Resumen Curso Urgente De Política Para Gente Decente

CURSO URGENTE DE POLÍTICA PARA GENTE DECENTE

RESÚMENES

CAPÍTULO 1

PANFLETO DESDE EL PAÍS DE LOS PERPLEJOS.

La pérdida de los marcadores de certeza (y de precarios que sueñan con una cerilla y un bidón de gasolina)

Los momentos de crisis según Gramci, son aquellos en que lo viejo no se termina de ir y lo nuevo no termina de llegar, son momentos apropiados para el surgimiento de situaciones mórbidas, monstruos controlados por aquellos que se aferran a lo que no tiene validez o a lo que esperan que venga, más evidente en quienes no sueltan lo viejo y menos en los que aceptan lo nuevo.

Un marcador de certeza en el mundo es el mundo del trabajo. No tener empleo es un drama, el trabajo ha sido nuestra forma de relacionarnos con los demás. A partir de los años sesenta del siglo XX empezamos a vivir de forma generalizada en las ciudades, volviendo a los pueblos en fechas especiales de la cultura local. Anteriormente los ritmos sociales eran más lentos y la perspectiva de cambio más reposada. Lo laboral durante décadas ha sido un espacio de reconocimiento familiar, nuestros pares laborales se inmiscuyen en nuestra vida y se convierten en casi una familia. Las amistades, el lugar civil en la comunidad, el plano sentimental, los proyectos de vida, la capacidad para ahorrar, los planes familiares son metas que se cumplen como resultado de la función laboral. Todo eso ha empezado a cambiar radicalmente. Los trabajos ya no duran. Sin estabilidad laboral deja de ser el filtro deja de ser el filtro a través del cual se ve el mundo y el desde el cual el mundo te ve. Podría ser una bendición, pero si no existiera una renta básica universal el hecho de carecer de trabajo significaría carecer de derechos de ciudadanía.

El trabajo orienta la opción política, la vida sindical, la lectura del país y de los otros países. La total movilidad laboral es el sueño de los empleadores aunque la sociedad tiende a resentirse.

CAPÍTULO 2

NO ERA VERDAD QUE FUÉRAMOS TAN EGOÍSTAS.

Monólogo del hombre fragmentado.

El ámbito de la biología ayuda a que aumentemos nuestro conocimiento de compartimento humano aunque no se trata de que biolegicemos nuestra conducta, además desde una queja repetida de la filosofía que le parece tener miedo a perder un ámbito que le era propio, sino de utilizar las herramientas que aporta el conocimiento biológico para tener certeza de las bases de nuestro comportamiento, aunque teniendo en cuenta que la práctica total de los biólogos insisten en la primacía de los elementos culturales, siendo así a la hora de explicar los comportamientos humanos. Ahora bien, desde el campo de la ética se distinguen tres ramas: Ética de la autonomía relacionada al bienestar individual y muy referenciada a la ética. Por otro lado, está la Ética de la comunidad, la cual hacer referencia a la protección de la familia, la comunidad o cualquier grupo que pueda entenderse como propio y que se ligue la pertenencia, lealtad, respeto y autoridad. Por último, encontramos la ética de la divinidad, esta, enfocada al yo espiritual, la pureza física y mental que a su vez está ligada al autocontrol y la resistencia a los placeres carnales; como vemos este esquema puede servirnos para analizar también las principales posiciones políticas.

Por el contrario la esperanza es una construcción que requiere capacidad de abstracción, lenguaje para imaginar el futuro, es una necesidad que además burla la muerte simbólicamente, el conservadurismo, se vincula con el miedo y el progresismo con la esperanza. Tiene razón el politólogo Jon Elster cuando afirma que “falacia moral radica en tratar a un interlocutor como si lo gobernaran los mecánicos biológicos, en vez de considerar que está abierto el racionamiento o la argumentación. Pero toda la complejidad que vinimos discutiendo podríamos llamarlo el encanallamiento del descuento hiperbólico ya que no hay lugar para miradas ingenuas sobre la naturaleza humana.

CAPÍTULO 3

LAS PALABRAS TIENEN DUEÑO O DE LOS INDIOS QUE BAUTIZARON UN COCHINO.

TAREA PARA PENSAR LA DEMOCRACIA EN CASA III

Analfabetos en manos de Batman, James Bond, El Rey León y algún zombi.

La sociedad del espectáculo en un conjunto de imágenes convertidas en fetiche, en algo sagrado que se sobrepone a los seres humanos, y toda situación finalmente se ve traducida en un espectáculo que raya en la ficción. Figurar en televisión dota al personaje de una irreal realidad. Por ejemplo, una discoteca a la que un fin de semana va a asistir un famoso sin duda alguna logrará una mayor afluencia de público hambriento de que pase en su vida algo importante. Por ejemplo, estar cerca de alguien famoso que ha realizado alguna proeza ante las cámaras, para nosotros los escritores tienen un pie en la tumba, sin embargo los actores los rodea un aura de inmortalidad.

Todo lo que no se puede representar por medio de imágenes parece no existir, pensamos con imágenes pero el razonamiento abstracto necesita de palabras, las que ayudan a desenmarañar la red de nuestros conocimientos, no en su totalidad pero nos da luces a lo más cercano o parecido. Por eso la gente culta se deja manipular menos, porque es capaz de hacer juicios críticos, es dueño de su lenguaje y eso le permite empoderarse de su destino. Vivimos actualmente en una sociedad saturada audiovisualmente. Para qué superamos el analfabetismo si seguimos siendo analfabetas audiovisuales, comemos entero, no cuestionamos, no vamos al meollo del asunto. El poder de penetración de la industria audiovisual es supremamente poderoso y engañoso al punto que vende veneno como medicina y nosotros no nos damos cuenta.

El resultado son demasiados espectadores deseando que las películas sean solo películas, y se niegan asumir que llevan implícitos mensajes políticos, mensajes demoledores. La lucha por despolitizar los productos audiovisuales parece propia de apóstoles, con el agravante que “los catequizadores son los mismos catequizados”.

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