una estructura de poder, la ética los considera en cuanto cumplen normas e intentan realizar valores objetivos, por eso la política pretende ser un saber de hechos mientras que la ética, un conocimiento de valores, existan o no de hecho. La política y la ética deben ser consideradas eternamente presentes y se deben llevar sobre y fuera del tiempo, compartiendo el ideal revolucionario de lo imposible como posible y permitiendo de nuevo el fijar nuestros objetivos como sociedad más allá de la simple sobrevivencia.

¿CÓMO SE RELACIONA UNA ÉTICA Y UNA POLÍTICA CIUDADANA?

Relación entre ética y política

Primero que nada la relación entre la ética y la política ha sido compleja y cargada de tensiones debido a que se dice que quien opta por una vida virtuosa, es decir, apegada a la realización cotidiana de los valores, debe alejarse de la política, a fin de conservar la probidad moral que otorga la vida ética; por el contrario, el que elige el camino de la política, debe estar dispuesto a pasar por encima de cualquier escrúpulo moral. Pero la verdad es que ambas deben ser consideradas eternamente presentes y se deben llevar sobre y fuera del tiempo, compartiendo el ideal revolucionario de lo imposible como posible y permitiendo de nuevo fijar nuestros objetivos como sociedad más allá de la simple sobrevivencia, la ética no debe abandonar su reflexión política y ésta tiene que prestar atención a las consideraciones morales en cuanto le sea posible.

Ética y política son dos dimensiones distintas del ser humano pero mutuamente implicadas, sobre todo cuanto está de por medio el perfeccionamiento moral del individuo y la sociedad. En términos ideales la relación entre ética y política tendría que ser entre dos saberes y prácticas humanas que juntas apunten al

perfeccionamiento del individuo en el plano personal y social.

Pero si bien es cierto el pretender vivir la ética sin política, ha dado lugar a dos tipos de autoengaños: Primero, el de que el hombre puede sustraerse a vivir la

dimensión política del ser humano, según la cual es posible desentenderse de la política y recluirse en la tranquilidad de la vida privada; ilusión que ya casi nadie mantiene, y de existir la inhibición política ello no obedece a que sea considerada inmoral, sino a que las personas se sienten impotentes en ella o se interesan más por otros cosas y en segundo, es un autoengaño o ilusión pensar que se puede preservar mucho más fácilmente la pureza moral en la vida privada que en la vida pública. Por otra parte la política sin ética no puede existir ya que toda política para ser tal necesita en algún sentido justificarse desde la ética.

Como resultado de las dos posturas anteriormente expuestas, surge una tercera forma de conceptualizar la relación entre la ética y la política, que concibe a ambos polos de la relación aludida como complementarios y constitutivos de dos saberes o actividades humanas que buscan un mismo fin, la eticidad.

Aunque ambas tienen un objeto en común consideran ducho objeto desde puntos de vista distintos.

Respecto a la relación que existe entre dichos conceptos, José Luis Aranguren filósofo español cuyas reflexiones giran en torno a la ética en general , muestra una preocupación por el estudio de las relaciones entre la ética y la política ciudadana, estas se relacionan con el proceso de construcción de un principio de estado ideal que no es impuesto igual, con previa necesidad, sino que admite la conveniencia ‘práctica’ de tomar en consideración las circunstancias en que se desarrollan las actividades políticas. Según el autor, tomar el problema en una investigación de doble sentido, y no de dirección única, por los dos lados a la vez, el principal y el real, el moral y el político. Dado que la compleja relación entre la ética y la política ha dado lugar a numerosas teorías filosóficas

y políticas, José Luis Aranguren, señala que, frente a esta relación, es posible advertir al menos cuatro posiciones, como: el realismo político, la repulsa de la política, la imposibilidad como sentido trágico y por último la problematicidad constitutiva de la relación entre la ética y la política.

Es frecuente que la relación entre ética y política, en las representaciones cotidianas, responda a algún estereotipo no problematizado, sobre todo, porque la incidencia de los medios de comunicación masiva en una representación estereotipada es decisiva y se concreta mediante la “construcción de la información” que esos medios realizan.

Para Fernando Savater las relaciones entre ética, política y ciudadanía, es que entre éstos conceptos y actividades existe un núcleo o hilo conductor que los hermana, y es que, para que sea posible

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